La antigua Cárcel Real estuvo situada donde hoy se encuentra esta taberna típica de Sevilla, que data de 1894, y que ocupa en concreto la sala del cuerpo de guardia de la antigua cárcel, donde estuvo preso Miguel de Cervantes y donde se dice que el príncipe de los ingenios escribió parte de su obra cumbre de las letras hispanas: Don Quijote de la Mancha. Convertida en abacería tras una profunda remodelación por el Grupo La Raza, abrió de nuevo sus puertas en 2011 con una renovación que mantiene el espíritu de las viejas abacerías y de la taberna histórica. Pequeña como un joyero, cuenta con dos plantas superiores donde comer cómodamente sentados y una muy agradable terraza en el cogollo del centro histórico de Sevilla. Chacinas y quesos de la Sierra Norte de Sevilla, entre otros productos de primera calidad de nuestras tierras. Sin olvidar su famoso Fino Imperial, presente desde hace décadas en la casa.

La centenaria bodega nos ofrece en esta tapa una receta de antigua tradición mozárabe con la aportación cristiana del cerdo en vez del tradicional cordero musulmán, una cocina de lo que hoy llamaríamos de fusión que, sin embargo, nos retrotrae a nuestra riqueza cultural medieval, con la modernidad añadida ya desde entonces de ofrecer un contraste agridulce, tan actual, en el juego de la miel y la mostaza. Un trozo gastronómico de nuestra historia para degustar en un entorno no menos histórico.