Rociero, vota por correo

“Todo lo demás queda en el tejado de los servidores públicos resultantes tras el escrutinio. Ellos son los que deberán trabajar, siendo remunerados por gestionar la cosa pública”, Mario Niebla del Toro

07 mar 2023 / 08:18 h - Actualizado: 07 mar 2023 / 08:19 h.
  • Rociero, vota por correo

Van derramándose los días en este epílogo del invierno en una dilación inquietante del estallido de la primavera más universal, con todo lo que se viene encima. Se suceden citas marcadas por siglos en el calendario emocional de nuestras vidas, de generación en generación. «Sin en cambio», como dice una buena amiga, la actualidad marca el ritmo de la oficialidad de nuestro tiempo.

El mensaje en esencia de esta carta no es otro que el de pedirte, si vas a la Romería de la Virgen del Rocío, Reina de Andalucía; que no dejes de ejercer tu derecho al voto, a través del voto por correo, ya que los comicios que decidirán a los alcaldes de nuestros pueblos y ciudades coinciden con el Domingo de Pentecostés el, 28 de mayo. La mente no puede estar subordinada a los deseos de los demás. Y estamos incluso en nuestro derecho de pasar de la política, aunque, querido amigo, todo en nuestro entorno vital es política. Tendríamos que no perder de vista que es mucho como ciudadano lo que nos jugamos con el simple gesto del depositar un voto a uno u otro candidato. Hay quienes se mantienen firme en sus convicciones. Entendible. Hay quienes siguen de forma parasitaria las opiniones de los demás. El creador piensa. El parásito copia.

Están los que producen y los que saquean. El ciudadano requiere independencia, ni sirve ni gobierna. Concibe a los hombres con intercambio libre y elección voluntaria. Los parásitos buscan el poder, usando al hombre como una herramienta para ser utilizada que ha de pensar como sus semejantes y actuar como ellos y vivir la servidumbre de la necesidad colectiva, prescindiendo de la suya. Sin embargo, los grandes logros de la historia han surgido del trabajo independiente de mentes independientes. Lo individual contra lo colectivo, un eterno dilema existencial en la vida del ejercicio democrático conquistado que significa votar.

Mi consejo es claro y sencillo: Vota. Si votas a lo que has querido siempre votar: Vota. Si votas nuevas sensibilidades políticas, porque has llegado al hartazgo como votante de padecer el ver una y otra vez prometer hasta meter y una vez metido nada de lo prometido: Vota. Si votas lo mismo de siempre: Vota. Si votas por los valores de un partido, con independencia del candidato: Vota. Si piensas votar lo que nunca antes habías votado: Vota. Si quieres depositar la confianza en la persona, por encima de unas siglas: Vota. Sobre todo, votes a quien votes, no dejes de votar. Llegan en breve los plazos para solicitar el voto por correo: Vota. Los rocieros debemos formar parte de la vida de nuestros pueblos y ciudades y de la decisión de quien tendrá nuestra confianza legítima: Vota. Vota por correo la opción que más te llene, pero no dejes de votar.

Son dos sencillos pasos: El primero, solicitar en cualquier oficina del Servicio de Correos el voto desde la convocatoria y hasta el décimo día anterior a la votación. Recibirás en tu buzón las papeletas electorales de las diferentes opciones, junto con el certificado de la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral y un sobre con la dirección de la Mesa Electoral donde te corresponde votar. A lo que acompañará una hoja explicativa de este procedimiento. Estaríamos entonces en el segundo y último paso: Ir a la oficina de Correos y depositar el voto. Una vez hecho, ya sólo quedará dejar que el Pueblo se manifieste presencial o por correspondencia. Mientras que este proceder entretenido y un tanto latoso no se pueda hacer de forma telemática, como tantas operaciones con la administración, tenemos el derecho y el deber de hacerlo de esta forma si nos coincide con un viaje, un proceso médico o, en este caso, la cita anual por antonomasia del mundo rociero: Pentecostés.

Mi propuesta con esta carta consiste nítidamente en pedirte que abordes este esfuerzo de compromiso democrático, si lo entiendes necesario como yo lo entiendo, y así al menos tendrás la calma interior de haber apostado por una forma de gobernar tu pueblo o ciudad. Todo lo demás queda en el tejado de los servidores públicos resultantes tras el escrutinio. Ellos son los que deberán trabajar, siendo remunerados por gestionar la cosa pública, con el apoyo de las urnas, con el deseo de salvaguardar el interés de todos, garantistas de nuestros derechos y servicios públicos, que nos hará la vida más fácil y lógica al resto de la ciudadanía independiente.

“El ciudadano requiere independencia, ni sirve ni gobierna”