ODONTOLOGÍA

Anquiloglosia: una dolencia frecuente y leve cuya solución (frenectomía) puede acabar en urgencias

Una lengua que no funciona que bien, que hace muchas veces un movimiento anómalo durante el día, va a ocasionar problemas al tragar, hablar o respirar

¿Qué es la anquiloglosia?

¿Qué es la anquiloglosia? / Adobe Stock.

Hace pocos días se publicaba en algunos medios de comunicación que la Fiscalía de Madrid denunciaba a una clínica de Pozuelo de Alarcón (Madrid) tras conocerse que, al menos dos bebés, acabaron supuestamente en urgencias a consecuencia de una hemorragia provocada por la realización de una cirugía del frenillo lingual por parte de una matrona. 

Como explican desde el Consejo General de Dentistas de España.

  • Esta cirugía se denomina frenectomía, y “consiste en eliminar el frenillo en aquellos casos de lengua anclada o frenillo corto”.
  • Y a este problema se le conoce como anquiloglosia.

Un problema común en la edad pediátrica

El frenillo lingual es lo que une la lengua a la base de la boca

Pero, como explican desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, en algunas ocasiones, este tejido o no es suficientemente largo o es muy grueso, lo que dificulta un correcto movimiento de la lengua a la hora de hablar, masticar o tragar. 

Además, la anquiloglosia, que es una anomalía congénita que puede provocar alteraciones funcionales y anatómicas en el desarrollo de la vía aérea superior, ya que puede obligar al paciente a respirar por la boca incrementando el riesgo de colapso de la vía aérea superior durante el sueño, produciendo apneas.

Y como explica el doctor Carlos O’Connor Reina, presidente de la comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la SEORL-CCC.

  • Una lengua que no funciona que bien o que hace muchas veces un movimiento anómalo durante el día, va a ocasionar unos mecanismos de compensación, como unos colapsos laterales faríngeos, una obstrucción faríngea e incluso una hipertrofia amigdalar que provoca a largo plazo una apnea del sueño”,

Una de las particularidades de la anquiloglosia es que en el caso de los bebés puede dificultar la lactancia materna, con lo que esto implica “en el desarrollo de las estructuras óseas y el mantenimiento de la respiración nasal”, explican los expertos en otorrinolaringología

Por eso, cualquier señal que lleve a sospechar que la lengua no tenga la movilidad suficiente a causa del frenillo lingual debe ser derivado a un especialista para un correcto diagnóstico. 

Logopedia y frenectomía para tratar la anquiloglosia

El diagnóstico de la anquiloglosia es sencillo ya que basta con la exploración de la boca, sin necesidad de someterse a ninguna prueba más.

Una vez diagnosticado el tratamiento indicado debería basarse en dos pilares:

  1. Funcional, a cargo de un logopeda
  2. Anatómica, consistente en una cirugía para arreglar el frenillo lingual

No basta con quitar esa restricción a través de una cirugía, es necesario hacer que el paciente sea consciente de que su problema es funcional, es decir, su lengua no hace los movimientos correctos para que todo su mecanismo de deglución funcione. Por eso es fundamental contar con un logopeda que tenga una sensibilidad especial respecto al frenillo lingual”, detalla el doctor O’Connor.

De ahí que el experto, doctor O’Connor, señale que el procedimiento habitual para tratar la anquiloglosia es:

  1. "Primero realizar una evaluación logopédica
  2. En segundo lugar, se realiza la cirugía por parte de los otorrinolaringólogos si está indicado por el logopeda
  3. Por último, una rehabilitación posterior”.

Solo los especialistas deben tratar la anquiloglosia

Respecto a la cirugía del frenillo lingual en bebés, desde el Consejo General de Dentistas de España alertan como en los últimos años se han incrementado este tipo de operaciones “fruto de la publicidad agresiva que realizan algunas consultas de matronas bajo la promesa de terminar con los problemas de succión en la lactancia”. 

Por ello y vista la denuncia de la Fiscalía de Madrid, estos profesionales recuerdan que las frenectomías solo pueden ser realizadas por especialistas como dentistas y cirujanos orales y maxilofaciales y pediátricos.

Además, alertan “de los peligros que puede suponer realizar este tipo de intervención sin contar con las competencias adecuadas, incluyendo un riesgo vital para el propio bebé”.

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