5 consejos de los expertos para disfrutar de la Navidad sin obsesionarse por la comida

Ya está aquí la Navidad. Comienzan los encuentros, las cenas y las comidas y con ellas los excesos típicos de estas fechas. Y para muchos afrontar estos días manteniendo una dieta saludable se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. 

Durante las navidades la alimentación tiene un papel protagonista, conllevando un cambio radical de la dieta habitual, aumentando las cantidades que ingerimos y la variedad de alimentos que no es habitual durante el resto del año. 

Aunque no hay que olvidar que mantener un equilibrio durante estas fiestas, incluyendo opciones saludables y practicando la moderación, es esencial para prevenir problemas de salud asociados con la alimentación excesiva, empachos y las indigestiones que pueden provocar problemas más graves en el futuro. 

Pero no hay que desanimarse porque es posible afrontar todas las comidas y cenas extraordinarias que se tienen estos días por alternativas más saludables y así mantener el equilibrio en la dieta.

Lo primero que recomienda María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare en España es no obsesionarse. “Las navidades son un buen momento para desconectar de la rutina y el estrés del día a día, por eso es importante disfrutarlas y no obsesionarse con los excesos asociados a estas fiestas”. 

Al mismo tiempo, la especialista en salud insiste en que “se puede conseguir disfrutar de las fiestas encontrando alternativas más saludables y sostenibles. Para conseguir un menú equilibrado podemos valorar opciones como pollo o pavo, que son carnes magras y más saludables, en vez de carnes rojas que son más caras, y que se deben consumir con menor frecuencia. También podemos valorar otro tipo de acompañantes nutritivos, saludables y más asequibles, como la fruta o los frutos secos.”

5 recomendaciones para disfrutar de la comida en navidades

Con el fin de ayudarnos a elegir menús saludables para estas fiestas y reducir la preocupación que los excesos nos pueden producir, desde Cigna Healthcare ofrecen algunos consejos fáciles: 

• Sustituir la carne roja por carne blanca. Tanto si cocinamos en casa como si comemos fuera y comemos carne, una muy buena opción es elegir carnes blancas como el pavo, el conejo o el pollo. Son alimentos muy saludables, al tener un bajo contenido de grasas, pero muy alto de proteínas, vitaminas tipo B y minerales. 

Además, este tipo de carnes se puede acompañar con cualquier tipo de verdura, ya sea en ensaladas, al vapor o a la plancha.

En cambio, debemos recordar que, si elegimos carne roja, especialmente aquella que está procesada (como los embutidos), “a menudo contiene grasas saturadas que pueden aumentar los niveles de colesterol en la sangre, contribuyendo al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Igualmente, algunos estudios sugieren que las dietas ricas en carne roja pueden desencadenar procesos inflamatorios en el cuerpo, lo que se asocia con diversas enfermedades crónicas”, advierten los expertos.

• Convertir los entrantes en fuente de proteína. Una alimentación rica en proteínas tiene grandes ventajas, como una mayor sensación de saciedad y plenitud, lo cual puede ayudar a controlar el apetito y consumir menos cantidad en el plato principal. ¿Y qué proteína podemos utilizar para los entrantes? Pues las legumbres, los huevos o el pescado. 
• El marisco es una buena opción. Si hay algo popular durante las cenas y comidas de Navidad es el marisco, un alimento perfectamente válido si lo que queremos es tomar un menú sano y equilibrado. 

Y aunque en general son productos claros, los especialistas de Cigna señalan que alimentos como los mejillones, los langostinos o el pulpo son productos que se pueden comprar con antelación, ya que pueden congelarse, conservando sus nutrientes y evitando la subida de precios de última hora.

• Y de postre algo ligero. Un empacho no es otra cosa que el consumo de una cantidad excesiva de comida en un corto período de tiempo, lo que puede provocar dolor abdominal, distensión, acidez estomacal, eructos, náuseas y, en algunos casos, hasta vómitos. 

Para evitarlo, además de elegir alimentos que nos sacien desde el inicio, es muy importante no forzar al cuerpo. “Acabar la comida con un postre ligero como la granada, por ejemplo, o cualquier otro tipo de fruta de temporada es una opción mucho más ligera que la alternativa de tartas y pasteles, que contienen altos niveles de azúcar y grasas saturadas”, apuntan los especialistas.

• Nutrir la mente además del cuerpo. Además de lo que comemos, es importante cuidar también lo que sentimos ante lo que comemos. “Los cambios radicales en la dieta, o las restricciones alimentarias seguidas de los excesos navideños pueden afectar al estado emocional de muchas personas que sufren algún trastorno de la conducta alimentaria”, advierte desde Cigna Healthcare. 

Así, es muy frecuente que durante esta época estos pacientes vean alterada su percepción de la imagen corporal y que aumenten sus niveles de estrés y ansiedad relacionados con el sentimiento de culpa. 

Por eso, seguir las recomendaciones sobre una alimentación moderada y equilibrada durante estos días, así como descansar y relajarse puede ayudar a reducir la carga emocional asociada a la comida para todo el mundo.