Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de 1.900 millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, 650 millones eran obesas en 2016. 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso u obesidad. Si se mantienen las tendencias actuales, la previsión es llegar a los 70 millones de menores con sobrepeso u obesidad en 2025.
El doctor David Molina García, coordinador de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Huelva, explica que ‘el desequilibrio entre la ingesta y el gasto calórico causa una acumulación excesiva de grasa corporal, que en el 70% de los casos tienen un origen hereditario. La influencia de factores ambientales explicaría el 30% restante’. Y es que, la obesidad es una patología crónica multifactorial como consecuencia de la interacción de causas ambientales con la información genética de cada persona.
Aumento de la obesidad
La obesidad está experimentando un alto crecimiento en las últimas décadas, especialmente en los países desarrollados donde la disponibilidad calórica ha activado mecanismos genéticos diseñados para situaciones de restricción alimentaria, lo que ha disparado el desarrollo de individuos obesos. La obesidad está más presente entre la población femenina mientras que los varones alcanzan un mayor número de casos de sobrepeso.
“La población obesa registra índices de mortalidad y morbilidad alarmantes y conforma un problema muy serio en el sistema sanitario” indica el doctor Molina, que señala también que “si estudiamos el incremento dramático de la obesidad en países desarrollados en las últimas décadas y entendemos que la dotación genética se mantiene relativamente estable de una a otra generación, la conclusión es que el cambio del estilo de vida, el sedentarismo y un aumento calórico de la ingesta pueden ser responsables de este altísimo incremento de pacientes obesos”.
Recomendaciones
Las recomendaciones relacionadas con la implementación de hábitos saludables en individuos obesos se articulan sobre la actividad física regular, el mantenimiento de una dieta baja en calorías y el apoyo psicológico para modificar la conducta y los trastornos alimentarios.
Apunta el doctor Molina que “este deber ser el punto de partida para una pérdida de peso saludable con el objetivo de mantenerlo en el tiempo, sin embargo, en casos señalados de obesidad y de manera global en casos de obesidad mórbida el tratamiento más efectivo es la cirugía bariátrica o cirugía de la obesidad que consigue una pérdida de peso duradera, así como la mejora de comorbilidades y reducción de la mortalidad”.
Por último, concluye el especialista que “el tratamiento de la obesidad debe ser individualizado, y el éxito, entendido como la pérdida de peso mantenida en el tiempo, es muy difícil de obtener con medidas conservadoras por lo que debería valorarse cada caso y estudiar las opciones quirúrgicas”.