Con la llegada del verano suelen aumentar los excesos en nuestra alimentación. El calor hace que bebamos más, optando en la mayoría de las ocasiones por refrescos azucarados o bebidas con alcohol. Asimismo, el salir más de terrazas, ir a la playa o acceder a los buffets libres de los hoteles puede ayudar a que consumamos más calorías de las necesarias. Entonces ¿cómo podemos seguir cuidando nuestra alimentación durante el verano?
“Para continuar una buena alimentación en verano, debemos de tener en cuenta, y ser realistas, de que el entorno cambia, las circunstancias y los horarios. Por ello, debemos de, en la medida que sea posible, planificar y organizar los menús. Una vez que lo tengamos organizado, debemos seguir unas pautas: no compartir plato con nadie para saber lo que vamos a comer, comer lento, utilizar un cubierto pequeño, beber agua y cocinar con las técnicas culinarias mejores (vapor, plancha, cocido, al horno, etc...). Además, no es aconsejable saltarse ninguna comida, sobre todo la merienda, pues nos sirve para no llegar a la cena con tanta hambre”, explica la dietista-nutricionista de Nutriqueni, Vanesa Fernández García.
Comidas en la playa
Uno de los lugares donde más solemos excedernos en cuanto a consumo de bebidas y picoteo es la playa. La experta admite que “para disfrutar de un buen día de playa es muy importante que tengamos una buena planificación del menú. Para ello, debemos tener en cuenta que la alimentación sea saludable, ligera, fresca, segura, y que, por supuesto, hagamos un menú muy atractivo. Asimismo, es muy importante el beber mucha agua a lo largo del día”.
Respecto al menú de playa, este debe ser sabroso, muy apetecible y fresco. “Sobre todo, que tenga muy buena higiene, que se respeten las temperaturas para así evitar enfermedades y las toxiinfecciones”. En concreto, las preparaciones que podemos llevar a la playa de una manera saludable podrían ser platos como “una ensalada de pasta acompañada con verdura como tomate, pimiento o cebolla. También una ensalada de arroz a la que le añadamos verdura o fruta. Otra opción es un gazpacho con pan y un huevo duro bien hecho, tortilla de calabacín con patata cocida o de berenjena con patata, que podemos acompañar con salsa de guacamole o hummus”.
En cuanto al picoteo en la playa, podemos optar por “pepinillos, pepino, banderillas, aceitunas y crudités de zanahoria, los cuales podemos acompañar con salsa de guacamole o hummus. Para los postres lo mejor es la fruta, pudiendo optar por una macedonia de frutas, melocotón, melón o las más tradicionales como la manzana, el kiwi o un plátano”, afirma Fernández.
Refrescos sin azúcar o light
Los refrescos sin azúcar o light son bebidas que han sustituido el azúcar por un edulcorante y, a pesar de no tener calorías, nos aportan el mismo efecto similar de los refrescos azucarados, “aumentándonos los niveles de insulina por el aporte de glucosa en sangre tras la ingesta, y así predisponiéndonos a sufrir enfermedades metabólicas como puede ser una diabetes de tipo 2 u obesidad. También hay que tener en cuenta que beber este tipo de refrescos nos hace desplazar otros muchísimo más sanos como el agua o las infusiones y nos promueve a que no tengamos una reeducación nutricional, porque siempre vamos a ir buscando esos sabores dulces que nos aportan estas bebidas” advierte la nutricionista.
Por tanto, la experta aconseja disfrutar de bebidas como el agua, agua con gas, té en frío, infusiones o agua con trozos de verdura, fruta u hojas de menta. También nos propone zumo de tomate, gazpacho, batidos de fruta, zumos de verdura o agua con coco.
Buffets libres
A la hora de comer en el buffet libre de un hotel, debemos tener en cuenta varias pautas importantes. “La primera es acudir a las tomas de comida teniendo poca hambre, ya que esto va a aumentar nuestra fuerza de voluntad y va a ayudarnos a escoger la mejor alternativa que tengamos a nuestro alcance”.
Para el primer plato, la dietista aconseja que se llene de verduras y a poder ser que sean crudas, mientras que, para el segundo plato, es recomendable combinar carne o pescado con carbohidratos como el arroz, patatas o pasta. Todo siempre con la mejor técnica culinaria posible: al vapor, cocido o escalfado. Finalmente, para el postre la opción ideal siempre es la fruta.