Se cumple un año desde que II Congreso Nacional de Medicina Privada, reunido en Asamblea en Sevilla, apoyó la constitución de la Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (UNIPROMEL), con la finalidad de ser el vehículo jurídico válido y eficaz a los efectos de defender los intereses de los médicos de ejercicio libre.

Su primer presidente, y líder de Unipromel, es el Dr. Ignacio Guerrero, oftalmólogo hispalense.

¿Dónde está ahora Unipromel?

Pues en un lugar impensable hace un año. Con casi 2.000 médicos asociados y otros 3.000 que forman parte de otras Asociaciones con las que se han llegado a acuerdos como colaboradores. Más de 30 colegios profesionales y sus vocalías. Hemos asumido el mandato de la Asamblea de ejercicio libre de construir una patronal que defienda nuestros derechos.

¿Son necesarios?

Sí, los médicos autónomos de ejercicio libre somos los que ejercemos la medicina privada. Y sin médicos de ejercicio libre no hay sanidad privada, porque somos más de 50.000, frente a los médicos con contrato laboral que apenas llegan a 5.000.

¿Y por qué era necesario crear Unipromel?

La Organización Médica Colegial (OMC) emitió un informe en julio de 2019 donde decía, entre otras cosas, que la irrupción de los grandes actores económicos que operan en el mercado sanitario, grupos aseguradores y grupos hospitalarios, ha hecho que la sanidad se rija por reglas puramente mercantiles y financieras, cuyo único objetivo es obtener el mayor beneficio económico.

¿Y con esos mimbres qué cestos se hacen?

La OMC defiende que la relación médico-paciente solo debe regirse por lo que denominamos profesionalismo médico y que solo el médico ejerce la autoridad en la prestación sanitaria a sus pacientes, sin someterse a ninguna otra intervención o imposición, porque solo se debe a su juramento y a su compromiso ético y deontológico.

¿Cuál es la situación real actual del médico de la medicina privada?

En la actualidad, unos 50.000 médicos autónomos, están a las "órdenes" de los intermediarios y trabajando a destajo por los bajos honorarios impuestos. No lo hace trabajando como profesión libre ni como altos directivos asalariados, sino como falsos autónomos e incluso como autónomos dependientes. El médico español trabaja con la misma presión asistencial en la sanidad privada que en la pública. Ve más pacientes de lo que recomienda la OMS, UEMS y la propia Lex Artis, porque si no ve esa cantidad de pacientes, al precio neto que pagan las aseguradoras, no podría cubrir con dignidad sus gastos, su hipoteca o el colegio de sus hijos.

¿El paciente sabe lo que gana un médico en la privada?

Empieza a saberlo. El paciente sabe que la agenda de cualquier médico que trabaja para compañías está muy saturada por los bajos honorarios. Y que no se premia la calidad y la excelencia, que está penalizada.

¿Cuál es el precio medio de una consulta privada en España?

Oscila entre los 50-60 euros de la Medicina de Familia, hasta los 100-120 de otras especialidades. Sin embargo, las aseguradoras imponen un código de silencio e incumplen la moderna normativa de transparencia y la directiva de servicios, donde el consumidor debe conocer el precio de cada prestación y elegir en libertad en función de la relación calidad/precio.

¿Pero las compañías qué les pagan a ustedes?

Las compañías no deberían pagar a los médicos, porque sustraen y suplantan al asegurado la decisión de elegir al médico que quiera, como sucede en el resto de Europa. En España han conseguido eludir la obligación de publicar las coberturas de las pólizas que venden, para en su beneficio, cambiar las reglas e imponer baremos, que de forma inexplicable han permanecido congelados durante 30 años. Podríamos decir que pagan a los médicos entre un 80-85% menos de los precios privados.

¡Qué me dice, doctor! ¿Que una compañía en España le paga a un médico de media unos 20€ por consulta?

Casi ninguna llega a los 20€. En Medicina de Familia nunca llega a los 10 euros. En especialidades, la primera visita nos pagan 15-17 euros. Pero la segunda visita la pagan a la mitad. Y en el caso de que el paciente vaya una tercera vez en un periodo de los 60 días, las compañías no pagan nada al médico. Es decir, la media por acto médico de la medicina privada en España, si usted hace un cálculo muy simple, no llega a los 6 euros en medicina general y a los 12 en especialidades. Estos pagos incluyen la "mano de obra" y los gastos en los que incurra el médico tanto de materiales como de establecimiento, como cualquier autónomo, seguros, vacaciones, cotizaciones sociales, ...

¿Ese es el motivo por el cual la sanidad privada se está saturando tanto que empieza a tener listas de espera de 2 meses?

A bajo precio no hay mesa libre. Hay un volumen de pacientes grande. Se ha vendido un producto muy barato. Se ha trasladado la reducción de costes al que presta el servicio, al médico, que es el que asume todo el riesgo, haciendo una vez más del sistema sanitario español, tanto en la Publica o en la Privada, el más eficiente del mundo desarrollado, porque en ningún país desarrollado se paga tan poco a los médicos.

¿Es una cuestión de dinero solo?

De ninguna de las maneras. Lo último que pedimos es dinero. Se reclama calidad y excelencia asistencial, pero para eso hace falta financiación. La provisión privada de la sanidad es un magnífico modelo, es solidario y socializa el riesgo, eso es maravilloso y necesario. Los médicos españoles nunca hemos trabajado con afán de lucro, hemos sido muy responsables para no encarecer el acceso a una medicina de calidad, pero estamos al límite.

¿Hay un modelo óptimo en la sanidad privada?

Está inventado, modelo europeo. Modelo de ejercicio libre, donde la relación es médico- paciente. Y para garantizar una prestación libre, el pago debe ser directo, admitido y acordado sin la injerencia ni la imposición de ningún agente externo a esa relación.

¿Por qué es el médico el que debe fijar el precio de su acto médico y no una aseguradora?

Porque tiene el respaldo de la Ley mercantil y de la libre competencia. Todo el mundo que opera en el sector servicios sabe que el único que puede fijar el precio es el que presta el servicio, en ningún caso el que lo paga, que solo puede decidir según su presupuesto si lo paga o busca otra oferta más barata.

En apenas unos meses de vida, Unipromel ha impulsado y posibilitado la unión de los médicos de ejercicio libre, con el fin de estar representados y ejercer acciones conjuntas en defensa de sus intereses económicos y profesionales. La soledad, la frustración, la impotencia y el desamparo han sido sustituidos por la fortaleza de la unión, por la ilusión y el comienzo de la recuperación del lugar que le corresponde ocupar al médico de ejercicio libre en el mercado sanitario privado para si mismo y para sus pacientes.

¿Están en contra de los intermediarios?

No, queremos que sean una herramienta útil al servicio del acto médico. Queremos que esos intermediarios, aseguradoras y hospitales obtengan un beneficio lícito y justo en recompensa a su papel de facilitadores de la relación medico-paciente, que amorticen la inversión que hacen en el sector, que consigan miles de asegurados. Nos encanta que ganen dinero, pero no todo el dinero. Y desde luego, no a costa de nuestra ruina y de la muerte anunciada de la medicina como profesión libre y ejercida con plena autoridad, si se nos exige la máxima responsabilidad.