Seguro que diariamente consumes diversos tipos de frutas, verduras, carnes, pescados, frutos secos, lácteos o legumbres, pero, en la mayoría de las ocasiones, desconoces qué vitaminas estás consumiendo o a qué alimentos acudir si quieres aumentar tus niveles de vitamina A, B, C, D, E o K.
La deportista, nutricionista e instagramer, Laura Gijón, ha querido ayudar a los consumidores a conocer mejor los alimentos y a escoger con más conocimiento los productos que consumen en su día a día. Para ello, Gijón ha compartido en sus redes sociales (Instagram @lauragijon) diversas tablas donde recoge varios alimentos y las vitaminas que nos aportan.
VITAMINA A
Dentro de este grupo vitamínico podemos encontrar alimentos como el pollo, ternera, zanahoria, salmón, boniato, mantequilla, leche y huevos. “La vitamina A es una vitamina liposoluble, es decir, que es soluble en cuerpos grasos, o lo que es lo mismo, se absorbe cuando se combina con fuentes de grasa y no se elimina a través de la orina. Se almacena en el hígado. Es necesaria para desarrollar el sistema inmunitario, para construir y mantener las células de tu piel, para el crecimiento y la visión”, explica Laura.
VITAMINA B
En cuanto a la vitamina B, destacan las legumbres, espinacas, huevos, pipas, salmón, pollo y la ternera. “Hay 8 tipos de vitamina B. Destaca la Cobalamina (Vitamina B12), la cual es la única que el cuerpo almacena durante largos periodos de tiempo. Son vitaminas hidrosolubles, es decir, se eliminan por la orina, por lo que es poco probable llegar a un exceso. Contribuye a la formación de glóbulos rojos, por lo que, en una dieta donde se elimina el consumo de productos animales, es necesaria la suplementación”, aclara Gijón.
VITAMINA C
Para consumir este tipo de vitamina debemos acudir a alimentos como el pimiento, guindilla, fresa, naranja, kiwi, perejil, coles y brócoli. “La vitamina C o ácido ascórbico interviene en los procesos metabólicos, es un gran antioxidante y ayuda a las defensas. También contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, participa en la formación del colágeno de la piel, ayuda a mantener las articulaciones, la densidad ósea y puede ayudar a la cicatrización”, destaca la deportista.
VITAMINA D
Los champiñones, aguacates, sardinas, salmón, atún, mantequilla, leche y huevos están cargados de vitamina D, una vitamina “liposoluble, imprescindible para la formación de huesos y de los dientes. Algunas de sus principales funciones son ayudar al cuerpo a absorber el calcio, en el mantenimiento de los órganos, en el antienvejecimiento de la piel, regula los niveles de calcio y de fósforo en sangre, interviene en los procesos del sistema inmunológico y un largo etc...”, indica Gijón en su post.
VITAMINA E
Si comemos avellanas, almendras, nueces, pipas de calabaza, pipas, germen de trigo, espinacas y brócoli, estaremos consumiendo vitamina E, “otra vitamina liposoluble y es un antioxidante, es decir, protege el tejido corporal del daño que causan los radicales libres. Además, la vitamina E nos protege contra la radiación ultravioleta. Cumple funciones como el mantenimiento del sistema inmunológico o ayuda en la formación de glóbulos rojos”.
VITAMINA K
Las granadas, calabazas, zanahorias, soja, endadame, acelga, repollo y brócoli contienen la vitamina K, “otra vitamina liposoluble, la cual ayuda a construir los huesos y tejidos de forma saludable y una de sus funciones es ayudar a coagular la sangre. Hay dos tipos de vitamina K: la vitamina K1, la cual se obtiene de las verduras de hojas verdes como la espinaca, la col, brócoli...y la vitamina K2, la cual es de origen bacteriano y se obtiene a través de la yema de huevo o de los fermentados de la soja como el natto...” concluye.