Estamos acostumbrados a tener limón en casa y utilizarlo en alguna que otra receta, pero realmente no conocemos ni nos aprovechamos de todas las propiedades que el consumo de esta fruta puede aportar a nuestra salud. Si únicamente utilizas el limón para perder peso bebiéndotelo con agua en ayunas por las mañanas (algo que no está demostrado científicamente que funcione) o para aderezar alguna comida, atención porque esto te interesa.
Según Frutas&Hortalizas, el limón tiene su origen en “el sureste asiático, aunque actualmente se produce en todas las áreas tropicales y templadas del globo. El principal país productor es México, seguido de la India, mientras que España es el primer país exportador de limones y limas”. Las variedades más importantes cultivadas en España son Verna y Fino, aunque la variedad Eureka es la más utilizada en los cultivos de Asia y Sudamérica.
En cuanto a sus propiedades, el limón destaca por su gran contenido en vitamina C, una vitamina fundamental para el buen estado de los vasos sanguíneos, la piel, los dientes y los huesos. Además, por su alto contenido en vitamina C y flavonoides, los limones pueden favorecer el refuerzo del sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas. De igual forma, esta vitamina también promueve la absorción de hierro.
No obstante, además de vitamina C, el limón aporta vitamina A, fibra y minerales como el calcio, magnesio, fósforo y potasio. Su valor calórico es bajo (22 kcal por cada 100g), ya que su contenido es mayoritariamente agua (cerca de un 90%).
A pesar de la mala fama que tienen los ácidos cítricos, los del limón pueden ayudarnos a alcalinizar nuestro cuerpo y mantener nuestro PH en niveles adecuados. Asimismo, algunos estudios destacan que el ácido cítrico de los limones puede favorecer la prevención o disolución de piedras en la vesícula o riñón.
El limón también ayuda a eliminar toxinas y puede aliviar las molestias de digestiones pesadas al eliminar más rápido los deshechos de la digestión debido a que aumentan los movimientos peristálticos de los intestinos. Encima, los limones tienen un gran poder bactericida, cooperando activamente en la protección de nuestro organismo. Por último, al tener un alto contenido en potasio, el consumo de limones puede ser muy beneficioso para el cuidado de nuestro cerebro y del sistema nervioso.
La única negativa a la hora de consumir limones es el deterioro que pueden ocasionar en nuestro esmalte, lo que conlleva a un aumento de la sensibilidad dental al frío y al calor, haciendo que los dientes se amarilleen con el tiempo. Es recomendable utilizar páginas reutilizables para evitar el contacto directo con los dientes y esperar al menos 60 minutos para cepillar nuestros dientes.