Aunque parezca algo exagerado, nuestra forma de alimentarnos y la dieta que seguimos puede influenciar nuestro día a día hasta niveles insospechados. En este sentido, si, por ejemplo, comemos alimentos altos en azúcares y carbohidratos simples, estos podrían ocasionarnos sensación de cansancio y falta de energía. “Después de comer, el cuerpo empieza a funcionar a toda marcha – empieza con el proceso digestivo: la cantidad de sangre en el estómago y los intestinos aumenta y llega menos oxígeno al cerebro. Esta falta de oxígeno se manifiesta en forma de fatiga y somnolencia”, explica el equipo de Adidas Runtastic.
Según el equipo de Adidas, lo que comemos puede influir directamente en cómo nos sentimos. “Si comes alimentos altos en azúcar y carbohidratos simples (por ejemplo, pasta o pan blanco), el cuerpo libera más insulina. La insulina es una hormona peptídica que reduce los niveles de azúcar en sangre, así que, si tu cuerpo libera demasiada insulina, puede llevar a un colapso de azúcar en sangre. Esto provocará sensación de cansancio y falta de energía, y tendrás dificultades para concentrarte”. Para frenar esta situación y tener más energía y productividad a lo largo del día es recomendable llevar una dieta saludable y equilibrada.
Pero ¿cómo empezar a hacerlo? Desde Adidas nos aconsejan llevar a cabo los siguientes 6 pasos para reducir la fatiga después de comer.
En primer lugar, el desayuno es de vital importancia, ya que nos ayuda a activarnos y evita que picoteemos demasiado durante el resto del día. “Además, si desayunas, a la hora de comer no tendrás tanta hambre y, al terminar, no te invadirá el cansancio”, esclarecen.
La hidratación también juega un papel fundamental debido a que, si nos hidratamos correctamente, mantendremos alejados las falsas alarmas de hambre. “Mucha gente confunde la sed con el hambre. Asegúrate de que estás bebiendo suficiente agua”.
De igual forma, el deporte también puede ser nuestro aliado frente al cansancio. “El aire fresco y el ejercicio aportan una gran cantidad de oxígeno al cerebro. Si no puedes salir, abre la ventana y respira un poco de aire fresco. O puedes hacer 20 sentadillas: no te llevará mucho tiempo y favorecerás la circulación de la sangre”, explican.
Aunque creamos que el café puede ser nuestro mejor aliado frente al cansancio, tampoco es bueno abusar de él, ya que una taza puede estimular la liberación de adrenalina, pero más de una puede duplicar nuestra sensación de cansancio.
Por supuesto, una buena siesta siempre ayuda. Descansar entre 10 y 20 minutos puede ayudarnos a renovar las energías y a continuar con el resto del día sin problemas. “Si duermes más, puede que te levantes con aún más sensación de cansancio que antes”, anotan desde la empresa deportiva.
Por último, es importante que, a pesar de que la comida venga acompaña de cierta fatiga y cansancio, no dejemos de comer. “Prueba a comer porciones más pequeñas y alimentos más saludables”.
Además, algunos alimentos pueden provocarnos más fatiga que otros debido a su contenido en triptófano, un aminoácido que induce al sueño. Estos alimentos son la leche, la carne de cerdo, pollo y ternera, atún, caballa, salmón, y trucha dentro de los pescados, parmesano, emmental, edam, brie, camembert en los quesos, avena o productos con harina de espelta, mijo o trigo en los cereales y nueces, arándanos o avellanas en los frutos secos. Puedes probar a integrarlos en tus cenas para favorecer el sueño a la hora indicada.