Historias redentoras. El Viacrucis desde la bulla

Intrahistoria del traslado del Señor de la Redención para presidir el Viacrucis de las cofradías de Sevilla

Manolo Ruiz

Rocío verá la luz cuando la Virgen del Rocío salga a las calles el próximo Lunes Santo. Su madre se aleja de la bulla que arrastra la devoción de su abuela y de su madre. «El de las manos abiertas». Anda casi de costero a costero, pero hoy tenía que traer a la nueva hermanita que tendrá el Señor en Semana Santa. Rocío de Esperanza.

Emilio González Serna: Está pendiente de todo y de todos los suyos, los músicos de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención. No le cabe la emoción en la mirada. La cruza con su Jesús manso y humilde. Se intuyen en sus labios las plegarias, las que hoy, a buen seguro, ha rezado antes de la salida de la procesión. Dentro de Santiago, el son de la Redención.

Dolores viene desde Almonte. Hoy han puesto un cartel de «cerrado porque sale el Cristo» en el negocio que Juan, un sevillano de Santa María la Blanca, que montó en la aldea rociera para ganarse el pan con el sudor que su tez morena deja en la tierra. Manos labriegas, espaldas fornidas que hoy han portado al Cristo de su niñez. Dolores se llama Lola, y mañana se va al Puerto (de Santa María) a estar con su abuela. Un lazo con los nombres de Redención y Rocío es toda alhaja que luce en sus manos desde que se la dieron para curar una herida del alma. Rocío Redentor.

Estampas. Las que reparten algunos de los numerosos hermanos que forman el cortejo y las costumbristas. Paco no sabía que hoy salía el Cristo de la Redención. Lleva un capirote de rejilla en una bolsa y por la altura es de cofradía de negro. «Yo no soy cofrade, sólo soy nazareno en mi pueblo y el resto de los días me voy a la playa. Mi padre me metió este veneno y mientras pueda no dejaré de acompañar a Jesús Nazareno. Se lo debo a los dos que me sacaron de una mala decisión». Paula lleva una carpeta forrada con El Cautivo de Santa Genoveva (#DelTiroSomosTodos) «Es la única ocasión que tengo de verlo; es un Cristo muy guapo, aunque hace un par de años, al quedarnos refugiados en la catedral, lo vi pasar como un suspiro. He salido de la academia y sin comer me he venido, pero me voy temprano que tengo que estudiar». Paula quiere ser funcionaria de prisiones, ¿espíritu mercedario? Historias redentoras.

Normas. La Semana Santa y lo que arrastra pierde espontaneidad. Todo está regulado, desde no poder tomar un café hora y media antes de que pase el cortejo, sentado en un velador, hasta la venta de un refresco en lata para los niños que van con sus cirios, pasando su poquito de calor. Antonio es de esos cofrades cabales a los que siempre da gusto escuchar. Discreto, en segundo plano, siente la tristeza de que todo está encorsetado. Se lamenta de los hermanos empujadores delante de las andas, de los cangrejeros que no entienden que los acólitos tienen que trabajar, de los numerosos medios aficionados que dificultan el trabajo de los profesionales que él quiso abandonar por la comodidad de escribir a pluma lo que un día quiere publicar. «Esto, como el del sábado, no se puede aguantar. 50 minutos de pie esperándolo ver pasar». «Santiago, y cierra España para los que no saben estar con las cofradías», Antonio sentencia y se despide con su cita favorita «Me debes un botellín» Redención de cuentas.

Codales: Un gesto con mucho amor e ilusión que han realizado los niños de Autismo Sevilla, los verdaderos protagonistas de la acción social de la Coronación de la Virgen del Rocío. Luz redentora en los candelabros de guardabrisas que alumbran al Señor. Autismo-Redención- La Cruz de Santiago y la Paloma del Espíritu Santo. Han pintado la luz con el color de su corazón. Espíritu de amor.

Incienso. Es la única masa de nubes en un día espléndido. Más de 20 grados a la ida y unos 12 a la vuelta. Hace fresco en el regreso a la antigua plaza de López Pintado. La pasarela de abrigos en el cortejo aumentó conforme la cofradía paralela (la que forman las familias) fue proveyendo de ropa para mitigar el primer rocío que la noche está a punto de dejar. El rocío que se huele y que se siente.

¡Oh, bendita Estrella! La melodía de un móvil rompe un momento de silencio entre oraciones tempranas. Sonidos de la Estrella de Dos Hermanas. Un grupo de jóvenes nazarenos ha faltado al instituto: «Es que esto es mucho y con lo poco que queda para Semana Santa, no nos lo íbamos a perder», nos comenta Ana. Lucas es el reivindicativo de la pandilla, dicen que le gustaría ser político para cambiar las cosas de los jóvenes. «Dile a los de tu periódico que en días como estos hay que aumentar las líneas de metro a Montequinto y que el último salga por lo menos a 01:00h. No lo vamos a poder ver entrar por culpa de horarios tempranos». Ahí quedó el ruego. Llegan las andas y los de la pandilla hunden las cabezas en sus pantallas y sacan los brazos en alto. Live’s de Instagram y TikTok. Rocío directo.

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Natanael. Cuando Jesús vio a Natanael dijo: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.» Juan 1:47. Natanael viene de la sinagoga, en verdad sus padres le pusieron Lucas y está doctorado en historia del arte. Le gusta la Semana Santa desde su prisma cultural y prepara una publicación sobre arte sacro andaluz. Comparte el «espectáculo» con su esposa, Abigail (fuente de alegría) antropóloga y que trabaja para una editorial israelí. Se conocieron en Tierra Santa y lo que Yahvé o Abbá unió, no lo separan ni las cofradías. Lucas llegó a ser hermano de la Redención cuando era el Beso de Judas y el palio del Rocío lo mandaba Ismael Vargas. Toman fotos con una GoPro y apuntes en una tableta. Redención social.

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