La Hermandad de los Estudiantes celebra un siglo de unión con la Universidad de Sevilla

Cien años de devoción merecen una celebración extraordinaria. La Hermandad de los Estudiantes de Sevilla celebra su centenario, un siglo de profunda conexión con la Universidad de Sevilla. Esta unión se refleja en la fervorosa devoción a las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y de María Santísima de la Angustia, veneradas en la capilla ubicada junto al Rectorado.

Traslado a la Catedral

En la noche del domingo, las imágenes fueron trasladadas en andas hasta la Catedral para un quinario extraordinario en honor al Cristo de la Buena Muerte, obra de Juan de Mesa en 1620.

Quinario en el templo metropolitano

El quinario, que comenzó el martes a las ocho de la tarde, contó con las prédicas de diversos sacerdotes vinculados a la hermandad. El martes, el secretario general y canciller de la Archidiócesis, Isacio Siguero, fue el encargado de dar inicio a esta práctica piadosa. Le seguirán hasta el sábado Manuel Cotrino, párroco del Sagrario; Álvaro Pereira, ex director del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS); el canónigo Antonio Rodríguez Babío; el párroco de la Magdalena, Francisco Román; y el deán del Cabildo Catedral, Francisco José Ortiz, quien presidirá la función principal de instituto el domingo a las once de la mañana.

Regreso a la capilla universitaria

Los titulares de la hermandad serán trasladados de regreso a la capilla universitaria la tarde del domingo, portados en andas por sus hermanos. El traslado de regreso comenzará a las siete de la tarde.

Un vínculo inquebrantable

Este centenario celebra la profunda conexión entre la Hermandad de los Estudiantes y la Universidad de Sevilla, una unión que se fortalece a través de la fe, la tradición y la devoción a sus imágenes titulares.

El solemne quinario recuerda los años (de 1972 a 1982) en que la Hermandad celebró los cultos del Quinario en el primer templo metropolitano con la intención de "poder ofrecer a los universitarios y a los católicos sevillanos en general, la posibilidad de acceder a unos apropiados y remozados ejercicios cuaresmales" en correspondencia a los especiales vínculos que unen el Cabildo Catedralicio con la Hermandad y que fructificaron en la consecución del título de Patriarcal.

Esta designación, es consecuencia de las relaciones establecidas entre la Cofradía y el citado Cabildo, a raíz de la autorización de éste para que pudiera celebrar los Quinarios en la Seo Hispalense. En correspondencia a esta decisión, la Junta de Oficiales acordó nombrarlo, hermano de honor, solicitando formalmente, a finales de los setenta, la carta de Hermandad Capitular. Esta petición fue aceptada por el Cabildo de la Catedral, añadiéndose en septiembre de 1978 en el escudo de la Hermandad la Cruz Patriarcal.