El Señor del Gran Poder: una devoción a prueba de lluvia y viento

El Señor del Gran Poder no ha podido salir esta Madrugá a la calle. Las inclemencias meteorológicas, que están marcando el curso de esta Semana Santa 2024, lo han impedido. No así que muchos de sus fieles hayan guardado un momento en el recuerdo con Él.

Una multitud de personas han pasado en los últimos días por San Lorenzo. Este Jueves Santo, sin ir más lejos, las colas llegaban hasta la Alameda de Hércules a mediodía, lo que ha provocado que miembros de la Hermandad hayan tenido que avisar a los fieles para que no siguieran poniéndose en la fila porque no les daría tiempo a llegar antes del inicio de los Oficios.

Los que han tenido suerte de entrar, han podido ver al Señor del Gran Poder sobre un manto de claveles que, como curiosidad, lleva dos años de un tono distinto al de anteriores Madrugás, "con un color que aporta una tonalidad especial que realza al paso y a la talla".

Multitud de visitas en los días previos a la salida

Desde el pasado Sábado de Pasión, "el Señor ya pisa el suelo de Sevilla", como anunció la Hermandad del Gran Poder a través de sus redes sociales. No han sido pocos los que se han acercado hasta la Basílica de San Lorenzo, a pesar de los días de viento y lluvia, a reencontrarse con una de las devociones más grandes con las que cuenta la Semana Santa de Sevilla.

Estuvo en besamanos desde la jornada anterior al Domingo de Ramos hasta el Martes Santo, en un horario amplio de 8.00 hasta bien pasada la tarde, para que todo el que lo deseara tuviese ese contacto íntimo con el Señor de Sevilla.

En la ciudad, el Gran Poder es una institución más allá de la Semana Santa, "trasciende incluso a Sevilla". Especialmente los viernes, la plaza de San Lorenzo es un trasiego continuo de fieles que se acercan para rezar ante Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, a pedirle por sus preocupaciones más hondas, a tener un rato de sosiego y paz junto a su devoción.

No en vano, la Basílica permanece abierta todos los viernes del año desde las 7.00 de la mañana hasta las 22.00 horas, a excepción de los meses de verano, para que por sus .

Una cita ineludible para Manuel Ruiz de Lopera, fiel devoto del Señor de Sevilla y tristemente fallecido justo en el arranque de esta Semana Santa 2024. De hecho, las cenizas del carismático expresidente del Real Betis Balompié -cuya incineración tuvo lugar este Lunes Santo- ya descansan en la Basílica, junto al Gran Poder. Así, como cada año, esta Madrugá del Viernes Santo volverá a estar junto a él.

El manto y la saya, regalo de Ruiz de Lopera

María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso luce en su palio desde el pasado Miércoles de Pasión, "espléndida, fina, elegante", como destacan desde la Hermandad. Y lo hace con el manto que le regalara precisamente Ruiz de Lopera en 1991.

Como recuerda la Hermandad en su web, la Santísima Virgen posee dos ternos de salida, el del manto y saya granate diseñados a juego con el palio por Rodríguez Ojeda en 1904 y el azul, que corresponden al diseño de Antonio Garduño Navas y a la ejecución por el taller de Fernández y Enríquez en 1991 y que es el donado por Manuel Ruiz de Lopera.

En este caso, "corresponde a un exorno simétrico floral con rocallas en el manto y una gran rama de cardo en la saya".

El Señor, con túnica lisa y las potencias del JHS

Este año, el Señor luce túnica lisa. Una cuestión que genera debate y disparidad de opiniones todos los años, ya que hay quienes ven en esta túnica un reflejo de la humildad y sencillez propia de Jesucristo y quienes consideran que con una túnica bordada se realza su divinidad y realeza.

El año pasado fue la conocida como "túnica de los cardos" -bordada por las hermanas Antúnez y estrenada en 1881- la elegida por la Hermandad para realizar la estación de penitencia. Hay que recordar que Nuestro Padre Jesús del Gran Poder cuenta con un gran patrimonio bordado. De hecho, según refleja en su web, el Señor ha contado con túnicas bordadas desde el final del s. XVII al menos.

De las que se conservan la más antigua es la conocida como “túnica de la corona de espinas”, en referencia a la presencia de este elemento de la Pasión de Cristo entre las trazas vegetales que la conforman, básicamente cardos y acantos que rellenan la cenefa inferior extendiéndola hasta el pecho y el cuello por la espalda, al igual que las bocamangas.

Asimismo, vuelve a lucir las potencias del JHS (Iesus Hominem Salvator-Jesús Hombre Salvador), donación de la viuda de Valero en 1914, que junto a la túnica lisa y el cíngulo amarillo completan la iconografía contemporánea de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. En 2023, llevó las conocidas como "potencias mexicanas" donadas en 1954.