Arranca el II Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular: así ha sido el acto inaugural

La Catedral de Sevilla ha acogido el acto de apertura del II Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular. El acto tuvo lugar en un Altar del Jubileo en el que se encontraba la Virgen de Valme de Dos Hermanas y contó con la presencia de distintas autoridades civiles y religiosas. La sesión comenzó con los sones del himno del congreso compuesto por Manuel Marvizón.

La primera intervención fue la del Nuncio Apostólico en España, Bernardito Cleopas Auza que leyó el mensaje que el Papa Francisco ha enviado a la Archidiócesis de Sevilla con motivo de esta convención y que incluía textos de San Manuel González referentes a la piedad popular. Al finalizar la lectura, el auditorio de la Catedral de Sevilla aprobó las palabras de la máxima autoridad católica con una fuerte ovación.

Seguidamente, el enviado especial por el Vaticano y sustituto de la secretaría de estado de la Santa Sede, el Arzobispo Edgar Peña Perra, pronunció un discurso inaugural del congreso lleno de referencias a Sevilla, a sus hermandades, al camino de la santidad a través de las mismas y a la piedad popular como una realidad viva. Será esta última centro de todos los actos programados.

Un enviado del Papa Francisco que ha tenido una agenda muy apretada que comenzó con la entrega de la Rosa de Oro a la Macarena. El enviado pontificio estableció nexos de unión constantes entre la vida familiar y el sentimiento de pertenencia en una cofradía. “Con la vida en hermandad se puede superar la soledad”, ratificó el arzobispo venezolano. También dio pistas de lo que debe de significar el congreso de este fin de semana para la cristiandad; ya que habló de mantener el atractivo para las generaciones futuras refiriéndose a las hermandades como instrumentos útiles de la Iglesia Católica.

Autoridades eclesiásticas y civiles se dan la mano

Los siguientes interventores fueron el elenco civil del acto. Este bloque lo inauguró el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Francisco Vélez. El mismo hizo alarde de la fuerza de la religiosidad popular como muro de contención del nuevo relativismo y sacó músculo de los avances que las hermandades sevillanas han tenido en los últimos veinticinco años en materias de formación y caridad.

Recalcó la importancia de la procesión de clausura del próximo domingo 8 de diciembre. Por otra parte, el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, catalogó a la ciudad como capital mundial de las hermandades y citó el despliegue municipal sin precedentes que tendrá lugar durante los días del congreso. Los discursos civiles los cerró el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. La máxima autoridad autonómica recordó al añorado José Luis Garrido Bustamante y señaló de nuevo la trascendencia que tiene para Andalucía y para su capital esta cita.

El encargado de cerrar el acto fue el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses que con un acertado discurso recordó las bases y lo celebrado en el I Congreso celebrado hace veinticinco años. Habló de una intención del congreso de llamar a los cristianos a proclamar el evangelio y llamó a las hermandades a dar testimonio de unión y familia. También insistió en la caridad como un pilar fundamental de las hermandades y de la propia cita que la iglesia de Sevilla organiza.

Una cita de primer nivel

Más allá de la procesión de clausura que ha ocupado la actualidad cofrade en los últimos días, el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular congrega en Sevilla un programa muy atractivo de teología y religión enfocadas a las hermandades y demás manifestaciones populares.

Hasta nueve ponencias tendrán lugar en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla participando obispos de primera esfera eclesial como Monseñor Fisichella o Carlos María Galli. Además, celebraciones eucarísticas y conciertos de música sacra completan la programación de una cita de gran interés para el orbe católico.