20 detenidos en Sevilla con más de 7.000 kilos de picadura y hoja de tabaco

La organización criminal se publicitaba en distintas webs y redes sociales, exportando gran cantidad de picadura de tabaco a países extranjeros como Portugal

21 abr 2022 / 10:38 h - Actualizado: 21 abr 2022 / 10:58 h.
"Contrabando","Guardia Civil","Seguridad","Tabaco"
  • Picadura de tabaco decomisado. / Guardia Civil
    Picadura de tabaco decomisado. / Guardia Civil

La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera en investigaciones conjuntas llevadas a cabo por los Equipos de Policía Judicial de la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe, Sanlúcar la Mayor y Lora del Río, junto con los Servicios Operativos de Vigilancia Aduanera de Sevilla y Huelva, han procedido a la detención de un total de 20 personas residentes en las localidades de Sevilla, Bormujos, Umbrete, Castilleja de la Cuesta y La Rinconada, como autores de los delitos de contrabando y pertenencia a organización criminal. A lo largo de las investigaciones se han intervenido más de 4.150 kgs de picadura de tabaco, así como 3.220 kgs de hoja strip de tabaco lista para ser trasformada en picadura.

Las investigaciones fueron iniciadas en el mes de agosto del 2021 tras tener la Guardia Civil conocimiento de la existencia de una organización delictiva que estaba valiéndose de para la remisión de picadura de tabaco. Utilizaban falsos remitentes camuflados bajo nombres mercantiles como boutiques, peluquerías o productos de alimentación, resultando todas ficticias. Tras arduas investigaciones se consiguió ubicar una finca aislada en una zona rural de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, apreciándose una actividad inusual de personas y vehículos que parecía responder a la de cualquier jornada laboral en una empresa, careciendo el recinto de actividad legal y estando registrado como vivienda.

La Organización había adoptado una estructura tipo empresarial en la que cada miembro tenía un cometido específico. La logística era asimilable a la de una gran empresa, donde la facturación ascendía a cientos de miles de euros, llegando a tener distribuida la hoja de tabaco destinada al picado en diversas naves industriales repartidas por distintas localidades de la provincia de Sevilla. De este modo garantizaban el abastecimiento y disminuían perdidas en caso de que una de esas naves fuese producto de la acción policial, contando para ello, con un grupo dedicado a la seguridad de los envíos, utilizando diversos vehículos para las funciones de contravigilancia.

Como parte de su estructura, la Organización contrataba a jóvenes desempleados, para que procedieran a la apertura de cuentas corrientes y vincularan a estas varias tarjetas bancarias. En esas cuentas eran ingresados los productos de las ventas de la picadura de tabaco derivados, a su vez, de otras cuentas bancarias, todas ellas enlazadas entre sí, en una compleja red de intercambio de dinero que saltaba de cuenta a cuenta. La mayoría de esas cuentas eran creadas con identidades usurpadas, dificultando, aún más, que los investigadores pudieran llegar hasta los verdaderos responsables. Varias de las tarjetas vinculadas a esas cuentas fueron halladas durante los registros realizados en poder de los principales miembros de la organización delictiva..

La organización distribuía el tabaco por toda la geografía española e incluso terceros países, siendo uno de sus principales exportadores Portugal. La picadura de tabaco era remitida en pequeños pedidos que, previamente eran adquiridos por terceros vía telefónica o internet. Habiéndose aprehendido por los agentes, varios envíos de 500 kgs de picadura en un solo día por empresa de paquetería utilizada..

Para vincular los contratos de las empresas de paquetería, se valían de identidades previamente usurpadas a terceras personas. Para ello la organización utilizaba DNIs obtenidos mediante fotografía de la documentación enviada por las propias víctimas vía WhatsApp, en ocasiones atendiendo a falsas ofertas de trabajo anunciadas en la red o a la compra de vehículos de segunda mano. Muchas de esas víctimas conocieron de la usurpación tras recibir denuncias efectuadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera por supuestos envíos de picadura de tabaco realizados a su nombre. Algunas de esas denuncias ascendían a 25.000 euros de sanción. Se cifran por decenas los posibles afectados.

Durante la fase de explotación se han realizado 5 entradas y registros y se ha procedido a la detención de 20 personas como autores de los delitos de contrabando y pertenencia a organización criminal. Los agentes además han aprehendido distinta maquinaria para el almacenamiento y procesamiento del tabaco, entre las que se encontraban hasta 13 picadoras de tabaco a pleno rendimiento y 25 cuchillas/rodillos de repuesto. Las labores del tabaco aprehendidas ascienden a una valoración aproximada de 890.000 de euros.La investigación continúa abierta sin descartar nuevas detenciones.

Por todo ello, el Juzgado de Mixto Nº 3 de Sanlúcar la Mayor encargado de las investigaciones, decretó el ingreso en prisión preventiva de los dos líderes detenidos de la organización.