Carmona sufre falta de presión en sus tuberías

La sociedad, vinculada a la Diputación de Sevilla, responde a las quejas de numerosos usuarios con barrabasadas como instalar depósitos en las plantas bajas de las viviendas, entre otras.

Presión máxima en un grifo de una vivienda de Carmona. (Ezequiel García) / Ezequiel García

Ezequiel García

Es un problema que lleva anclado desde hace décadas. Los vecinos del Casco Antiguo y otras muchas zonas de Carmona más allá del centro histórico, padecen desde hace años falta de presión en sus tuberías, pudiéndose incurrir en un posible incumplimiento del artículo 69 del Reglamento de Suministro Domiciliario de Agua en Andalucía, que establece que las entidades suministradoras están obligadas a mantener, en la llave de registro de cada instalación, las condiciones de presión y caudal establecidos en el contrato de acometida o de suministro, admitiéndose una tolerancia de +/- el 20%.

De esta guisa, carmonenses de estas zonas han recibido cartas informativas indicando que esta presión oscila entre 0’9 y 1’2 bares, cuando en algunos contratos aparecen 3 bares. Recientemente, algunos han emprendido quejas y reclamaciones ante dicho organismo del que depende el suministro de aguas de la ciudad de Carmona desde mediados de los 90, cuando entró a formar parte del Consorcio, vinculado a la Diputación Provincial de Sevilla, ya que su segundo de a bordo es el actual presidente del organismo supramunicipal, Fernando Rodríguez Villalobos. Ante tales reclamaciones, las respuestas otorgadas por los técnicos de Aguas del Huesna son, como indican los perjudicados, “auténticas barbaridades”. De hecho, tal como ha podido saber este medio, en una de las misivas se le llega a indicar a un vecino que “si tiene los depósitos instalados en la azotea, es posible que no le entre agua”.

En dicha carta, además, indica que, al encontrarse el depósito distribuidor de agua en El Alcázar, junto al Parador Nacional, en un punto más bajo que algunas viviendas del Casco Antiguo, éstas tienen poca fuerza, algo que no se ha subsanado tras más de 25 años desde que Carmona entrara a formar parte de dicha sociedad pública. Una situación que ha hecho que numerosos ciudadanos de las zonas más altas del centro histórico de la ciudad instalen motores de alto consumo energético o muy ruidosos que succionen la poca agua que llega (en negativo en muchos momentos del día), no pudiendo abastecerse con normalidad si no se instalan. Así las cosas, ya han comenzado a llegar las quejas ante el Defensor del Pueblo Andaluz.

Éste está tomando cartas en el asunto tras la llegada de las mencionadas reclamaciones. Desde la oficina autonómica se le ha hecho saber a los afectados que las quejas se admiten a trámite por reunir los requisitos establecidos en la Ley del Defensor del Pueblo Andaluz y que “se han iniciado las actuaciones ante las entidades correspondientes”. En este sentido, se ha solicitado a la empresa Aguas del Huesna, S.L. que aporte “cuanta información disponga sobre los hechos” que se denuncian.

Igualmente, el organismo que preside Jesús Maeztu sugiere a todos los afectados que acudan “al Servicio de Consumo (adscrito a la Delegación Territorial de Salud y Familias), que podrá emitir una resolución administrativa sobre el adecuado cumplimiento de las condiciones de presión de suministro” en los domicilios.

El ayuntamiento, junto a los vecinos

Desde el consistorio, concretamente desde la delegación de Salud y Consumo, dado que el Ayuntamiento de Carmona sólo cuenta con competencias informadoras y mediadoras en materia de reclamaciones de consumo, están facilitando el traslado de la reclamación a la delegación territorial de Salud y Familias, en concreto a la oficina de consumo.

Ante esta situación, el alcalde de la ciudad, Juan Ávila, ya ha trasladado las quejas de estos ciudadanos al Huesna y ha solicitado que sean valoradas por parte de los servicios técnicos de la empresa suministradora siempre con el objetivo de que sean atendidas sus demandas y seguir mejorando el servicio en la localidad.

Un problema generalizado

En los contratos que Aguas del Huesna mantiene con sus clientes, se afirma en las condiciones generales que la presión en el punto de suministro quedará supeditada a las variaciones y posibilidades técnicas de las redes de distribución. Lo curioso de esta condición general es que indica que, si no se llega a 2 kg/cm2, “se recomienda la conexión de un grupo de presión en la instalación interior del abonado”.

Sin embargo, el DECRETO 120/1991, de 11 de junio, por el que se aprueba el Reglamento del Suministro Domiciliario de Agua, en el capítulo II, artículo 8indica que “la entidad suministradora está obligada, salvo en el caso de averías accidentales o causas de fuerza mayor, a mantener en la llave de registro las condiciones de presión y caudal establecidas en el contrato de acometida o suministro, de conformidad con las prescripciones de este Reglamento”.

Tras casi tres décadas de prestación del servicio, dichas causas de fuerza mayor no están detalladas en ningún reglamento, algo a lo que se agarra la empresa, pero, tal como indican decenas de vecinos afectados, “tiempo han tenido de subsanarlas, pues muchas de las calles por donde discurren estas tuberías han sido completamente renovadas”.

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Como ha indicado uno de los damnificados, desde Aguas del Huesna se limitan “a contestar con nimiedades y escaso o nulo rigor técnico ante un problema que se encalla en el tiempo pero que, si llegara a los tribunales, otro gallo cantaría”. Por ahora, se está intentando agotar la vía diplomática. No obstante, la paciencia de muchos de ellos se está agotando. Y es que, en pleno siglo XXI, aún existen en Carmona centenares de familias que siguen dependiendo de un motor para poder ver correr agua potable sin dificultad en sus domicilios. Increíble, pero cierto.

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