Roma en Sevilla: la plaza más bella y desconocida de la ciudad

Podría pasar por ser una plaza en plena ciudad eterna, en plena Roma, pero lejos de tierras italianas la puedes encontrar en el corazón de Sevilla. Hoy te descubrimos uno de los lugares más hermosos de Sevilla.

Roma en Sevilla: la plaza más bella y desconocida de la ciudad

Roma en Sevilla: la plaza más bella y desconocida de la ciudad / José Manuel García Bautista

José Manuel García Bautista

Se encuentra muy cerca de la Catedral de Sevilla, a pocos metros y es una plaza que destaca por su forma e impresionante espacio porticado. Semicircular, bellamente adornada, con una fuente central, con rica vegetación y típico enlosado.

Es la plaza del Cabildo de Sevilla, conocida en ambientes numismáticos y que fue construida en el siglo XX, estando adosada junto a la antigua muralla, fue parte del viejo Colegio de San Miguel, fundado en el siglo XIII por el rey Alfonso X “el Sabio”. Entrar allí es como hacerlo en otro punto de la ciudad, aislado de sonidos, de bullicio.

Destaca el edificio de tres plantas con impresionantes balconadas y arcos decorados con gusto exquisito por José Palomar. Todo se apoya en columnas de mármol que recuerda el pasado romano de Sevilla y que hace que sea especialmente llamativo.

La impresión que se tiene cuando se está en el centro de la plaza es de estar rodeado, como si la plaza te abrazara, impresionante. Además en el edificio hay una portada que es desconocida y obra del arquitecto Joaquín Barquín Barrón.

Tiene muchísimos detalles, uno de ellos es el que recuerda al orfebre Juan de Arce, maestro que realizó la custodio de la Catedral de Sevilla y que se colocó en el IV Centenario de su nacimiento.

Otros aspectos a destacar de este bello entorno es que ocupa 50 metros de la viaje muralla almohade de 1184 procedente de la sevillana Alcazaba.

Tiene tres accesos, el primero es la puerta frontal frente a la muralla y a la que se accede por el Postigo del Aceite; igualmente tiene otros dos accesos como son el de la calle Arfe y avenida de la Constitución frente a la puerta de la Asunción del templo metropolitano.

Destacan las placas que podemos encontrar en su interior que son conmemorativas y refieren a la fundación de las Escuelas de Latín y Árabe en el año de 1254 o del tremendo efecto del terremoto de Lisboa que se dejó sentir en Sevilla un lejano año de 1755, el 1 de noviembre.

Del Colegio de San Miguel tenemos el edificio en sí, aunque su nombre era Escuelas Generales de Latín y Árabe, más tarde Colegio de San Isidoro “el Cardenal” pues, en 1526, lo creó el Cardenal Alonso Manrique y posteriormente Colegio Seminario de San Isidoro, en el siglo XVII, dedicado al personal de la Catedral y labores auxiliares, la puerta con la típica ojiva es hoy aún visible.

Es uno de los lugares más bellos de Sevilla que todo buen amante de la ciudad -nativo o turista- no debe dejar de visitar.