Yo trabajo en la Feria
"Ser presidente de una caseta es una satisfacción enorme, lo disfruto como nada en todo el año"
Desde finales de año los presidentes y dueños de las casetas empiezan a organizar el montaje de la Feria de Sevilla siguiente para que se viva un "momento maravilloso de comunión de familias y amigos"
Cuando estás en el centro de una caseta, miras a los lados, y ves a la gente bailando, cantando, comiendo y bebiendo, todo parece bajo control. Todo parece perfectamente coordinado. Y eso es gracias a los presidentes y dueños de las casetas. Los que se encargan, desde los meses de invierno, de poner en funcionamiento todos los engranajes para que, desde este sábado, su caseta sea un espacio de comunión entre familiares y amigos.
¿Compensa el tiempo y el dinero invertido? "Claro que compensa. Sin lugar a dudas. Supone esfuerzo, como todo en la vida. Asumes una responsabilidad y tiras para delante. Pero la Feria es la Feria”, responde a El Correo de Andalucía José María Girón, el presidente de Los Liaos (en Ignacio Sánchez Mejías, 76).
Isabel Bores, una de las dueñas de una caseta familiar en la calle Pepe Luis Vázquez, coincide en que "compensa muchísimo". "Cuando crece una caseta y ves que todo se monta... Sabes que le vas a dar mucha alegría a mucha gente", explica a este medio.
La emoción de reunir a seres queridos
Ambos relatan la organización y montaje de una caseta como un proceso en el que vas colocando piezas hasta obtener el resultado final: la satisfacción de diferentes generaciones. “Lo que más me gusta es ver la cara de los socios en el pescaíto, que salga bien la cosa y que te lo agradezcan. Veo a mi padre exultante, a socios de 80 años al pie del cañón...Es el mayor placer que tiene esto", cuenta Girón.
Para el presidente de Los Liaos "es una satisfacción enorme, una alegría maravillosa". Confiesa disfrutarlo "como nada en el año prácticamente". Porque supone "ver la alegría de los niños, de los padres, de gente que se ha criado contigo una semana".
Los dos recuerdan con brillo en los ojos el sentimiento del primer día. Isabel Bores destaca ese instante: "Cuando entramos todos en el pescaíto, piensas lo bonito que ha quedado. Siento ilusión, siento emoción. Nos lo agradecen mucho los socios".
Desde diciembre, con la mente en la Feria
Cuando llegan los meses de noviembre y diciembre, todo el mundo piensa en los polvorones, las comidas familiares y los roscones de Reyes. Pero ellos ya tienen un ojo puesto en el albero y los farolillos. "Desde diciembre ya se empieza a hablar de quién va a cantar", admite Isabel Bores.
Ya a finales de año la planificación de la próxima Feria gana protagonismo en las reuniones y grupos de WhatsApp. "Nos reunimos para ir avisando ya a los socios sobre novedades y cómo va a ser la caseta. Tenemos un grupo y siempre estamos al tanto, comentando lo que sale en la prensa”, explica Girón.
Hay que estar pendiente de que todo salga bien y quieres que la gente está a gusto
Ya desde noviembre comienzan los trámites administrativos, y en febrero, según cuenta la dueña de la caseta de la calle Pepe Luis Vázquez, "ya tiene que estar todo hablado y listo para empezar a montar". "Lo que más me gusta es el montaje, es lo que más se disfruta", destaca.
A partir de ahí, todo sigue su curso hasta las dos semanas previas a la Feria, momento en el que sube la preocupación. "Una barbaridad, es más intenso", cuenta Bores, porque hay que estar "pendiente de que todo salga bien y quieres que la gente está a gusto". Haciendo memoria, afirma poder ir entre tres y cinco horas al día para revisar todo.
Un trabajo en equipo
"Sin Enrique García, secretario y Javier Colomer, tesorero, no podría hacer nada. Son personas que siempre he querido y me lié la manta a la cabeza", destaca José María Girón, que define en dos palabras lo que significa para él estar al frente de una caseta: "Un orgullo, una responsabilidad".
No deja pasar la oportunidad para precisar que "es un trabajo en equipo", en el que tienen un papel fundamental los caseteros, personas que ayudan y asesoran, contactos dentro del Real, etc. "No es inabordable con un poco de organización. Es mucho trabajo, pero no tanto repartido a lo largo del año".
Es mucho trabajo, pero no es inabordable con un poco de organización
En el caso de la caseta familiar de Pepe Luis Vázquez, Isabel Bores la lleva junto a su padre y su hermana. Y desde hace más de 30 años siempre acuden al mismo casetero, ya de confianza, aunque ella no puede quedarse al margen y asegura estar "muy metida en el montaje".
Por supuesto, además de inversión de horas, hay una inversión económica, que se compensa con las cuotas que paga cada socio. "Voy todos los días. El dinero de las vacaciones de verano nos lo gastamos en Feria”, confiesa Girón. Como sucede muchas veces, solo lo entiende quien lo vive, y si no, siempre se puede recurrir a un consejo familiar: "Como decía mi abuela, sarna con gusto no pica”.
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