Feria de Abril

De menos a más: el Lunes de Feria da un "respiro" tras dos jornadas de récord

Un Real sorprendentemente vacío a mediodía se ha ido llenando poco a poco en el primer día laborable de la edición de 2024 de la Feria de Abril, que podría ser la última con el actual formato

El calor ha hecho presencia en las calles del Real, donde los abanicos han sido protagonistas. / Jorge Jiménez

Clara Campos

A las 14.00 horas, el Real de Los Remedios parecía una suerte de páramo, y no solo por el calor. En la portada, había hasta hueco para hacer la típica fotografía sin que se colara ningún extraño. Una imagen sorprendente si se compara con las dos jornadas anteriores, que han marcado récord en un evento que no para de pulverizar su marca año tras año.

No se veían ni niños -hoy tenían que ir al cole-, ni muchos jóvenes -algunos de ellos recuperándose de los excesos del fin de semana-, ni turistas en un día en el que a la inmensa mayoría de sevillanos, además, les tocaba trabajar. Hasta los resbalones de los caballos sonaban con eco en las principales calles del Real, como Joselito El Gallo. Unas calles, por otro lado, impolutas, donde el trabajo de la plantilla de Lipasam reluce a pesar de la gran bulla del domingo.

Paseo de caballos tranquilo

Un paseo de caballos bajo mínimos hacía fácil el transitar a los más tempraneros. Atravesar la Feria de punta a punta no costaba más de 20 minutos, una cosa impensable apenas unas horas antes, en un domingo de Feria donde la afluencia de público marcó un nuevo máximo histórico. Y los aparcamientos del entorno del Real, a muy baja ocupación.

A pesar de ello, llegar hasta el Real era un tormento, de los que te hacen pensar si volver a pisar el albero o no en los próximos días. El de la movilidad se está desvelando como uno de los grandes problemas en un año marcado por los comentarios en las conversaciones sobre el referéndum en torno al formato de la Feria. Este podría ser el último lunes completo, en el caso de que la fiesta vuelva al calendario tradicional, donde el Pescaíto y el Alumbrao eran los grandes protagonistas de la jornada.

No en vano, hasta la dirección del Metro de Sevilla ha tenido que salir al paso en la mañana de este lunes para pedir disculpas por las imágenes de las colas eternas en las principales paradas de Los Remedios y del Aljarafe vistas durante el fin de semana.

En este contexto, los trabajadores del Metro han mostrado su malestar por las situaciones que han tenido que vivir, con enfrentamientos con los usuarios, hartos de esperar por tiempo indefinido para volver a casa. En la tarde del lunes había agentes de la Policía Nacional a las puertas del metro de Plaza de Cuba, una de las más concurridas estos días.

Agentes de la Policía Nacional, en la parada de metro de Plaza de Cuba. / Manolo Ruiz

También para llegar en autobús ha habido que echarle paciencia. Si bien es cierto que Tussam se desvela como el método más fiable para llegar hasta el Real -en los taxis hubo colas interminables el domingo hasta en las supuestas horas valle-, se tardaba bastante más de una hora en el C2 desde la Macarena hasta el Real desde primera hora de este lunes, cuando aún no había gran afluencia de público a la Feria de Abril.

Las recepciones animan el Real

Lo que animaba las casetas a primera hora eran las recepciones oficiales. El primer día laborable de la Feria de Abril de 2024 ha servido para dar el pistoletazo de salida a los encuentros profesionales. Han sido muchas y se han repartido por todo el Real. Desde la celebrada por la Asociación de Empresarios del Sur de España (Cesur), hasta la del Colegio de Economistas de Sevilla o el de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla (Cogitise), pasando por la de la Autoridad Portuaria o la de la Policía Nacional -donde se ha dejado ver la actual presidenta de Paradores de Turismo de España y exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, acompañada por el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández.

Raquel Sánchez paseo junto a Javier Fernández en el Real / Jorge Jiménez

En el caso de la caseta municipal, los protagonistas han sido los medios de comunicación y representantes de los mundos de la cultura y el deporte, que han sido recibidos por el alcalde, José Luis Sanz. Entre las caras conocidas que se han dejado ver por la gran caseta de Pepe Luis Vázquez estaban Los compadres, la cantaora Esperanza Fernández o el pianista flamenco Pedro Ricardo Miño.

´Los Compadres` en la caseta municipal. / Jorge Jiménez

Del mundo de las artes escénicas, han hecho acto de presencia Marta Velasco, presidenta de la Academia de Cine de Andalucía; la actriz Paz Alarcón; el coordinador del Festival de Cine de Sevilla, Manuel Cristóbal; Piluca Querol, directora de Andalucía Film Commission, o José María Roca, director de Imperdible Artes Escénicas. El galerista Rafael Ortiz o Pablo Gutiérrez-Alviz y Conradi, director de la Academia Sevillana de Buenas Letras también acudieron a la cita en la caseta municipal.

Esperanza Fernández en el Real / Jorge Jiménez

En el mundo del deporte, han asistido el director de comunicación del Sevilla Fútbol Club, Álvaro Ramírez o José Miguel Prieto, exfutbolista y gerente del Club Baloncesto Sevilla Femenino, entre otros.

Por otro lado, Cristina Peláez, concejala de VOX en el Ayuntamiento de Sevilla, ha actuado como cicerone de sus dos compañeros de partido Jorge Buxadé, eurodiputado, y Pepa Millán, portavoz de la formación política en el Congreso de los Diputados.

La tarde, tranquila

El ambiente se ha ido viniendo arriba a medida que pasaban las horas, aunque ni mucho menos al nivel de los dos días anteriores. Los aparcamientos se iban llenando -aunque no hasta el 100%- y las calles estaban más concurridas a partir de las 19.00 horas, una vez concluida la jornada laboral de muchos sevillanos y terminada las clases de los más pequeños.

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Tarde del Lunes de Feria en el Real. / El Correo

Unos pequeños que han podido disfrutar de una Calle del Infierno sin colas, aunque sus padres han tenido que padecer los precios desorbitados: hasta siete euros por cacharrito, nada asequible para todos los bolsillos.

Los cacharritos en la Calle del Infierno, a siete euros en algunos casos. / El Correo

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