La Feria de los récords se acerca a su fin: día de incombustibles y de sevillanos de la provincia

La menor afluencia del jueves hacía presagiar, como en ediciones anteriores, que el último fin de semana poco tiene que ver con los primeros días de la Feria de Abril. "Esto no hay cuerpo ni bolsillo que lo aguante", reconoció hace poco el alcalde de la capital andaluza, José Luis Sanz. Decenas de miles de sevillanos y visitantes pisaron el albero del Real el Sábado de Pescaíto, el domingo o el lunes, pero ya son menos los valientes que se anudan la corbata y las que se preñan la flor en el pelo.

Se notó una mayor la afluencia de vecinos de los pueblos de Sevilla, con más ajetreo en estaciones de trenes como la de San Bernardo, parada común de los Cercanías, la presencia de más guiris recorriendo el Real con bermudas y mochila a la espalda, familias que aprovechaban para llevar a los niños en un día más tranquilo y personas mayores que se daban su paseíto, incluso se vieron excursiones.

Las últimas jarras de rebujito, los últimos bailes y cantes, los últimos platos de tortilla, los últimos paseos en coches de caballo, los últimos trajes de gitana pasando por debajo de la portada o los últimos servicios de limpieza en el Real. Todo tiene aroma de despedida, antes del colofón final de este sábado.

Si bien las aglomeraciones y las colas en las paradas de taxi, autobús y metro fueron protagonistas en el arranque de la Feria, revelando graves problemas de movilidad, la situación en los aledaños de la Feria ha girado hacia la "tranquilidad" y la "normalidad", según han insistido de manera reiterada los delegados de Fiestas Mayores y Seguridad, Manuel Alés e Ignacio Flores, en los últimos balances. Pero la de 2024 no solo se recordará por la ausencia de incidentes graves: si por algo ha destacado esta edición es por la cantidad de "récords" que se han batido en esta semana.

Una Feria que "pasará a la historia"

"Afrontamos la recta final de una Feria de récord. Pasará a la historia como la más multitudinaria y segura", afirmaba este viernes Alés. Desde el Ayuntamiento de Sevilla, todo son palabras de orgullo ante la primera Feria de Abril que ha organizado este equipo de Gobierno. "Aunque hay cosas que mejorar, las medidas han sido un éxito absoluto", valoraba el delegado.

El primer fin de semana dejó la primera cifra destacada, con hasta 19.000 visitantes más que acudieron al Real el pasado domingo frente al 2023, algo que también se ha trasladado al transporte. Este viernes se alcanzó el millón de usuarios en autobuses de Tussam con motivo de la celebración de la Feria, un 9,4% más con respecto a este mismo día en 2023.

Aunque con el paso de los días, la afluencia y el tráfico ha ido disminuyendo. El día previo al fin de semana amanecía con poca actividad en el barrio de Los Remedios. Turistas extranjeros y de otros puntos de España, familias con niños o excursiones de personas mayores hacían acto de presencia haciéndose fotos en la portada, subiéndose en coches de caballos o haciéndose fotos junto a las casetas, lo que daría paso a una tarde y noche similar a las anteriores.

Menos incidencias y más consumo

Ya lo resaltó hace unos días el delegado de Fiestas Mayores: "El análisis es demoledor. Más gente, más consumo y menos incidentes". El uso de los drones y los agentes desplegados han conseguido reducir al mínimo las incidencias, los botellones en la calle del Infierno, la venta ambulante o los problemas de los primeros días en las paradas de taxi.

Entre los "éxitos" que también se apunta el Ayuntamiento están la novedad de los agentes tutores o la ampliación de la luz a las 5 de la mañana como claves para la reducción de las intervenciones. Las riñas y reyertas se han reducido en más de un 50%, pasando de 227 a 111 hasta este 19 de abril, según un comunicado emitido por la Subdelegación del Gobierno en Sevilla.

Desde el inicio de la aplicación del Plan Especial de Limpieza para la Feria de Abril, desde el sábado hasta este viernes, ya se llevan recogidos 1.413.790 kilos, 8,2% más que en 2023. La colocación de puntos de recogida de residuos en diferentes puntos del Real ha sido clave, facilitando la labor a los empleados de las casetas a la hora de desalojarlas de basura.

Y se han retirado más residuos que nunca en buena parte porque este año en el Real se ha bebido y comido como en ninguna otra Feria. El miércoles ya se había igualado el consumo total de la edición de 2023, tal y como anunció Manuel Alés. Todo lo que se ha despachado después en las casetas, “va a incrementar el dato del año pasado”.

Solo quedan unas horas para que el cielo sevillano se ilumine con los fuegos artificiales. Cuando exploten, se pondrá fin a una fiesta "histórica", según el Ayuntamiento. Salvados los problemas iniciales de movilidad, parece que solo han quedado los tan sonados récords. Habrá que esperar a la de 2025 para comprobar si Sevilla es capaz de superar los datos de la Feria que está a punto de terminar.