SOLDADITA MARINERA

La versión feminista de 'Soldadito marinero' perdida en el Metro de Sevilla

A diferencia de la 'Mariela' de Fito & Fitipaldis, "que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas", la soldadita marinera de esta historia conoce a un cantautor "que tenía los ojos tristes y un mal gestionado poliamor"

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla / Ana Ordaz

Ana Ordaz

Ana Ordaz

Un cuarto de folio mal doblado y pisoteado en una esquina del Metro de Sevilla escondía una sorpresa. Una versión muy particular de la mítica canción Soldadito marinero, uno de los himnos de Fito & Fitipaldis, que alguien perdió —o tiró— por el camino.

En esta adaptación tan personal, la autora o autor de la letrilla cambia al protagonista de la historia. El famoso soldadito de Fito & Fitipaldis pasa a ser una soldadita marinera, que en lugar de 'caminar despacito' lo hace rápido porque "la vida le aprieta". No lleva "en su brazo con cuidado dobladita la chaqueta", como el marinero, sino "escondidita con esmero una herida abierta".

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla / Ana Ordaz

En vez de conocer a una sirena, la soldadita de esta historia conoce a "un tritón, de esos que te llaman 'nena' cuando andan de bajón".

A la protagonista de este relato no la sorprende el temporal ("sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta") sino el paso vertiginosos de los años: "Sin saber cómo ha pasado te han cogido ya los treinta".

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla

Versión feminista de 'Soldadito marinero' encontrada en el Metro de Sevilla / Ana Ordaz

En vez de a la 'Mariela' de Fito, para olvidar al "tritón" que le rompió el corazón, la soldadita de esta versión conoce "a uno de canción de autor". A diferencia de Mariela, "que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas", el cantautor de esta historia "tenía los ojos tristes y un mal gestionado poliamor".

Algo sí tienen en común el soldadito marinero original y la soldadita marinera de esta versión: no les va nada bien en el amor. El primero "no se arrima a una buena" y la segunda "no se arrima a uno de condición".

Versión feminista de 'Soldadito marinero'

Ella no camina despacito porque la vida le aprieta,

en su regazo escondidita con esmero una herida abierta,

luego pasa por la calle donde las chavalas ronean,

ella también quiso ser niña pero se la comió una fiera.

Soldadita marinera conociste a un tritón

de esos que te llaman 'nena' cuando andan de bajón

escogiste al más canalla y al menos pachón,

sin saber cómo ha pasado te han cogido ya los treinta.

Ella quería enrolarse en otro barco y olvidar a su tritón,

la verdad, no resultó complicado cuando conoció a uno de canción de autor,

que tenía los ojos tristes y un mal gestionado poliamor.

¡Hay que ver qué ojito tienes,

no te arrimas a uno de condición!