Educación
Seis de cada diez jóvenes sevillanos sienten miedo irracional a separarse de su teléfono móvil
La tesis de un inspector de educación sevillano, con entrevistas a 2.400 alumnos de tres centros educativos de la capital, revela la relación entre la aceptación social de los adolescentes en su clase y el uso del teléfono: un 26% de los niños entre 11 y 13 años acaban sufriendo dependencia de pantallas
La Junta de Andalucía ya ha abierto el proceso de participación pública para cambiar los decretos de funcionamiento de los centros educativos, que permitiría la prohibición del uso de los dispositivos en las aulas en los primeros cursos de la ESO
Samuel Crespo, inspector de educación de Sevilla, lleva años investigando los riesgos del uso de teléfonos móviles en las aulas. Los resultados más llamativos de su tesis, Adolescencia, violencia y redes sociales virtuales: un análisis psicosocial, fueron difundidos recientemente en la jornada Conectados y ¿protegidos? Defiende a tus hijos de los riesgos de las redes en Sevilla, organizada por el Grupo de Previsión Sanitaria Nacional.
Entre las conclusiones más preocupantes, alrededor del 65% de los escolares que participaron en su estudio presentan nomofobia a partir de los 14 años. Crespo ha trabajado con una muestra de 2.400 alumnos de tres centros educativos públicos y concertados "para garantizar que fueran perfiles variados procedentes de distintos tipos de familias y barrios".
Este término, acuñado en 2009 en Reino Unido, describe el miedo irracional de los niños y jóvenes a estar separados de sus teléfonos. Según Crespo, "es una fobia a estar lejos del móvil, una intranquilidad irracional por estar potencialmente perdiéndote algo de lo que ocurre en las redes sociales".
Dependencia a las pantallas
Otra dato especialmente relevante de la tesis de Samuel Crespo es la relación entre las habilidades sociales, la aceptación percibida de los niños en sus clases, con la dependencia que establecen con sus móviles. Un 26% de los niños entre 11 y 13 años que han participado en este análisis acaban sufriendo dependencia de las pantallas, ya que compensan esas deficiencias sociales con un uso desmedido de sus dispositivos.
Un 26% de los niños entre 11 y 13 años acaban sufriendo dependencia de las pantallas
Según otras publicaciones recientes en este ámbito, como El Impacto del uso de móviles en la adolescencia, de Unicef, la restricción de los móviles (no llevarlos o tenerlos apagados) mejora la convivencia, disminuye el riesgo de acoso y reduce las distracciones en los centros educativos.
“Dependiendo de varios factores, un alumno puede tardar entre 5 y 9 minutos en volver a prestar una atención después de una notificación de su teléfono, aunque lo tenga en la mochila. El daño en el aula es grande”, sostiene Crespo.
Escaso control parental
La radiografía andaluza de Unicef señala que los niños acceden a su primer móvil a los diez años. El teléfono es la principal vía para conectarse a Internet del 95%. Paradójicamente, la organización llama la atención sobre la escasa supervisión parental: sólo el 23,6% de los adolescentes señala que sus padres les pone algún tipo de normas o límites sobre el uso de Internet y/o las pantallas.
Por todo ello, la regulación de los teléfonos móviles en las aulas está siendo muy debatida en todas las comunidades autónomas. Algunas de ellas, como Castilla la Mancha, ya los han prohibido. La Comunidad Valenciana se une a Andalucía en el estudio de cómo limitar su presencia en horario lectivo y ha anunciado la prohibición de su uso esta misma semana.
Castilla la Mancha ya ha prohibido el uso de teléfonos móviles en los centros. Ahora la Comunidad Valenciana se une a Andalucía en limitar su presencia en horario lectivo
Andalucía ampliará las restricciones
En el caso andaluz, solo cuatro meses después de la instrucción de la Junta de Andalucía que limitaba el uso de los móviles en los colegios e institutos de la comunidad, el Gobierno autonómico ya ha abierto el proceso de participación pública para la modificación de los decretos de funcionamiento de los centros educativo, para poder prohibir su uso en los primeros dos cursos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
La norma aprobada por el momento establece que los teléfonos no se podrán utilizar en horas lectivas, recreo ni actividades complementarias o extraescolares, salvo que esté expresamente previsto en el proyecto educativo del centro para determinados momentos con fines didácticos y criterios pedagógicos debidamente justificados.
A este respecto, el último dictamen del Consejo Escolar de Andalucía, publicado el pasado mes de marzo, hace hincapié en que "el fracaso escolar y el bajo rendimiento académico son consecuencia, en muchas ocasiones, de un número excesivo de horas de exposición a dispositivos digitales y teléfonos móviles, siendo estos un elemento de dispersión y distracción en el aula que perturba los procesos de enseñanza y aprendizaje".
Algo que comparte la plataforma ciudadana Adolescentes Libres de Móviles, con presencia también en la comunidad andaluza, que aboga por centros escolares sean espacios libres de móviles.
Formar a las familias y al profesorado
La Consejería de Desarrollo Educativo también ha anunciado que ofrecerá a lo largo del segundo y tercer trimestre del presente curso escolar programas formativos específicos para docentes y equipos directivos sobre educación en seguridad y privacidad digital. Además, se impartirán jornadas para familias sobre el uso seguro y responsable de internet, dispositivos móviles y redes sociales.
Para Samuel Crespo, la instrucción de finales de año del Gobierno andaluz acierta al sustentarse en dos pilares: la formación a las familias y al propio profesorado. "Solo prohibiendo no se avanza en esta materia", apunta. "El tiempo es oro. Es necesario poner límites y establecer pautas progresivas desde las edades más tempranas y que se realice un acompañamiento de las familias, que deben ir ampliando la confianza en los jóvenes", subraya.
Es necesario poner límites y establecer pautas progresivas desde las edades más tempranas y que se realice un acompañamiento de las familias
500 casos de acoso en las aulas andaluzas el curso pasado
Este viernes se han conocido también los datos de acoso escolar en Andalucía, en el que cada vez están más involucrados el uso de los teléfonos y el tipo de contenidos que comparten los adolescentes. La Consejería de Desarrollo Educativo registró, a través de su programa Séneca, 2.700 activaciones por acoso el pasado curso, de las que 500 fueron confirmadas.
La Consejería de Desarrollo Educativo registró a través de su programa Séneca 2.700 activaciones por acoso el curso pasado, de las que 500 fueron confirmadas
Entre los principales riesgos identificados por chicas y chicos en su experiencia en el entorno digital están el ciberacoso, el contacto con extraños, sentirse discriminados o excluidos, el chantaje y la sextorsión, o el acceso a contenidos inadecuados para su edad, según expone Unicef.
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