Un Rocío distinto
La "economía circular" del Rocío del Cerro: la hermandad apoya a más de 60 familias gracias al rastrillo de las vecinas
María José Gil, hija de los dueños de la pollería del mercado de abastos del Cerro del Águila, impulsó un rastrillo solidario hace dos años para aportar su granito de arena a la Hermandad del Rocío del Cerro al mismo tiempo que se apoya al comercio local del barrio
Más de 20 vecinas de la zona se ocupan actualmente de un mercadillo de objetos de segunda mano, a través de la que se recaudan los fondos para vales de comida de los puestos del mercado de abastos
Las voluntarias del rastrillo solidario del Cerro del Águila con un cuadro de la Virgen del Rocío, regalo de la hermandad por su ayuda en la obra social. / El Correo
En un barrio en el que se conocen todos, en los preparativos previos a la romería de El Rocío de este año, en la Hermandad del Rocío del Cerro del Aguila de Sevilla se han vivido momentos especialmente emotivos, como la donación de las puestas de las flores por parte de un hermano que ha atravesado momentos difíciles en su familia, o la presentación de su cartel, la Fuerza del Cerro, del pintor cerreño José Cabrera Lasso de la Vega, que recuerda el paso de las carretas por su colegio del Matadero. Uno de los momentos más emblemáticos de la salida de esta hermandad en su barrio.
No obstante, Fernández tiene claro que la fuerza de esta hermandad es su obra social. A las populares colonias de verano con más de un centenar de niños y niñas de familias desfavorecidas de los barrios aledaños al Cerro, como La Candelaria o Su Eminencia, a los que apoyan sufragando su estancia en la casa hermandad de La aldea rociera, se une la iniciativa surgida de la mano de una placera del Mercado de Abastos del barrio.
Cartel de la Hermandad Rocío del Cerro del Águila 2024, 'La fuerza del Cerro' / José Cabrera Lasso de la Vega
Apoyo al comercio local ayudando a familias sin recursos
María José Gil irradia entusiasmo, ganas de cambiar el mundo y ayudar a su barrio cuando explica como surgió un particular rastrillo solidario, que en solo dos años, cuenta con un local permanente y asiste a 60 familias con problemas económicos, a la vez que beneficia a los comerciantes de la plaza que la vio nacer. "Yo siempre hablo de la economía circular del Cerro", así explica Gil la solidaridad y la red de apoyo que existe en el Cerro entre vecinos y comerciantes.
"Yo he pasado 25 años de mi vida en ese mercado y he visto cómo se venía abajo. Ya quedan muy pocos puestos. De manera natural, pensé que nos podíamos ayudar mutuamente. Por un lado, a través de la venta de objetos de segunda mano recaudamos dinero para la hermandad, y a su vez se distribuyen esos fondos a través de vales de carne, pescado, frutas, verduras de la plaza", sostiene.
Yo he pasado 25 años de mi vida en ese mercado y he visto cómo se venía abajo. Ya quedan muy pocos puestos. De manera natural, pensé que nos podíamos ayudar mutuamente
Más de 20 vecinas voluntarias en dos años
Todo empezó con la enfermedad de su madre. En 2022 tuvo que vaciar algunas habitaciones de su casa: "Tenía un montón de cosas y un local vacío debajo del piso, porque tuvo que cerrar el negocio que había antes por la pandemia", describe. "Como fue tan bien la cosa, al final empezó a animarse gente y ahora somos como 20 voluntarias", añade.
Justo esta semana, en los preliminares de las salidas de las carretas, este grupo de amigas se han reunido para celebrar su efeméride y el éxito de esta iniciativa. En su popular cuenta de TikTok, que ya tiene 3.000 seguidores, María José va informando periódicamente de todos los avances: la llegada de nuevo género, las donaciones, las visitas. Este mes de abril, por ejemplo, hacía entrega a Cáritas de la parroquia de los vales de 500 euros para las compras en el mercado.
María José es una gran comercial de su rastrillo: "Tenemos 200 metros cuadrados de local con cosas de todas las vecinas. Abierto al público todos los días. Al principio solo abría yo un ratito". "Ahora nos pueden visitar de 12 a 14 horas, la hora que pueden las amas de casa, y de 18.30 a 20.30 horas, para las que trabajan por las mañanas y pueden hacer turnos de tarde", afirma.
Entrega de los vales de la charcutera del mercado de abastos del Cerro del Águila a la voluntaria del rastrillo solidario. / El Correo
Esta mujer, hija de placeros y mujer de uno de ellos, se afana en aclarar que en este rastrillo caben todos: "Aquí hay hermanas de la Hermandad del Rocío, de la Hermandad de Penitencia, personas de otras religiones y gente que no forma parte de ninguna hermandad", asegura.
Aquí hay hermanas de la Hermandad del Rocío, de la hermandad de penitencia, personas de otras religiones y gente que no forma parte de ninguna hermandad
"A Antoñito, el hermano mayor, lo conozco desde chico del barrio. Tenemos una relación muy estrecha. El local está además enfrente de la casa hermandad y muy cerquita del mercado. Cuando salen las carretas siempre se hace ofrenda floral de la asociación de comerciantes. Es muy bonito", concluye.
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