Familia

Canguros de la Universidad de Sevilla: así te ayudan a cuidar de tus hijos, qué es y cómo solicitarlo

En su plan de conciliación, la Hispalense se ofrece como intermediadora entre alumnos y padres para el cuidado de los más pequeños

Imagen de una guardería.

Imagen de una guardería. / EFE

Victoria Flores

Victoria Flores

Cuidar niños, limpiar, ofrecer clases de apoyo... Aunque muchos no lo sepan, la Universidad de Sevilla ofrece un servicio de canguros para toda la comunidad universitaria. Cientos de estudiantes de la Hispalense ofrecen sus servicios de cuidados gracias a la Bolsa Universitaria de Canguros (BUC) de la US.

El sistema es muy sencillo. Los usuarios, tanto los canguros como las familias, se registran en una aplicación móvil y el sistema envía todos los datos a los encargados de la Universidad de Sevilla. Una vez cuentan como inscritos, desde la institución hacen una entrevista personal para conocer el perfil de los candidatos y hacer un primer filtro. Quienes pasan esta criba se muestran en la aplicación a los demandantes. La persona de la comunidad entra en la plataforma, ve los perfiles y se puede poner en contacto con ellos.

El servicio se enmarca en los planes de conciliación de la Universidad de Sevilla y quienes lo necesiten solo tienen que rellenar un formulario y escoger a los candidatos que se adecúen más a sus necesidades. Llama la atención que la mayoría de demandantes de este servicio no son Personal Docente e Investigador (PDI) o Personal de Administración y Servicio (PAS) de los centros de la US, sino que son los propios alumnos de la hispalense quienes más demandan canguros universitarios. Durante este curso han solicitado este servicio 43 personas, de las cuales 21 son alumnos de la universidad, 13 son PDI y seis miembros del personal de administración de alguno de los centros de la US.

Los servicios van desde el cuidado a los idiomas

Los padres seleccionan a los canguros que más les gustan y pueden tener entrevistas personales con ellos. En realidad, la Universidad ejerce como intermediaria entre ambas partes. Una vez que los demandantes se decanten por unos candidatos son ambas partes quienes tienen que acordar un contrato. A diferencia de lo que suele ocurrir en muchos casos con los trabajos de cuidados, desde la Universidad de Sevilla obligan a los contratantes que cumplan con las condiciones laborales y de seguridad y salud existentes. "No hemos tenido ninguna queja al respecto por el momento", asegura Agustín Luque, Director del Secretariado de Servicios Sociales (SACU) de la US, a este periódico.

Si bien la mayoría de canguros se dedican al cuidado de niños y hogar. Muchos estudiantes ofrecen también acompañamiento a centros escolares, apoyo en tareas de los menores, clases de idiomas e incluso servicios de au pair, ya que hay alumnos Erasmus que han participado en este programa.

No tenemos personal de Medicina que se hay hecho canguro

Agustín Luque

— Director del Secretariado de Servicios Sociales

Aunque los demandantes no tienen un perfil concreto, sí que lo tienen los cuidadores. Las canguros son estudiantes matriculados en carreras del ámbito social y jurídico. Desde el SACU, "sorprende" que los alumnos de carreras de cuidados, como los son Enfermería o Medicina, no se proponen para estos servicios. "No tenemos personal de Medicina que se haya hecho canguro", reflexiona el encargado.

Cae el número de canguros

2021 fue el año en el que más personas se inscribieron en este servicio. En la actualidad, hay 157 canguros inscritos, 19 de ellos se han incorporado a la lista en este curso, todas fueron chicas. Es un hecho claro, el servicio, como acostumbran la mayoría de trabajos relacionados con los cuidados, está feminizado. Este año no ha entrado ningún chico y el curso pasado solo entro uno.

En los años tras la pandemia, el número de inscritos para participar en este servicio han caído. "Tras el Covid se perdió mucha información y, aunque lanzamos píldoras informativas, es muy difícil llegar a la comunidad", explica Luque. El director del SACU sostiene también que "es muy difícil llegar a la comunidad" y lo achaca a una menor participación de los alumnos en la vida universitaria institucional, ya que, según defiende, "también hay menos becarios en los departamentos".