El Ayuntamiento anula el concurso público para organizar el Festival de Cine a tres meses de su inauguración

La celebración del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) vuelve a estar envuelta en problemas este 2024, cuya edición está prevista del 8 al 16 de noviembre. Si el año pasado ya estuvo a punto de no celebrarse en las fechas previstas -no solo por plazos administrativos sino por voluntad política- y finalmente se llevó a cabo en formato reducido tras la presión ejercida por el sector del cine y los espectadores del certamen, en esta ocasión el escollo está, una vez más, en la burocracia, en concreto, en el concurso público para la contratación de las diferentes áreas para su organización y puesta en marcha.

A tres meses de su inauguración, el Ayuntamiento de Sevilla, a través del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), ha desistido la licitación del concurso que permite desarrollar una de las citas culturales más señeras de la capital hispalense que este año llega a su 21ª edición.

Así lo refleja la publicación realizada por el ICAS en la plataforma de Contratación del Estado, como se ve en la imagen de abajo.

¿Cuál es el motivo de esta dilación administrativa?

Con fecha 7 de agosto, el secretario general del ICAS firma el desistimiento de la licitación del contrato para la organización técnica del Festival de Cine Europeo de Sevilla en las ediciones correspondientes a 2024 y 2025, que asciende a 1,7 millones de euros (con impuestos) y que incluye la contratación del personal necesario para las áreas de coordinación, audiencias, la producción o los requisitos técnicos necesarios para hacerlo factible.

¿El motivo? Según se lee en la propia resolución municipal, se han "detectado errores aritméticos en la suma de los importes correspondientes a diferentes conceptos de servicios técnicos" de las ediciones 2024 y 2025, "que afecta al total del importe asignado y acordado", por lo que "deviene la correcta ejecución" de lo establecido en el contrato.

En concreto, el pliego de prescripciones técnicas para la contratación del servicio de organización técnica del Festival de Cine Europeo para las ediciones de 2024 y 2025 desglosa, en 34 páginas, las necesidades del evento. Entre otros aspectos, el pliego prevé la gestión de los espacios donde se celebra el festival, las personas que van a trabajar en el evento -un total de 105, según el pliego de licitación-, los contenidos cinematográficos, el control técnico de las proyecciones o la gestión de los participantes y también de las audiencias, entre otras cuestiones. Cada una de estas áreas tiene una valoración económica, al hacer el sumatorio de las áreas no coincide con el importe total a licitación. Un error administrativo que se ha pasado por alto desde la fecha en que el director del SEFF, Manuel Cristóbal, firmó el pliego, el pasado 25 de junio.

El error: cada una de las áreas descritas en el pliego de contratación tiene una valoración económica, al hacer el sumatorio de cada una no coincide con el importe total a licitación

De hecho, los plazos ya eran bastante ajustados antes de este desistimiento. El plazo de presentación de las ofertas no finalizaba hasta el 2 de septiembre, es decir, con apenas dos meses de margen para la celebración del Festival. Ahora la incertidumbre se cierne sobre esta cita cultural, más si cabe teniendo en cuenta que la resolución incluye anular los documentos contables correspondientes a las aplicaciones presupuestarias afectadas. Es decir, hay que empezar de cero, tendrán que volver a pasar por intervención y los plazos son tozudos.

Para el Ayuntamiento "todo entra dentro de la normalidad"

Desde el Ayuntamiento de Sevilla, a consultas de El Correo de Andalucía, "todo entra dentro de la normalidad" y la devolución del pliego "no supone ningún impedimento para la organización" del certamen que dirige desde el año pasado Manuel Cristóbal, productor que se hizo con las riendas del SEFF en octubre de 2023 en un momento crítico: tras la baja de Tito Rodríguez, que vino a sustituir meses antes a José Luis Cienfuegos quien, tras casi una década al frente del festival logrando las más altas cotas de internacionalización y excelencia del festival, pasó a ocupar la dirección de la Seminci de Valladolid. Manuel Cristobal llegó también en pleno polémico desembarco en el área de Cultura de Minerva Salas, a la postre relevada de sus funciones un año después por el alcalde José Luis Sanz, y que se estrenó en el cargo con el cierre del Teatro Lope de Vega, histórica sede del SEFF y de la Bienal.

Según fuentes municipales, la "intención" del ICAS es que "esta misma semana" se pueda publicar el concurso para que las distintas empresas interesadas que cumplan los requisitos de contratación presenten sus propuestas. Y una vez resuelto el concurso, sea la empresa privada seleccionada la que se encargue de la contratación del grueso del personal y de los soportes técnicos para el festival.

La "intención" del ICAS es que "esta misma semana" se pueda publicar el concurso para que las distintas empresas interesadas que cumplan los requisitos de contratación presenten sus propuestas

Todo ello a pesar de que el pasado 29 de julio -fecha que coincide con la publicación del pliego en la plataforma de Contratación del Estado- el Ayuntamiento anunció la apertura del plazo de inscripción para los largometrajes y cortometrajes interesados en participar en la edición número 21 del Festival, "una edición que estrenará cuatro nuevas secciones y que espera reunir en torno a 150 títulos que muestren el mejor cine que se está viendo durante el año en curso", según informaba en una nota de prensa.

Según ha podido saber este medio, desde el pasado febrero el director del SEFF cuenta con personal a su cargo para, sobre todo, el área de programación, "contratados por otras vías", ha explicado sucintamente una fuente conocedora del día a día de este evento. Según esta misma fuente, "las cosas van bien, pero podrían ir mejor".

No en vano, la programación es el área nuclear de todo festival, la que da razón de ser a un escaparate fílmico de estas características, una tarea compleja que requiere meses de selección de películas por festivales, horas de visionado y cotejo de propuestas para el diseño de las distintas secciones que conforman una cita que tiene el reto de recuperar la autoridad cinéfila perdida tras años de trabajo por la miopía política.

Que el SEFF lleva años concatenando dilaciones administrativas que terminan por ensombrecer el brillo de la gestión cultural es una realidad de sobra conocida por todos cuantos se han relacionado con el ICAS en los últimos años, también durante la gestión socialista. Por ahora, y tras más de un año de gobierno, la gestión del PP al respecto de este festival está siendo errática. Le toca a Angie Moreno, recién nombrada delegada competente en materia de Cultura, encauzar el rumbo.