CULTURA

El tango apura sus veladas de verano en la Plaza del Museo para empezar sus milongas de invierno

La Casa del Tango es la asociación que reúne cada jueves alrededor de 90 personas que danzan bajo la luz de las farolas de este espacio emblemático y que de cara a septiembre gestionará los encuentros en hoteles y salas de baile

Una pareja baila una tanda en la Plaza de Museo durante un jueves de agosto. / Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Es jueves, y la Plaza del Museo se llena paulatinamente de bailarines que llegan alrededor de las 21,30h de la noche, justo cuando las farolas se encienden. En una de las esquinas de la plaza reposa un cartel donde se puede leer La Casa del Tango, la asociación que organiza estos encuentros en Sevilla. Los primeros en llegar siempre son Rafael Benítez, presidente de la asociación, Piroska Magyar, secretaría y Francisco Fernández, el tesorero, quienes trabajan altruistamente para gestionar esta cita, a la que no le falta detalle.

Cuando hay un poco de cuórum la música suena alto, aunque no demasiado alto, y poco a poco, como si lo hicieran con timidez, algunas parejas empiezan a bailar, convirtiendo la Plaza del Museo en una auténtica pista de baile, a la que no le falta romanticismo y rebosa delicadeza.

La Casa del Tango ha organizado desde el 20 de junio hasta el 26 de septiembre un encuentro en la Plaza del Museo para bailar tango y recibe el nombre de La Milonga de la Placita. Se trata de un encuentro gratuito, que cuenta con la colaboración de un DJ y termina a medianoche, puntual.

A pocas semanas de que se terminen estos encuentros al fresco, la asociación ya prepara las milongas de la temporada de invierno.

Este jueves, por lo tanto, casi un centenar de bailarines se reunirán bajo la estatua de Murillo para volver a disfrutar una, dos, tres o veinte tandas, hasta que los pies aguanten. Este año solo quedan cinco jueves de tango en la Plaza del Museo, después habrá que esperar hasta al año que viene. No obstante, los meses de invierno los bailarines podrán asistir a la Milonga de Lola, que se lleva a cabo desde septiembre hasta principios de junio en diversos hoteles de la ciudad.

La Plaza del Museo llena de bailarines de Tango. / Rocío Soler Coll

Dos décadas bailando ante la mirada de Murillo

Esta tradición, lejos de ser una propuesta nueva, lleva celebrándose desde hace 20 años enfrente del Museo de las Bellas Artes de Sevilla. Aunque se desconoce el motivo de por qué se escogió esta plaza, Piroska supone que pudo ser escogida por el suelo. "Este mármol maravilloso permite que los pies se deslicen bien", apunta en una conversación con El Correo de Andalucía.

Lo que se organiza es una "milonga", un encuentro gratuito y abierto a todos los públicos que bajo la estatua de Murillo se baila al compás de Carlos Gardel y Roberto Mancini. Actualmente, la Casa del Tango tiene 160 socios y 400 "amigos", una cifra no muy alta, sin embargo, durante los meses de verano, cada jueves este lugar recibe a entre 80 y 90 bailarines, convirtiéndola en una cita esperada.

Varias parejas se reúnen en la Plaza del Museo para compartir tandas de Tango. / Rocío Soler Coll

Algunos bailarines son profesionales, pero la mayoría son aficionados, muchos de ellos alumnos de escuelas de tango de Sevilla que encuentran en este evento un momento en el que poder compartir al aire libre un baile con otra persona.

"El tango es muy difícil de bailar, no es algo que aprendas en poco tiempo, tiene mucha técnica, hay muchísima sutileza y para bailar bien hacen falta años", introduce Benítez, el presidente de la asociación. Sobre el tipo de parejas que bailan en el Museo, el presidente cuenta que los bailarines normalmente "están abiertos a bailar con personas de todos los niveles", aunque también reconoce que hay quienes "solo bailan con personas de su mismo nivel".

"El tango es una terapia física, emocional y relacional"

"El tango es una terapia, física; porque mueves todos los músculos del cuerpo, emocional; porque te aporta vitalidad, y relacional; porque entablas conexión con mucha gente desconocida", explica el presidente de la asociación. Benítez, que es bailarín desde hace 6 años y se reconoce como apasionado de este género, insiste en la importancia del tango en la vida de los bailarines y en cómo puede llegar a influir como instrumento social. Tanto es así, que asegura que la Plaza del Museo ha sido testigo de diversas historias de amor que han empezado al compartir una tanda, es decir, un baile.

Parejas de bailarines bailan Tango en la Plaza del Museo bajo la luz de las farolas. / Rocío Soler Coll

"Vayas donde vayas, en todas partes hay lugares donde bailar tango, lo cual te permite conocer a personas de todo el mundo", sentencia Benítez, a lo que añade, "aquí vienen extranjeros, extranjeros residentes y sevillanos".

Por su parte, Piroska destaca la "gran conexión" que produce el tango. "No creo que sea necesario ni siquiera conocerse previamente para compartir una tanda", afirma. "A veces he bailado con personas que no sabía ni su propio nombre, y ha sido la conexión del baile lo que me ha dado esa complicidad", relata. Una afirmación que recuerda al ya clásico de este género, el tema Beautiful Tango: "Hermoso desconocido, no quiero saber tu nombre, hermoso desconocido, solo quiero coger tu mano".

Parejas bailando Tango en la Plaza del Museo. / Rocío Soler Coll

Ver bailar a estos bailarines en la Plaza del Museo es hipnótico, pues parece que sus piernas sean una extensión del propio suelo, deslizándose con una aparente facilidad que encandila a todos los presentes, un pequeño público que se forma todas las semanas, de vecinos y visitantes, que no pueden evitar parar a contemplar la belleza que se forma en este espacio a los pies del Antiguo Convento de la Merced cuando la música empieza a sonar.

Las milongas de invierno

Finalizada la milonga de verano, llega el turno de la de invierno, que se alarga hasta el mes de junio. El objetivo, tal como subraya Piroska, es que haya tango todos los meses del año.

Por ello, desde septiembre hasta junio, la mayoría de domingos de cada mes, a excepción de algunos que se avisan por su página de Facebook (La Casa del tango Sevilla), se lleva a cabo la Milonga de Lola, que tiene lugar en el Hotel NH de Plaza de Armas y en el Hotel NH Collection y su horario es de 20h a 23h. Sea como fuere, la página de Facebook de la asociación, gestionada por el comité directivo, informa todas las semanas del día, la hora y el lugar en el que se celebra cada encuentro.

Cartel que publicó la asociación La Casa del Tango en sus redes sociales para informar de una milonga. / Facebook

Mientras en verano el evento es gratuito, los encuentros que se organizan el resto del año son de pago, con un precio por entrada que oscila entre los 7€ y 9€, dependiendo de si el bailarín es socio de la asociación. Asimismo, en invierno las milongas se hacen en espacios cerrados en los que se puede alargar la estancia consumiendo copas tras los bailes, pero perdiendo la estampa romántica de la plaza.

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Hay otras entidades que también gestionan milongas de tango en Sevilla, como la Sevilla Tango Marathon, que hará un intensivo de sesiones la última semana de octubre, o Bohemia, a finales de noviembre.

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