Tribunales

El presunto maltratador que cambió de género y el juicio que duró cuatro minutos

Candy, condenado en 2019 por malos tratos a una pena de cárcel que aún no ha cumplido, denunció por agresiones a su exmujer el pasado julio poco después de que ella hiciera lo mismo

La mujer denunciante del caso atiende a los medios de comunicación junto a su abogado

La mujer denunciante del caso atiende a los medios de comunicación junto a su abogado / ROCÍO RUZ/EUROPA PRESS

Carlos Doncel

Carlos Doncel

El juicio por la supuesta agresión que sufrió Candy, el presunto maltratador que cambió de género, ha durado cuatro minutos. "El pasado 9 de julio mi exmujer me cogió del cuello, me tiene acosada por todos lados", ha declarado este martes ante el juez. "En la denuncia afirma que le agarra del cuello, pero ese día no dice que ocurriera", le replica el magistrado. "Ah, pues entonces fue por discriminación", responde la hipotética víctima. Su abogado, mientras, parece mandarlo a callar.

El parte de lesiones que asegura tener Candy y su letrado no forma parte del proceso, así que el tribunal decide suspender el juicio. Cuatro minutos. "Es el juego que él tiene: dilatar los procedimientos y llevarlos al extremo para provocarle más daño psicológico a su expareja", manifiesta José Antonio Sires, el jurista que defiende a Cristina (nombre ficticio).

Candy, en aquel momento Cándido, fue condenado en 2019 a 15 meses de prisión por maltratar a Cristina. Una pena que aún no ha cumplido porque "ha ido agotando los recursos que el ordenamiento jurídico le permiten", tal como explica Sires. "Ahora está pendiente de resolución de indulto por parte del Ministerio de Justicia, por eso la sentencia no es firme todavía", aclara este letrado.

El 9 de julio y las denuncias cruzadas

Varios años después del fallo por malos tratos, y sin que ya mediara relación sentimental entre ambos, volvieron las amenazas. "El 9 de julio se presentó en mi domicilio y me agredió. Después de denunciarlo a él por lo ocurrido, se personó en una comisaría y me denunció a mí", cuenta Cristina.

"Ese día me dice la policía que no se lo podían llevar porque había cambiado de género y ahora era una mujer. Me quedé en shock", recuerda. Y así es: Cándido se acogió a la Ley Trans en agosto de 2023, uno meses después de su entrada en vigor. Ya no era hombre, y por tanto el suceso del pasado 9 de julio no podía ser tratado como un caso de violencia de género.

"El cambio de género fue anterior a los hechos denunciados, y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, al ver que ya no era hombre, se inhibió a un juzgado común", detalla el letrado José Antonio Sires. "Su nombre es Cándido, pero siempre le llamaban Candy. Se ha burlado de la justicia, y lo sigue haciendo", afirma Cristina, que tiene dos hijos en común con su expareja.

José Antonio Sires, bufet Sires Abogados, ha presentado un recurso contra la inhibición del juzgado de violencia de género

Jorge Jiménez

De maltratador a maltratado

"Da mucha tristeza que, siendo víctima, te tengas que sentar en el banquillo y verlo reír delante de mi cara", confiesa Cristina. La causa de este martes venía a juzgar la supuesta agresión que sufrió Candy el 9 de julio, "una denuncia totalmente falsa", según su exmujer.

"Esto responde a un mecanismo torticero de defensa para sentar en el banquillo como acusada a una víctima", señala Sires. "Él persigue con esto cambiar ese rol de maltratador a maltratado", añade el abogado.

"Él sabía que tenía que volver a entrar en prisión, y ha hecho todo esto para evitarlo. Es increíble que crean en su cambio de género", comenta Cristina. De momento la versión de Candy ante el juez no ha durado mucho. Solo cuatro minutos.

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