Cultura

Dueñas: todos los secretos de la casa más querida de la duquesa de Alba

Esta es la visita nocturna que repasa la historia de la Casa de Alba y descubre todo el patrimonio artístico que se atesora entre sus paredes

Vista panorámica del Salón de la Gitana del Palacio de las Dueñas.

Vista panorámica del Salón de la Gitana del Palacio de las Dueñas. / El Correo

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero". Antonio Machado escribió sobre su infancia y su limonero en el poema Retrato de su obra Campos de Castilla (1912).

Ese mismo árbol, más de cien años después, todavía se yergue en el patio del Palacio de Las Dueñas, un edificio histórico en la calle Dueñas número 5 que atesora algunos de los mejores recuerdos de la duquesa de Alba, una multitud de obras de gran valor artístico y, para más inri, la infancia de uno de los poetas más reconocidos del país.

El salón de la gitana del Pacio de las Dueñas.

El salón de la gitana del Palacio de las Dueñas. / El Correo

Para entender los orígenes de este palacio hay que remontarse al siglo XV y XVI. Su nombre se lo da el que fue el monasterio Santa María de las Dueñas y su origen va de la mano de uno de los linajes del patriciado de Sevilla de la época. Fue en 1612 cuando Antonia Enríquez de Ribera, heredera del palacio, se casa con Fernando Álvarez de Toledo, futuro VI duque de Alba. Desde ese momento hasta hoy este edificio pertenece a la Casa de Alba.

Objetos de valor del salón de los carteles del Palacio de las Dueñas.

Objetos de valor del salón de los carteles del Palacio de las Dueñas. / El Correo

A día de hoy el Palacio de Las Dueñas abre sus puertas al público para enseñar todos los tesoros artísticos que custodia entre sus paredes. Aunque es importante destacar que durante la visita solo se conoce el patio y la primera planta, puesto que la segunda forma parte de la residencia personal del actual duque de Alba.

La visita se puede hacer un día a la semana: viernes, sábado o domingo. Su horario suele ser a las 21h y es de una hora y media de duración. El precio de la entrada es de 16 euros y se pueden adquirir a través de la web de Engranajes Culturales, aunque la Fundación Palacio de las Dueñas también organiza visitas.

Del abandono a un templo del arte

No hay detalle que se escape en esta casa gotico-mudéjar sevillana que, según expertos, con sus grandes patios exteriores e interiores parece que haya un palacio dentro de un palacio.

Fotografía del tapiz de los Amores de Mercurio y Herse, uno de los mejor conservados del mundo.

Fotografía del tapiz de los Amores de Mercurio y Herse, uno de los mejor conservados del mundo. / El Correo

Antes de que este espacio se convirtiera en lo que es hoy, en el siglo XIX Dueñas fue convertida en una casa de vecinos, sus salones compartimentados con tabiques, los artesonados cubiertos con cielos rasos y los patios en prósperos huertos de frutales. Entre las familias inquilinas estaba la de Antonio Machado, padre de uno de los grandes poetas españoles y administrador de la finca.

Durante los siglos XVIII y XIX la casa cae en el abandono. Fue Rosario, más conocida como Cayetana Fitz-James Stuart, la esposa del duque Luis Martínez de Irujo y duquesa de Alba, quien se esmera en recuperar el palacio. A lo largo de toda su vida y por su cariño a la ciudad de Sevilla, Cayetana se implica para hacer resurgir este edificio.

Biblioteca del Palacio de las Dueñas.

Biblioteca del Palacio de las Dueñas. / El Correo

El Salón de la Gitana, donde permanece uno de los tapices mejor conservados en el mundo; la capilla privada, escoltada por una imagen de la Esperanza Macarena y otra de Jesús del Gran Poder ; y el salón de los carteles, envuelto, como su propio nombre indica, de algunos de los carteles más emblemáticos de la Feria de Abril, ordenados cronológicamente en el sentido de las agujas del reloj, son solo algunas de las múltiples salas que se pueden visitar durante la ruta nocturna.

Durante los siglos XVIII y XIX la casa cae en el abandono. Fue Cayetana Fitz-James Stuart, la entonces duquesa de Alba, quien se esmera en recuperar el palacio.

Una visita silenciosa, llena de detalles, destacables tapices de gran valor, obras de artistas reconocidos, cuadros, simbología y un sinfín de elementos que demuestran la pasión de Cayetana de Alba por la ciudad de Sevilla y por sus tradiciones más arraigadas, la Semana Santa y la Feria de Abril.

Jardines emblemáticos

Si Dueñas guarda patrimonio artístico admirado a nivel mundial, también posee plantas y árboles traídos de todas partes del mundo. Desde un ficus centenario a una Cassine Orientalis o falso olivo, único en su especie en esta ciudad.

Interior del Palacio de las Dueñas.

Interior del Palacio de las Dueñas. / El Correo

La diversidad que compone la vegetación de los jardines es amplia y en muchos casos reconocible a simple vista, como las numerosas rosas, geranios, calas y clivias. Árboles como el plumbago, la jacaranda, el pacífico, el brachichito, el árbol del Amor, o las trompetas de Ángel, son solo algunas de las especies exóticas que vigilan las paredes del palacio sevillano que más quiso la protagonista de su historia, Cayetana Fits-James Stuart.

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