VIRUS DEL NILO

Josefa, Antonio, Granada... Ocho muertes por virus del Nilo en menos de tres meses y decenas de afectados

La octava muerte confirmada por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía convierte al brote de este año en el peor hasta la fecha, superando al de 2020, cuando fallecieron siete personas

Vecinos de localidades afectadas por casos del virus del Nilo en la provincia de Sevilla, en una concentración en Dos Hermanas, en la cuarta movilización convocada por la plataforma que los agrupa para demandar soluciones / Raúl Caro

La última muerte a causa del virus del Nilo, confirmada por la Consejería de Salud y Consumo este lunes, ha elevado la cifra de fallecidos por esta causa a ocho este año. El brote de este 2024 es oficialmente el peor hasta la fecha, superando al de 2020, cuando se registraron siete decesos por esta infección, transmitida por los mosquitos del género Cúlex (cuatro en la provincia de Sevilla y tres en la de Cádiz).

A diferencia de aquel brote de 2020, que coincidió también con el estallido de la pandemia de Covid-19, todas las muertes se han producido en la provincia de Sevilla, la más afectada por esta crisis de salud pública en Andalucía, si bien se ha detectado presencia del virus en las provincias de Cádiz, Huelva, Jaén, Córdoba y Málaga.

Ocho víctimas en menos de tres meses

El 9 de julio la Consejería de Salud y Consumo confirmó la primera víctima mortal por virus del Nilo. Se trataba de una mujer de 71 años y con patologías previas, vecina de Dos Hermanas. La mujer había sido ingresada el 5 de julio en el Hospital Universitario de Valme tras haber sido infectada por la picadura de un mosquito, según informó la Junta, y falleció cuatro días después.

El 20 de julio, apenas diez días después de la primera muerte por el virus del Nilo, Salud confirmó el fallecimiento de una segunda mujer. En este caso, se trataba de Granada Romero, una vecina de La Puebla del Río, de 86 años y que, según su hijo, gozaba de un "perfecto estado de salud" antes de sufrir la picadura del mosquito, por la que tuvo que ser ingresada. Su hija narraba a El Correo de Andalucía: "Me molesta que la gente piense que mi madre falleció porque era muy mayor", y aseguraba que su madre "rebosaba vitalidad y ganas de vivir".

Josefa Estévez, vecina de Coria del Río, estaba a punto de cumplir los 88 años, pero el virus del Nilo se la llevó el 3 de agosto, antes de que pudiera soplar las velas. Fue la tercera víctima mortal de 2024. Su hijo aseguró que su madre era una mujer "independiente, autónoma", a pesar de su edad, por eso su hijo insistió en que confirmaran un diagnóstico que llegó nueve días después de su muerte.

La cuarta muerte de este año a causa de la fiebre del Nilo fue la de Antonio Palma, de 71 años, arrocero de profesión y también vecino de Coria del Río. La Junta informó del deceso el 26 de agosto. El hombre había estado ingresado durante varios días en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

No fue la única muerte que Salud notificó aquel lunes. El quinto deceso, el de un varón de 76 años, también tuvo lugar en el municipio ribereño de Coria del Río,

Pocos días después, el 5 de septiembre, llegó la confirmación de la sexta muerte de este brote. Una mujer, que había estado de visita en el municipio sevillano de Utrera, fue contagiada de la enfermedad por la picadura de un mosquito. La víctima padecía patologías previas y falleció unos días después en Navarra, su lugar de origen.

El informe de Salud del 9 de septiembre elevó a siete las víctimas mortales por virus del Nilo este verano, al confirmar el fallecimiento de un vecino de Mairena del Aljarafe. Como la mayoría de las personas que acabaron falleciendo tras contraer la enfermedad, el hombre presentaba patologías previas.

El último informe semanal de la consejería de Salud, el pasado lunes 23 de septiembre, confirmó un nuevo fallecimiento a causa de esta infección, elevando a ocho las muertes por fiebre del Nilo y convirtiendo al brote de este año en el peor hasta el momento, por encima del de 2020.

No sólo cuentan las muertes

No hay que olvidar que, además de las muertes, la Consejería de Salud ha notificado decenas de casos este verano. Aunque la mayoría de ellos no presentan gravedad, otros casos han dejado graves secuelas a quienes han padecido la infección.

Es el caso de Ana García, una vecina de Coria del Río de 77 años que pasó 21 días ingresada en el Hospital Virgen del Rocío tras contraer la enfermedad. En una entrevista que concedió a este periódico en su casa, García relató que se encontraba agotada, sin fuerzas, con casi diez kilos menos, con muy bajo estado anímico y psicológico, sufriendo estreñimiento, con falta de apetito, movilidad reducida, calambres en las manos y los brazos, soportando un fuerte dolor de espalda, conviviendo con la tensión baja, y sobre todo, sintiendo mucho miedo e incertidumbre. Donde "antes me tomaba dos pastillas al día, ahora me tomo 12", explicaba García.

Pero la enfermedad y sus secuelas no solo afectan a las personas más mayores. Melody, de 26 años, estuvo ingresada en el Virgen del Rocío por una meningitis encefálica. La también coriana decidió acudir a su centro de salud porque no podía aguantar más los dolores de cabeza que llevaba padeciendo desde hacía dos semanas.

Quien también sabe de primera mano la gravedad de las secuelas que puede dejar el virus del Nilo es otro vecino de Coria del Río, Francisco Parrado de 59 años: desde que le dieron el alta tiene parálisis facial. Como otras personas afectadas por la enfermedad, Parrado pasó ingresado casi dos semanas debido a una meningitis encefálica a consecuencia de la picadura de uno de los mosquitos transmisores del virus.

Acusaciones entre las administraciones

Mientras tanto, cruce de acusaciones entre las administraciones a cuenta de a quién corresponden las competencias en las tareas de prevención, control y fumigación de las larvas y de los mosquitos. Durante todo el verano, el conflicto entre la Junta de Andalucía y la Diputación de Sevilla sobre las competencias llegó hasta los tribunales.

En la misma línea arrancó la actividad parlamentaria sobre este tema. La semana pasada, la nueva consejera de Salud y ConsumoRocío Hernández, se estrenó en el Parlamento de Andalucía abordando la gestión de su departamento sobre el brote de este año. Durante su intervención, Hernández defendió la gestión de su consejería y de la Junta de Andalucía al frente de la crisis, mientras que los grupos de la oposición reprocharon a la consejera haber dejado sobre los ayuntamientos responsabilidades que, desde el punto de vista de la oposición, corresponderían a la Junta de Andalucía.

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