Rutas por Sevilla

Este es el pueblo de Sevilla donde encontrarás un anís único con una fórmula secreta y antiquísima

Esta receta misteriosa recibió en 2017 el premio Excelencia Andalucía como producto del año y ahora se puede visitar su destilería y disfrutar de una cata de algunos de sus productos al finalizarla

Destilería El Clavel en Cazalla de la Sierra. / El Clavel

Rocío Soler Coll

Cazalla de la Sierra guarda un misterio, una fórmula. Se trata de una receta de anís transmitida de generación en generación que recibe el nombre de Esencia de los Ángeles y que, sus dueños, la destilería El Clavel, siguen guardándola como su secreto más preciado a pesar de ser antiquísima.

Este bouquet único de la destilería es el alma de sus productos, aportando a los paladares mas exigentes sensaciones "únicas" que solo los que los hayan paladeado pueden describir. Su éxito es tal que cientos de visitantes llegan hasta la Sierra Norte de Sevilla para probar entre los alcornoques y los pinos un anís único en el mundo.

Una destilería centenaria

Para visitar El Clavel se tiene que llegar hasta Cazalla de la Sierra, donde fue fundada en 1896. Se mantuvo en manos de la misma familia durante más de 100 años, hasta que en 2001 fue adquirida, junto con sus formulas magistrales, por sus actuales propietarios, Alquitaras de Cazalla, S.L.

Un cartel de la destilería El Clavel del siglo XX. / El Clavel

El principal activo de sus anisados es la Esencia de los Ángeles, el nombre que recibe el secreto que ni en un siglo se ha podido desvelar. Entre los tipos de anís que tienen esta receta está el Anís Seco, el Anís Dulce, la Crema de Guindas, la Guindas en Aguardiente y el Licor de Guindas, aunque la destilería ofrece una multitud de productos donde se encuentran el Orujo de Hierbas y el Orujo. Su éxito es tal que en 2017 ganó el premio Excelencia Andalucía, como producto del año.

Crema de Guindas y Fruto de la Ddestilería El Clavel. / El Clavel

Entre sus productos también destaca la gama alta, donde se puede obtener Esencia 1896. Anís de Cazalla, una "esencia" de anís, tal como su propio nombre indica que, de nuevo, es fruto de la fórmula secreta que le ha permitido a esta destilería obtener diversas referencias de anís, ahora popularmente conocidas.

'Esencia de Anís', de la gama alta de la destilería El Clavel. / El Clavel

Para visitar la destilería el horario es el siguiente: de lunes a viernes de 8 a 14 y de 16 a 18, tiene 1 hora de duración y un precio de 3 euros por persona. Durate la visita se muestra la antigua sala de destilación con alambiques de cobre originales que cuentan con más de doscientos años de producción. En ella se muestra el proceso completo de fabricación, las destilaciones, las mezclas y el producto final, en un entorno que refleja el empeño por mantener la tradición y los métodos artesanales. Al finalizar la visita podrán disfrutar de la cata de algunos de sus productos.

Cabe destacar que, para quienes estén interesados en asomarse a la destilería en fin de semana, el sábado se necesita concertar la visita para poder ser atendidos.

A día de hoy, existen en Cazalla dos bodegas que elaboran anisados, Anís El Clavel y Anís Miura. Ambas presentan una amplia gama de licores y tienen como principal referencia la crema de guindas. Constantina vivió en la década de los años 40 su mayor apogeo, pues se contabilizaron 18 fábricas de anís, cinco bodegas exportadoras de vino y dos fábricas de alcohol. Hoy sigue en funcionamiento la destilería de La Violetera que, creada en los años 60, ofrece una visita a sus instalaciones.

Una ciudad entre alcornoques

Si se llega hasta Cazalla de la Sierra para probar su singular anís, es necesario plantear una ruta para conocer todos los detalles de este municipio del Parque Natural de la Sierra Norte. Se trata de una zona de media montaña con amplias dehesas que alternan con bosques de encinas , alcornoques, quejigos, castaños, pinos y olmos; además de los bosques galerí­a de los rí­os. Como consecuencia, este entorno provee de unas condiciones ideales para la fauna de especies como la nutria, el gato montés, el jabalí­, el ciervo, el gamo o el muflón. Son también unas condiciones ideales para la ganaderí­a.

Paisaje de Cazalla de la Sierra. / El Correo

Los numerosos atractivos turí­sticos y las instalaciones dedicadas a tal uso la han colocado a la cabeza, en cuanto a localidades turí­sticas de sierra o interior. A la belleza de su entorno hay que añadir monumentos como el Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, la antigua Iglesia de S. Benito, el ex-convento de S. Francisco, el ex-convento de Santa Clara, la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, el ex-convento de S. Agustí­n, el Santuario de Ntra. Sra. del Monte y algunos edificios civiles.

La historia de Cazalla de la Sierra

Cazalla de la Sierra es una blanca población situada entre encinas y alcornoques en el centro de la Sierra Norte Sevillana. Los romanos la llamaron Callentum y en aquel entonces ya era famosa por sus viñedos y vinos. Del paso de los visigodos por este tierra solo quedan dos lápidas sepulcrales de finales del siglo V. Fue durante el periodo de Al-Andalus cuando recibió el nombre de Kazala o ciudad fuerte, de donde viene su denominación actual. De esta época se conservan partes de la muralla del castillo y los barrios de Azahí­n y El Castillo.

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La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en 1246. En el siglo XV el pueblo sufrió los efectos de las luchas de las casas de Guzmán y de Ponce de León. Los siglos XVI y XVII suponen una mejorí­a para el pueblo gracias a sus vinos y aguardientes que se exportaban a las Indias. Felipe V instaló aquí­ su residencia de verano y la de su corte, en el año 1730 entre los meses de junio y agosto. Finalmente, en 1916 le fue concedido el tí­tulo de ciudad.

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