Una fortaleza medieval de Sevilla con secretos ancestrales y murallas centenarias se abre al público

Cualquier momento es bueno para zambullirse en la historia de Sevilla a través de sus edificaciones, testigos de un tiempo de esplendor en el pasado y lugares de disfrute en el presente, como es el caso del Cortijo de Torre de la Reina, en Guillena. Un emplazamiento en este municipio sevillano que ahora funciona como hotel y con una historia única que el Ayuntamiento quiere mostrar a todos los visitantes con visitas guiadas gratuitas.

Se trata de un viaje del tiempo al siglo XIII, época en la que se construyó el edificio, con solo tres días en lo que queda de año 2024 para disfrutarlo: el 25 de octubre, además del 26 y 27 de diciembre (aunque las fechas navideñas aún no están cerradas). El plazo de inscripción para estas visitas guiadas se abrió el 23 de septiembre con un grupo máximo de 40 personas por orden de inscripción, con una plaza por persona hasta agotarse. El enlace es el siguiente: https://turismoguillena.org/visitas-cortijo/.

La historia del Cortijo de Torre de la Reina

El Cortijo Torre de la Reina fue en el pasado un asentamiento de retaguardia de uno de los campamentos del rey Fernando III durante la conquista de Sevilla y en el siglo XIII y principios del XIV perteneció la Reina Doña María de Molina,  reina consorte de Castilla entre 1284 y 1295 por su matrimonio con Sancho IV de Castilla, que le dio nombre al lugar. Es el único cortijo en toda España declarado Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1977.  

Se trata de un edificio militar con las características de la casa-fuerte del norte de España, diferente al castillo habitual de la región. Según cuentan las crónicas, la Guillena andalusí fue saqueada por tropas cristianas en el año 1213, convirtiéndose, desde entonces, en una codiciada pieza en el avance hacia Sevilla. Años más tarde, en 1247, fue conquistada definitivamente por el Rey San Fernando, antes de su entrada en la capital hispalense el 23 de noviembre de 1248.