Jueves Universitario

El primer universitario en lograr la beca de Bill Gates en Cambrigde: "Devolveré lo que aprenda a Sevilla"

José Ignacio Pérez se graduó en Bioquímica en 2023 en la Universidad de Sevilla y es uno de los dos españoles que ha conseguido esta ayuda para este curso junto a otros 78 becados a nivel mundial

José Ignacio Pérez, bioquímico graduado en la Universidad de Sevilla, durante su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates

José Ignacio Pérez, bioquímico graduado en la Universidad de Sevilla, durante su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates / Cedida por José Ignacio Pérez

Rafa Aranda

Rafa Aranda

Solo un estudiante de la Universidad de Sevilla ha logrado la beca Gates Cambrigde desde que se creó en el año 2000. Se llama José Ignacio Pérez López, tiene 23 años, y se graduó en Bioquímica en 2023, acabando luego un máster en Genética Molecular y Biotecnología en 2024. Este pasado martes 1 de octubre fue su primer día en la Universidad de Cambridge, donde realizará durante cuatro años un doctorado para analizar -a grandes rasgos- cómo nuestro ADN de dos metros de largo logra condensarse para caber en el núcleo celular de un micrómetro a través de la cromatina. Esto, entre otras cosas, puede ayudar a averiguar cómo se desarrolla genéticamente el cáncer.

"En el cáncer y otras enfermedades genéticas se dan diferencias en las células y hay cambios en la compactación de la cromatina. Todavía no se entiende muy bien cómo, y parte de nuestro trabajo será ese”, explica José Ignacio Pérez a El Correo de Andalucía. “En las células, el ADN está organizado de una cierta forma. Y en el cáncer, por ejemplo, se pierde esa organización. Queremos entender fisicoquímicamente cómo ocurre eso. Si entiendes el cómo, puedes saber cómo arreglarlo", añade.

El programa de becas Gates Cambrigde nació hace 25 años gracias a una donación histórica de 210 millones de dólares de la Fundación Bill y Melinda Gates a la Universidad de Cambridge. La primera promoción de becarios se instaló en octubre de 2001, y desde entonces, se han otorgado más de 2.000 becas a académicos de más de 100 países. Cada año se conceden 80 becas a candidatos de fuera de Reino Unido, de los cuales 25 llegan desde Estados Unidos y el resto de los demás países. Este año solo dos españoles han logrado esta ayuda. Y José Ignacio Pérez es uno de ellos.

José Ignacio Pérez, bioquímico graduado en la Universidad de Sevilla, durante su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates

José Ignacio Pérez, bioquímico graduado en la Universidad de Sevilla, durante su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates / Cedida por José Ignacio Pérez

"Quiero visibilizar mi enfermedad"

Pérez asegura ser el primero que logra ir a la universidad dentro de su familia. Con una dificultad añadida: una migraña crónica. "Lo pasé bastante mal en mi adolescencia. La tienes más de 15 días al mes y es bastante invalidante porque no te puedes concentrar, te duele muchísimo la cabeza y tienes náuseas. Cuentas con la mitad de tiempo que una persona sana", describe este joven bioquímico.

Asegura no haber tenido nunca un referente de una persona que haya logrado ser investigador con una enfermedad crónica, y por eso siente "la responsabilidad de visibilizarla". "Yo ni me planteaba ser capaz de terminar una carrera, y la he acabado con uno de los mejores expedientes", afirma con orgullo, y con la intención de demostrar que "se sale de esto y si te lo propones al final puedes llegar”.

Quiero volver y que todo este conocimiento que estoy adquiriendo fuera pueda devolvérselo a Sevilla y a Andalucía

José Ignacio Pérez

— Estudiante de doctorado en la Universidad de Cambrigde

"Quiero mejorar la vida de los demás", cuenta. Por eso pretende que su viaje a Cambrigde sea de ida y vuelta. Para que todo lo que aprenda tenga "un impacto positivo en mi ciudad". "Quiero volver y que todo este conocimiento que estoy adquiriendo fuera pueda devolvérselo a Sevilla, y a Andalucía, que son los que me han formado", explica, con la aspiración de, algún día, poder formar parte de un grupo de investigación en alguna universidad o en el CSIC.

El inédito camino a Cambrigde

Este científico sevillano tuvo desde pequeño mucha curiosidad por el origen de las cosas que le "fascinaban dentro del cuerpo humano". Por eso se decantó por la Bioquímica, porque tenía una base más investigadora. Una carrera que, no solo le gustó "muchísimo", sino que hasta en Cambrigde alucinaron su nivel: "La primera vez que vine se quedaron bastante sorprendidos con mi formación. Y todavía no había terminado la carrera".

Tras una primera estancia de pocos meses en la universidad inglesa para hacer allí el trabajo de fin de máster, llegó la gran noticia: podría hacer un doctorado con la beca Gates. "No me lo creía, tuve que irme de casa porque me iba a subir por las paredes", recuerda. "La beca la consigue en torno a un 1% de los interesados. La daba por perdida porque no se la dan a nadie", añade.

José Ignacio Pérez realizará su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates durante cuatro años

José Ignacio Pérez realizará su doctorado en la Universidad de Cambrigde gracias a la beca Gates durante cuatro años / Cedida por José Ignacio Pérez

Además de comprobar sus altos conocimientos, otros dos factores fueron claves. "He podido comprobar que todos los becarios tenemos en común que queremos mejorar la vida de los demás y tenemos potencial para el liderazgo”, explica José Ignacio Pérez.

Ya está instalado en el collegue donde vivirá como mínimo el primer año, en el que compartirá residencia y vida social con otros investigadores. "Me imaginaba que todo el mundo te iba a mirar por encima del hombro y no, son todos personas normales", confiesa sobre sus primeros días allí.

Ayudar a través de la ciencia

El día a día de José Ignacio Pérez consistirá en ir al departamento de Química y trabajar en su investigación sobre "cómo los dos metros de ADN se compactan. Es como si metiéramos seis metros de cuerda en una pelota de tenis". Cómo se ordena el ADN y la modificación de esa compactación "puede influir en procesos como el cáncer o la diferenciación celular".

La cromatina se comporta como si fuese un líquido dentro del núcleo de las células, y ahí es donde se encuentra la organización genética. "Las células son diferentes entre sí. No es igual una de la piel o una neurona, pero la información que tienen en su interior es la misma. La diferencia es que algunas expresan unos genes y otras expresan otros", explica.

En el caso de su grupo de investigación, lo harán a través de simulaciones de dinámica molecular, un enfoque que hacen pocos en el mundo: "Es como si tuviéramos un microscopio gigante, hasta ahora no teníamos tanta resolución. Usamos superordenadores para hacer cálculos en los que predecimos qué es lo que ocurre".

Como todo en la ciencia, no existe el corto plazo. "Hay pequeños avances que evidentemente se van a trasladar rápido, pero mejorará la vida de los demás a bastante largo plazo", asegura Pérez, pero "en algún momento hay que empezar”. Su carrera comenzó en la Universidad de Sevilla, continuará en Cambrigde, y acabará de vuelta en Sevilla.