Franco ya quiso acabar con El Vacie con ayuda de los americanos: así fue el primer desalojo en los años 60

En las inmediaciones del Carrefour Macarena, dos amigas conversan animadamente. Una le comenta a la otra que su novio quería que le compraran una cadena de oro a la Virgen: "Yo le tuve que decir: ¿Tú qué te crees que soy de Pino Montano?, yo vivo en El Vacie".

El Vacie, tan cerca y tan lejos. Para unos, un asentamiento chabolista, para otros, su casa. Casi cien años de un no lugar a menos de cinco kilómetros de la Catedral de Sevilla, a diez minutos en coche de la calle José Gestoso, kilómetro cero de la capital. Un poblado, con tan solo 115 habitantes en la actualidad, según los últimos datos del Ayuntamiento, que va camino (si no lo es ya) de ser centenario, y llegó a tener una población de más de 4.000 personas.

Sevilla gana en muchas cosas y, también, gana en pobreza. Seis de los quince barrios más pobres de España están en la ciudad, y El Vacie siempre le ha sacado las vergüenzas por su cercanía con el Casco Histórico. De ahí que, desde los primeros años 60, no haya habido alcalde o concejal de Asuntos Sociales que haya intentado erradicar un barrio de madera y chapa, sin saneamiento, sin electricidad, pero siempre rodeado de coches de alta gama.

Consultar la hemeroteca y, por supuesto, googlear, permite constatar cuántas veces se ha mostrado la vida de estas personas o las condiciones infrahumanas en las que conviven en el corazón de La Macarena profunda, titulando con eso de "los últimos de El Vacie".

Cuando Franco pisó el albero de El Vacie

Esta pequeña investigación también permite llegar a la anécdota de la coincidencia americana del primer desalojo del poblado macareno. En 1961, Francisco Franco pisó el albero de El Vacie, en plena Feria de Abril. Se iniciaba la etapa desarrollista del régimen y la política de vivienda cobró especial importancia. "Una nota polícroma para recibir triunfalmente al Jefe del Estado: los caballistas con muchachas a la grupa". Son palabras de la crónica de El Correo de Andalucía.

El actual alcalde, José Luis Sanz, afirmó que se contaría con expertos del Bronx para acabar con el chabolismo en Sevilla, y en en el caso del régimen con las fuerzas aéreas de la base de Morón de la Frontera, tal como recogen las crónicas locales.

"Se dirigió al interior del suburbio en medio de un pestilente olor y una nube de moscas que acompañó todo el recorrido", así describe la crónica de 'El Correo de Andalucía' la visita de Franco a El Vacie en 1961

"Se dirigió al interior del suburbio en medio de un pestilente olor y una nube de moscas que acompañó todo el recorrido". Al parecer, y como también recoge ABC de Sevilla, Franco quedó tan impresionado de la miseria que pidió acelerar su desmantelamiento. El 5 de septiembre fue la fecha elegida. Se utilizaron antorchas prendidas de gasolina, algo impensable en pleno siglo XXI en un Estado social.

El equívoco del Bronx

A raíz del equívoco de los asesores del Bronx, que acudirían para ayudar a acabar con enclaves chabolistas del Polígono Sur, pero que en un primer momento también se llegó a relacionar con El Vacie, se pronunciaba recientemente y lo matizaba, el delegado de Barrios Preferentes del consistorio sevillano, José Luis García. A priori, sonaba peliculero, como si se fuera a contratar a pandilleros, pero finalmente no era más que acudir a especialistas; atajar esta forma de centenaria de exclusión social de una manera integral, apostando por un acompañamiento de sus últimos habitantes e impulsando itinerarios educativos, laborales y de inclusión en la sociedad.

En un año hemos hecho más derribos y más realojos sociales que en los anteriores ocho años del Gobierno anterior

José Luis García

— delegado de Barrios Preferentes

Para García, los realojos anteriores fallaban porque solo trasladaban a las personas de un lugar a otro. "En un año hemos hecho más derribos y más realojos sociales que en los anteriores ocho años del Gobierno anterior gracias, entre otras medidas, a la recuperación del equipo de intervención para mejorar la gestión del desalojo del asentamiento del Vacie y a la reciente creación un servicio de atención a familias realojadas procedentes de asentamientos chabolistas", apuntaba el pasado mes de julio delante de las grúas de derribo de dos infraviviendas, una imagen que recordaba a la popular foto de la pala de Juan Ignacio Zoido en la campaña electoral de 2011.

El plan del Ayuntamiento

Recientemente, el alcalde, José Luis Sanz, daba incluso un horizonte temporal de su fin: 2027. Dos años para lograr realojar a un centenar de personas parece mucho tiempo, pero claramente no lo es.

La foto actual es la siguiente: Hay más de una treintena de familias pendientes de desalojo y previsiblemente de un realojo, pero requieren de una intervención social compleja. El Ayuntamiento ha recuperado al equipo para lograrlo, formado por doce técnicos y dos coordinadores.

Actualmente hay más de una treintena de familias pendientes de desalojo y previsiblemente de un realojo, pero requieren de una intervención social compleja

Este plan del Consistorio se impulsó en enero y está siendo progresivo. En mayo este servicio de atención continuada a familias realojadas. El pasado verano se desmantelaron dos infraviviendas. En estas chabolas vivían cuatro personas adultas y un menor, que ya están realojados en viviendas gestionadas por el Ayuntamiento.

El delegado de Barrios de Atención Preferente, José Luis García, explicó que con este servicio se pretende "evitar o reducir los conflictos que puedan surgir entre vecinos y propiciar la adquisición de habilidades domésticas como la economía familiar, el cuidado personal o el fomento de la participación social".

"Los últimos de El Vacie", enésimo intento

El surgimiento de El Vacie no está bien definido, aunque crónicas de la época lo sitúan a principios de 1930 cuando empezaron a instalarse allí familias de origen trashumante. Con los preparativos de la Expo 92, se construyeron viviendas prefabricadas para alojar a las personas que vivían en las chabolas de los bajos de Chapina, cuando transformaron la dársena del Guadalquivir. Hecho que finalmente terminó por alimentar el asentamiento de El Vacie.

Tras unos primeros años 2000 con titulares permanentes de sucesos violentos en los medios locales, en 2009, Alfredo Sánchez Monteseirín impulsó nuevos realojos. Con la campaña electoral de 2011, el popular Juan Ignacio Zoido se plantó también en el enclave con retroexcavadora incluida para recoger la basura y prometió darle fin si se convertía en alcalde. La foto de la pala dio mucho juego en los dimes y diretes de la política local.

Zoido logró en su mandato realojar al 25% de sus pobladores. Gobernaba ya Juan Espadas (PSOE), cuando comenzó a llegar la financiación de la UE para un plan de intervención, que contaba con algo más de cuatro millones de euros para acabar con el asentamiento. El también socialista Antonio Muñoz continuó la labor de su homólogo, aunque achacó a la pandemia que los trabajos se ralentizaran.