El misterio de la Virgen de Guadalupe: ¿Por qué hay tantas representaciones en Sevilla?

La Basílica de La Macarena, la Parroquia de Nuestra Señora de la O, San Onofre, la Capilla de Montserrat, el Hospital de La Caridad o el Espacio Santa Clara son solo algunos de los lugares en los que se puede encontrar la imagen de la Virgen de Guadalupe. No es sorprendente encontrar la representación de una virgen en Sevilla, la ciudad con más iglesias por número de habitantes en España, 125 concretamente. Sin embargo, llama la atención que haya tantos cuadros con la imagen de la Virgen de Guadalupe, la Patrona de toda América y, para los católicos, la primera aparición mariana que hubo en ese continente. Se trata de la imagen más venerada de Latinoamérica, sobre todo en México, desde que en 1531 se diera fe de su existencia. ¿Qué vínculo tiene esta representación de la Virgen con Sevilla?

Una investigación de más de 10 años

Lo cierto es que esta pregunta se la hizo un historiador allá por el 2006. Se llama Francisco Montes y es profesor de la Universidad de Granada. Su curiosidad le llevó a publicar en 2016 un libro con un detallado estudio en el que analizaba los puntos más relevantes de la devoción a la Virgen de Guadalupe por parte de la sociedad sevillana a lo largo de la historia. Tanto es así, que esta publicación se considera uno de los pocos trabajos que se adentran en el por qué de la devoción guadalupana en Sevilla.

La obra, titulada Sevilla Guadalupana. Arte, historia y devoción, está editada por la Diputación de Sevilla. En él, este doctor en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y experto titulado en Gestión del Patrimonio Histórico-Artístico, culminó "diez intensos años de investigación, sobre todo motivado por la cantidad de lienzos de la Virgen que hay en Sevilla", según explicó a Efe.

La imagen de la Virgen de Guadalupe desembarca en Sevilla

Durante la presentación de esta monografía, tal como detalló Efe en su día, Montes enfatizó en la cantidad de "momentos fundamentales en la historia" que definieron la llegada a Sevilla de los cuadros con la imagen de la Virgen. En total, el historiador consiguió localizar 185 imágenes en lugares públicos de la capital andaluza como conventos, iglesias o palacios. A esta cifra se le deben de sumar 60 cuadros más, que permanecen en colecciones particulares de la ciudad. En total, más de 200 de los siglos XVII y XVIII.

"A finales del siglo XVII, Sevilla es puerto de América, y los lienzos vienen en los barcos como protección a los marineros, y ya en la ciudad se adopta la imagen y el culto", declaró a Efe. Asimismo, justificó la devoción de los sevillanos porque "era una Inmaculada, americana, milagrosa, y los sevillanos llenan sus casas, iglesias y conventos, en todos los casos con lienzos procedentes de México".

Por otra parte, la investigación también contempla otra época de la historia, a finales del siglo XIX, cuando "una serie de familias de indianos inmigrantes que habían hecho dinero se instalan en Sevilla. Son terratenientes, y forman linajes importantes que prosperan y llevan a la Virgen como patrona de sus casas y familia".

El profesor Montes explicó para el blog De Cultura Sevilla que "Los navíos que recorrían el Atlántico desde Nueva España a Sevilla se encomendaban a su protección y era frecuente llevar en los galeones alguna imagen para garantizar un viaje seguro. Al llegar a Sevilla, estos cuadros eran regalados a iglesias y conventos como acción de gracias por haber llegado sanos y salvos, convirtiendo a Sevilla en el mejor museo fuera de México con cuadros dedicados a la Virgen de Guadalupe, y difundiéndose su culto frente a la otra devoción guadalupana, la extremeña, curiosamente mucho más cercana".

Efe recoge que una de las curiosidades que se dieron a conocer cuando se presentó la investigación de Montes es que todos los cuadros conservados en Sevilla, ya sea en templos o en colecciones particulares o públicas, fueron pintados por pintores mexicanos.

La Virgen de Guadalupe, una dolorosa de Sevilla

Sevilla, con el tiempo, hizo de la devoción guadalupana en la ciudad una representación dolorosa a la que poder rezar. Por ello, en 1965, el escultor sevillano Luis Álvarez llevó a cabo la María Santísima de Guadalupe. Esta imagen, tallada en madera de ciprés, es un ejemplo de la dolorosa sevillana: una gran belleza, rasgos juveniles y la expresividad de su mirada. Pertenece a la Hermandad del Santísimo Cristo de las Aguas y la bendición de esta imagen tuvo lugar en 1967 en la parroquia de San Bartolomé.

Como curiosidad, esta obra se ha sometido varias veces a revisiones, todas ellas realizadas por el propio Álvarez Duarte. En 1981 sustituyó el candelero y talló unas nuevas manos y, en 2010, sometió la imagen a una limpieza que permitió recuperar las tonalidades claras de su piel. Su primera salida procesional fue el Lunes Santo de 1969.

Una devoción extremeña

Los orígenes de la Virgen de Guadalupe se remontan en Extremadura. Fue hallada en la actual villa de Guadalupe, en la provincia de Cáceres (Extremadura) en 1326, convirtiéndola en la primera imagen de la Virgen de Guadalupe de la que se tiene conocimiento. Es la virgen patrona de dicha villa y de Extremadura desde 1907, sin embargo, cabe destacar que la representación de esta virgen es diferente a la que se le reza en México. Su fiesta se celebra el 6 de septiembre y fue coronada canónicamente como "Reina de la Hispanidad" en 1928.

En 1993 la Unesco declaró a todo el conjunto del monasterio y basílica de Guadalupe (en Extremadura) como Patrimonio de la Humanidad.