Turismo rural

La increíble casa rural de Sevilla ideal para niños: ordeñar cabras, hacer mazapanes y quesos

Es un enclave situado en la Sierra Norte de Sevilla que ofrece una experiencia completa para integrarnos en plena naturaleza

La finca Riscos Altos.

La finca Riscos Altos. / El Correo

Ramón Morales

Ramón Morales

En las escapadas a casas rurales muchos padres buscan una opción en la que toda la familia disfrute de la experiencia y que adultos y niños pasen un día de diversión con actividades comunes. Hoy traemos un lugar idílico en la Sierra Norte de Sevilla dentro de un bosque rodeado de naturaleza y animales.

Se trata de la casa rural Riscos Altos, en Cazalla de la Sierra, un alojamiento muy completo rodeado de arboleda, con senderos en la misma finca para pasear y actividades diversas como talleres de lácteos, elaboración de pasta fresca, de quesos o de dulces navideños. Una opción perfecta para niños, que disfrutarán como enanos.

Una de las estancias de la finca.

Una de las estancias de la finca. / El Correo

En cuanto al alojamiento hay disponibles estudios (2-3 personas), dobles con salón (2 a 4 personas) y dúplex de dos habitaciones (2 a 4 personas), con estas distribuciones:

  • Castaño (30 m²): Habitación doble con salón con dos camas individuales y una doble.
  • Fresno (30 m²): Habitación doble con salón que se encuentra en la parte de arriba, con dos camas individuales y una doble.
  • Nogal: Estudio con tres camas individuales.
  • Olmo: Se encuentra en la parte de abajo y también es otro estudio con tres camas individuales.
  • Encina (60 m²): Apartamento dúplex con una habitación por planta y una cama doble y dos individuales.
  • Roble (60 m²): Apartamento dúplex con dos plantas, salón abajo y dos habitaciones arriba con dos camas individuales y una doble.
Uno de los talleres: elaboración de pasta fresca.

Uno de los talleres: elaboración de pasta fresca. / El Correo

Actividades para toda la familia

Esta finca ecológica de 65 hectáreas ofrece una experiencia completa para el disfrute de todos, desde andar por sus senderos, pasando por la observación del cielo con los telescopios que hay allí instalados, participar de la vida de los animales del lugar (cerdos ibéricos, ovejas merinas, cabras Floridas, gallinas, conejos o burros) o aprender en sus talleres cómo se elaboran chacinas, quesos, dulces navideños, pastas frescas o conservas vegetales.

Hay telescopios para ver las estrellas.

Hay telescopios para ver las estrellas. / El Correo

Igualmente, hay jornadas micológicas donde te enseñan a recoger setas, de observación de los pájaros o cómo recolectar aceitunas, con un plus en este caso, porque allí también se puede participar en un taller para elaborar aceite. Todo con el objetivo de sentirnos parte de naturaleza en un entorno sin ruido alejado del estrés diario.

Una de las zonas de comedor.

Una de las zonas de comedor. / El Correo

Comer bien

Como cualquier enclave serrano que se precie no falta la buena comida en la finca, con un restaurante donde degustar los manjares de la zona con comida casera de calidad. Y es que esta misma finca ecológica ofrece al cliente un menú degustación elaborado casi en su totalidad con productos ecológicos de Riscos Altos, desde hortalizas sembradas en su propia huerta o carne de animales criados en sus pastos, … Todo muy cuidado.

En definitiva, una experiencia de 10 si gusta lo rural y queremos adentrarnos en la naturaleza de una manera sana y saludable.