Feria del Libro | Gervasio Iglesias Director y productor de cine y escritor

"No creo en Dios, pero creo en Ángela, en el mensaje de Ángela"

El productor de éxitos del cine español como 'La isla mínima' y 'Modelo 77' se adentra de nuevo en la narrativa con una novela biográfica sobre Santa Ángela de la Cruz, que presenta esta tarde en la Feria del Libro de Sevilla

Gervasio Iglesias, director y productor de cine y escritor.

Gervasio Iglesias, director y productor de cine y escritor. / El Correo

Patricia Godino

Patricia Godino

Pese a su apellido, habitual en la cartelera del cine español reciente de más éxito (La isla mínima, Modelo 77), el productor Gervasio Iglesias (Sevilla, 1966), se define como "ateo, totalmente ateo".

Por lo que quizás sea esa mirada, desposeída de fe y milagrería, la que le haya ayudado a abordar sin intermediarios divinos la figura de Ángela Guerrero González, sor Ángela de la Cruz, la monja sevillana que a finales del XIX fundó la Compañía de la Cruz concebida por entero al cuidado y ayuda a los pobres, una obra que hoy sigue vigente en la ciudad con los barrios con menor renta de toda España.

La visión sobre la mujer, hoy santa, que murió en 1932 y que sigue siendo venerada por miles y miles de sevillanos, la ha plasmado en las páginas de Ángela (El Paseo Editorial) la novela biográfica que presenta esta tarde en la Feria del Libro, en el Espacio Hermanos Machado. Quien es nombre imprescindible del audiovisual andaluz de los últimos 30 años se rodeará de la actriz María Galiana, el editor David González Romero, el actor Antonio Dechent, que leerá pasajes del libro, y la periodista que firma estas líneas.

PREGUNTA. El acercamiento a la figura de Sor Ángela, ¿le viene de familia?

RESPUESTA. Vivo cerca del convento y desde siempre he visto como las hermanas de la Cruz salían por las noches a atender a los enfermos. Siempre se hablaba muy bien de ella y de las hermanas en el barrio. Diluvie o haga 45 grados: siempre están en su entrega a los demás.

P. ¿Cuándo surge la idea?, ¿cómo fue el proceso de documentación?

R. Sobre el año 2008 o 2009, investigando en la hemeroteca para un documental, encontré en el ABC una crónica de todo lo que había pasado cuando murió Ángela, la primera semana de marzo de 1932. Leí que un concejal de la mayoría de izquierdas solicitaba que fuera distinguida por el Ayuntamiento de Sevilla y recibiera un tributo público de la ciudad. En ese momento no había hijos predilectos. Me llamó mucho la atención que una persona tan de izquierdas reclamara el elogio de Ángela cuando en ese momento estaban totalmente opuestos a la Iglesia católica.

P. Pedía el reconocimiento a su obra, no a su fe.

R. La crónica cuenta que la última persona que entró era un obrero, que depositó una rosa roja ante el féretro. A partir de ahí empecé a investigar e investigar y han pasado muchos años y poco a poco fui descubriendo cosas que muy interesantes sobre Ángela.

P. ¿Qué ha descubierto?

R. Lo primero que es que, desde que ella muestra su vocación, desde muy niña, hasta que consigue realmente estabilizar la visión que ella tiene de cómo debe ser la vida con los pobres pasa bastante tiempo. Es desde los 16 años hasta los 40 años cuando se enfrenta a todos los poderes establecidos con la ayuda del Padre Torres, que es un grandísimo personaje.

Es la primera persona que habla de cambiar el concepto de caridad cristiana, que hasta ese momento era un poco como que los pobres son necesarios para que los ricos hagan su obra de beneficencia

Ángela me parece fascinante: de cierta forma, es la primera persona que habla de cambiar el concepto de caridad cristiana, que hasta ese momento era un poco como que los pobres son necesarios para que los ricos hagan sus obras de beneficencia. Su lema era pobre con los pobres. Ella habla de solidaridad, no de caridad.

P. Un concepto de ayuda al prójimo revolucionaria para la época.

R. Ella es la que lanza ese concepto y, creo, de forma mundial. Yo lo que hago es incluirlo en el contexto histórico: justo a final del siglo XIX están empezando los movimientos obreros, los sindicatos en Inglaterra. Todo ese caldo de cultivo estaba. Ella, de forma intuitiva y entendiendo que estaba al tanto de lo que pasaba a su alrededor, propone ese concepto tan moderno de que para conseguir una justicia social hay que tener solidaridad entre todos. Es el mensaje de Cristo.

P. Otra cosa es en lo que haya derivado la Iglesia.

R. Es lo que me motivó a embarcarme en la novela. Yo soy ateo, pero totalmente ateo, yo no creo en Dios, pero creo en Ángela, creo en el mensaje de Ángela. Lo que he hecho con esta historia es quitarle el relato a posteriori más propiciado por la Iglesia. Evidentemente, y así lo cuento en la novela, ella tiene una motivación principal que es su religiosidad, su fe pero, sobre todo, la fe en el Cristo que está en la cruz, ese Cristo que ha entregado su vida a los demás, que es lo que ella hace, desde la humildad.

P. Hábleme de Padre Torres.

R. Es una persona fundamental, un teólogo brillantísimo que rehuía de todos los parabienes y los cargos que la Iglesia quiere que él ocupe. Se contaba que, entre otras cosas, tenía la ropa de su mortaja en su dormitorio para todas las noches darse cuenta de lo futil que es el tiempo. Juntos forman un equipo. El Padre Torres tiene 56 años cuando conoce a Ángela, que tiene 16. Él ve en ella su gran aliada. A donde él no llegó, que llegara ella. Se puede decir que la alumna superó con creces al maestro.

P. ¿Ha valorado y entendido Sevilla el legado de Ángela?

R. Hay una parte... los milagros y tal... pero yo creo que sí, sí. Las hermanas de la Cruz son muy respetadas sobre todo en esa ayuda al próximo a los demás. La gente de Sevilla sabe perfectamente la labor que hacen, de entregarse y a los demás y dentro de la iglesia también lo saben. Cuando estaba empezando con el proyecto hablé con el Cardenal Amigo, porque sabía que él tenía muy buena relación con las hermanas. Me dijo: "Mira, Gervasio, ellas son un punto y aparte de la Iglesia. En la Iglesia, todo el mundo obedece, por supuesto, pero ellas son un punto y aparte. Yo nunca le he intentado convencerlas de nada que ellas no quieran. La primera vez que estuve hablando con Madre Superiora me dijo lo mismo: nosotras vivimos en otro mundo. Y te das cuenta de que efectivamente es otro mundo, sus normas del día a día, que son muy duras, su capacidad de entrega, absolutamente desinteresada, Sevilla lo sabe.

P. He comentado que le iba a entrevistar por un libro de Sor Ángela y me han dicho es nuestra Teresa de Calculta.

R. No estoy muy de acuerdo, la verdad. Creo que Ángela era una luchadora social con una clarísima motivación religiosa, que luchaba contra la injusticia que en su época se plasmaba no ya en la pobreza, sino un grado más, ella era pobre en la miseria. Hay que tener en cuenta que es una ciudad donde había llegado mucha gente al campo, donde había una protoindustrialización, en la que había continuos desbordamientos del río, continuas epidemias del cólera, del cólera momo le llamaban, con una mortalidad infantil tremenda... Son tremendas esas primeras historias que se cuentan de cuando aparecía en los corralones ayudando a la gente enferma.

P. Como esa primera historia que relata en la que succionó la pus de una enferma condenada a la muerte.

R. Eso fue real. Parece que había escuchado una historia de un marino que había venido a Sevilla y había contado que así se quitaban las picaduras de las serpientes venenosas para poder salvar a la persona. Y así es cómo salvó la vida de esa mujer. Con 16 años, ella estaba todas las noches, junto a las dos hermanas que empezaron con ella y con el Padre Torres atendiendo a los enfermos, a los que no tenían nada, a los que estaban condenados a morir.

P. ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

R. Básicamente ha sido todo recurrir a archivos de la época. Hasta entonces, los libros que se habían publicado, sobre todo el del padre Javierre, daban una visión de la monjita dulce y bondadosa siempre inspirada por Dios y, evidentemente, lo respeto mucho, pero eso no fue así. La historia fue mucho más difícil, precisamente por la manera en que ella creía que tenía que atender a los demás, y así fue hasta el final de su vida. En uno de los aniversarios tiene problemas con uno de los benefactores del instituto porque quieren controlar.

En mi documentación fue fundamental un libro de la hermana Sacramento, que escribe la historia de la congregación con cartas de la propia Ángela

Ella se niega desde el primer momento. Pero en mi documentación fue fundamental un libro de la hermana Sacramento, que era una profesora que se había metido monja. La Madre superiora le dice “ahora que todavía estamos vivas, mucha gente que hemos conocido a Madre escribe la historia de la congregación”. Y escribe un libro muy voluminoso, con todo lo que había pasado en la orden, por ejemplo, recoge las cartas de Ángela al Padre Torres cuando ella tiene una profunda crisis porque ve que no está saliendo adelante su proyecto de vida. Es una información súpervaliosa.

P. El testimonio directo.

R. Ahí se lee a la Ángela que tuvo que hacer frente a más conflictos, la de la lucha diaria… En los libros posteriores eso no se recoge. La hermana Sacramento tiene acceso a todas las personas que la han conocido. Y además realiza un estudio muy amplio de lo que fue la época. Lo que yo hago es contextualizarla en su época.

P. Cuente.

R. La historia son cuatro personajes: Ángela y el padre Torres y el duque de Montpensier y la infanta María Luisa, que tienen un matrimonio de Estado el mismo año que nace Ángela. El rey de Francia casa a su hijo, el duque de Montpensier, con la hermana pequeña de Isabel II para intentar acceder al trono de España y los instala en Sevilla, en una ciudad llena de pobreza. Lo increíble es que la infanta María Luisa, después de todo lo que pasa, después de ver morir muchísimos de sus hijos, después ver a su marido guerreando contra su hermana, al final se da cuenta que su vida no tiene sentido y recurre a Ángela y acaba yendo al convento a ayudar continuamente en su obra. Tanto es así que, cuando muere, se la amortaja con los hábitos de la orden.

P. No tenía ni idea de este episodio.

R. Sí, sí, en su última etapa de vida, la infanta y Ángela tienen bastante conexión, estaba continuamente en el convento ayudando a las hermanas a ayudar a los pobres. Y el duque de Orleans, cuento en el libro, acude muy enojado a sacarla de allí. Ángela fue una inspiración para mucha gente que trasciende clases.

P. Siendo quien es en el mundo del cine la pregunta es obligada: ¿habrá película?

R. No rotundo. No se va a llevar al cine, ni va a ser serie, ni nada. Y le cuento por qué. Cuando empecé con el proyecto me pareció muy interesante recrear todos los hechos históricos. Y lo primero que hice fue reunirme con la Madre superiora y le dije lo mismo que a ti: “Yo soy ateo, pero creo en Ángela y quiero contar la historia de Ángela, porque es algo que la gente debe conocer y, sobre todo, las generaciones jóvenes”. Y me comentó que debía hablarlo con las hermanas y que me llamaría. Me llamó a las dos o tres semanas y me dijo: “A todo el mundo le pareció muy bien la historia pero no vemos que una actriz haga de Madre, que una actriz encarne a Ángela. Hay documentales, libros pero no una actriz”. Como te digo, ellas viven en otro mundo y eso lo voy a respetar siempre. Por eso, por supuesto, lo respetaré y jamás haré una serie, jamás haré una película ni jamás venderé los derechos del libro para que alguien lo adapte.