Las tapas de pasta italiana más auténticas en el centro de Sevilla: "Hacemos lasaña casera los fines de semana"

¿Qué tienen en común una tapa y un plato de pasta? La respuesta, a priori, es nada. Sin embargo, Andrea Marabini, un italiano afincado en Sevilla ideó un concepto innovador allá por el 2016 que implicaba a ambos conceptos.

Tapas de pasta casera. Esta es la principal característica y propuesta de valor del restaurante italiano La Locanda di Andrea. Aquí los interminables platos de pasta que empachan a cualquiera no existen. Las proporciones son tapas, pero en vez de servir una ensaladilla de langostinos ofrece una tapita de espaguetis a la carbonara o de raviolis rellenos de queso gorgonzolla con pera.

Se trata de una creativa idea de negocio que ha convertido este local de la calle Feria en un restaurante conocido entre los sevillanos y los turistas que llegan a la ciudad y les apetece probar pasta casera. “Quería ofrecerle al cliente sevillano platos de pasta artesana con sabor a mi tierra y vi que aquí el concepto de la tapa era el que más triunfaba, así que junté la gastronomía italiana con la manera de comer andaluza”, comenta Marabini, sentado en la entrada de su local, aunque su lugar por excelencia es la barra o la cocina.

Un día entre semana, a la hora de comer, el bar está lleno, pero los fines de semana es casi indispensable reservar. ¿El motivo? Andrea lo tiene claro: "Hacemos lasaña los fines de semana".

Detrás de sus recetas está su abuela Ancilla. “Era cocinera en el orfanato de Medicina, nuestro pueblo, y muchas de las recetas que he aprendido y hoy sirvo, me las enseñó ella”, señala Marabini mientras señala una fotografía de su abuela colgada en la pared, en un punto muy visible del restaurante.

Especializados en pasta casera

Todo lo que se sirve en La Locanda di Andrea se elabora en sus cocinas. Entre sus platos estrella están las propuestas de pasta rellena, como los raviolis de calabaza o las mezzelune de queso, setas y trufa. También encantan, según Marabini, los raviolis de ricotta, la tagliatella tradicional con salsa boloñesa o los gnocchi de pesto rojo de Puglia, que llevan tomate seco, piñones y almendras.

Este emprendedor y enamorado de la gastronomía italiana también destaca los panes artesanales de su carta. “Son panes tradicionales de Emilia Romaña (Italia), un plato regionalista típico de las ferias de los pueblos”, explica sobre este pan frito que se sirve acompañado de embutidos y quesos italianos. Se pone en medio de la mesa y se comparte, algo que recuerda mucho a la manera de comer en Sevilla.

Estos tipos de pan, que se llaman tigella, piadina o focaccia, pueden llevar mortadela, verduras e incluso nutella y es casi una petición obligatoria para todo comensal que decida parar en este peculiar pero concurrido bar.

En cuanto a sus precios, el plato más caro es el surtido de 140 gramos de quesos y embutidos, que tiene un precio de 10,50€. Las tapas tienen un precio medio de 4,10€ y el plato de 8,30€. Los panes oscilan entre los 3,20€ y los 5,90€ dependiendo del tipo de masa y las carnes, como el scaloppine con setas y boletus no superan los 8,40€.

Las lasañas artesanales: un "gran" reclamo

Los platos fuera de carta de La Locanda di Andrea son las lasañas caseras que ofrecen todos los fines de semana y que anuncian en su pizarra en la entrada del local. Las hacen desde cero, por lo que el proceso "es lento" y la cocción en el horno "muy larga". Pueden ser de verduras, de calabaza o de gorgonzolla y queso ahumado -especialmente demandada-, pero también hacen la clásica de boloñesa.

“Cada semana hay una lasaña especial”, resalta el propietario, que valora mucho estos platos tan auténticos y limitados que sirve el restaurante. "Es un gran reclamo para el cliente y muchas veces vienen expresamente para probarla", resalta.

Sobre su público, Andrea asegura que está muy compensado entre los clientes locales y los que vienen del extranjero. "Hay de todo, mitad y mitad", reconoce, aunque para él, este negocio está pensado para el sevillano, de ahí su concepto de tapas de pasta.

Lo normal es ver una mezcla entre locales y turistas en cualquier turno, y su horario es de miércoles a sábado de 13 a 17 de la tarde y de 20 a media noche.

Un local decorado por una colección de más de 100 sillas pequeñitas de madera que llama tanto la atención, que tal como cuenta el joven propietario, los propios clientes le han traído en diversas ocasiones sillas de cualquier parte del mundo, aunque la colección es un prétamo de una amiga suya. "Hemos hecho de este local una casa, por eso lo decoramos así", concluye Andrea.