Luz verde a una nueva residencia de estudiantes de La Cartuja, con 572 plazas y una piscina colectiva

En Sevilla hay 7.200 plazas en residencias de estudiantes privadas, según un estudio realizado en 2023 y utilizado por la Diputación para denunciar la falta de residencias públicas en la capital. Este dato supone un incremento en la oferta del 130% con respecto al 2020, tal como apunta este mismo informe. Pero la cuenta, lejos de aminorarse, seguirá creciendo. La Gerencia de Urbanismo dará el visto bueno esta semana al inicio de obras de nueva planta para la construcción de una nueva residencia de estudiantes privada en la Isla de la Cartuja, que tampoco será la primera en esta ubicación.

En concreto, en la reunión de la Comisión Ejecutiva de este miércoles se concederá licencia de obra para esta edificación en el número 6 de la calle Américo Vespucio, muy cerca del monasterio de la Cartuja (Centro Andaluz de Arte Contemporáneo), el Cartuja City Center, el centro médico Asepeyo o la residencia de estudiantes Odalys.

Este edificio tendrá cuatro plantas y un garaje en el sótano, una urbanización complementaria con espacios libres de la parcela y una piscina de uso colectivo para que la compartan todos los universitarios. Ofrecerá 572 habitaciones.

En La Cartuja ya hay dos residencias de estudiantes utilizándose, Odalys y Yugo, y se está construyendo otra frente al aparcamiento de Isla Mágica y la Escuela de Ingenieros. Ahora se sumará una más para ser tres en una misma ubicación, estando además la de Odalys justo al lado.

Ubicación atractiva para estudiantes

Se trata de una zona idónea para el alojamiento de estudiantes, debido a la concentración de edificios relacionados con la educación y la formación, como la Facultad de Comunicación y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, el Centro Universitario San Isidoro, la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, el ESIC Sevilla, o el centro académico de apoyo universitario CES Cartuja.

El solar, de más de 6.000 metros cuadrados de superficie, fue en su día el espacio en el que estaba ubicado el pabellón de Japón en la Exposición Universal de Sevilla 1992, y ahora mismo está en desuso, vallado, con vegetación, y se encuentra junto a un aparcamiento público.

La necesidad de plazas públicas

Ante los problemas de vivienda que se acumulan en la ciudad de Sevilla, denunciados por los vecinos este mismo sábado a través de una manifestación, los jóvenes tienen que recurrir a otras alternativas para vivir. Una de ellas, que no es nueva y que sigue siendo atractiva para los estudiantes, es apostar por una residencia.

Estos alojamientos están experimentando un boom, cuyo ejemplo más reciente se vivió este mismo verano, cuando las tres residencias de estudiantes de la Universidad de Sevilla rozaban el aforo completo con casi 1.000 plazas ocupadas (921) ya a dos semanas antes del inicio del curso universitario, mientras que en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), la Flora Tristán, se encontraba al 70%.

No obstante, aquí se abre una doble vía. Porque, por un lado, están aquellas destinadas a jóvenes (o familias) sin una gran capacidad económica para asumir un alquiler en el centro de la ciudad de Sevilla. Pero por el otro están aquellas que ofrecen unas condiciones y unos servicios que, pese a su alto precio, generan especial interés.

Debido a la necesidad de ambos tipos de clientes, al igual que ocurre en el sector inmobiliario, han aparecido los fondos de inversión para sacarle rentabilidad al negocio. En El Correo de Andalucía ya contamos que tres de cada diez viviendas en venta en Sevilla las compran inversores para dedicarlas al alquiler.

Y también que los fondos de inversión se han dado cuenta de que es un mercado en auge. "Está claro que muchos han visto ahí el negocio ante la subida exponencial del alquiler de los últimos años", declararon desde Diputación a este medio, que señalaba entre sus grandes objetivos para la ciudad la necesidad de "más plazas y alojamientos en la capital".

La Diputación de Sevilla dispone en la actualidad de unas 350 camas en dos complejos diferentes, un número reducido si se compara con las 7.200 privadas que existen. "El compromiso de la Diputación es ampliar el número de plazas disponibles", aseguran desde la Administración provincial. "Muchas familias recurren a las residencias públicas porque no pueden permitirse pagar cerca de mil euros para que su hijo estudie en Sevilla".

En los próximos años los estudiantes que quieran vivir en una residencia en Sevilla tendrán una nueva ubicación más, además en La Cartuja, cerca de varias facultades, pero habrá que ver a qué precio y cuántos se lo podrán permitir, mientras la preocupación por los altos precios del alquiler crecen y los jóvenes ven cada vez más complicado poder pagarse un piso compartido o acceder a una residencia.