Gastronomía andaluza

El misterio del solomillo al whisky: la receta viral que engañó a generaciones

Se trata de un plato de origen francés que se cocinó por primera vez hace casi 60 años

Un plato de solomillo al whisky.

Un plato de solomillo al whisky. / Archivo.

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

El solomillo al whisky es una tapa de lo más misteriosa. Los sevillanos la han probado más veces de las que puedan recordar y los visitantes no dudan en degustarla cada vez que pisan Sevilla. Sin embargo, ni unos ni otros saben la verdadera receta de esta tapa, muy alejada de su verdadero nombre. La duda es la siguiente: ¿Por qué se llama así?

Plato de solomillo al whisky de Casa paco, en Los Remedios.

Plato de solomillo al whisky de Casa Paco, en Los Remedios. / Rocío Soler Coll

El origen de este plato se remonta a los años sesenta y aunque no sea centenaria ya se cataloga como "tradicional". De hecho, lo difícil en la capital andaluza es encontrar un bar clásico que no la sirva y si lo hace, siempre está acompañada de patatas fritas -si son caseras mucho mejor-, ajos tostados y picos de pan.

Lo que muchos no saben es que esta tapa nació una noche en uno de los bares más escondidos del centro de la ciudad: la cafetería Rioja Pasaje.

Una receta parisina

En su día fue toda una revolución -como el tataki de atún o el pan bao de ahora- y llegó a la capital andaluza a través de la cocina parisina, que en aquella época tenía mucha influencia en muchas otras gastronomías del mundo, entre ellas la española. Para conocer su llegada a la ciudad hay que remontarse a 1968, cuando Antonio Daza, abogado en la Diputación de Sevilla, y Dámaso Ballenato, encargado de la cafetería Rioja Pasaje, se encontraron en el bar.

Este negocio es un bar ubicado en la calle Rioja número 13 que en su día llegó a tener varios locales expandidos por la ciudad.

Daza acababa de aterrizar de un viaje a París y fue a cenar a la cafetería, la primera que se inauguró. Encandilado con una receta de solomillo que había probado en la ciudad del amor, le pidió a Ballenato que intentará llevar a cabo el plato que él había probado. Finalmente, el encargado del bar consiguió dar con una receta similar a la que él había degustado, aunque ahora tenía un sabor propio y algo diferente.

Solomillo al whisky de Rioja Pasaje.

Solomillo al whisky de Rioja Pasaje. / Cedida

En menos de un año, esa receta se consagró como una de las más demandadas del restaurante y muchos bares decidieron añadirla a sus cartas.

El toque francés, la mantequilla

La gastronomía andaluza tiene un elemento que define el sabor de sus platos: el aceite de oliva virgen extra. No obstante, en Francia este ingrediente se suele sustituir por la mantequilla. Este fue precisamente uno de los factores estrella de la receta: usar mantequilla en vez de aceite. Muchos bares, que desconocían este paso crucial, utilizaban solo aceite de oliva, por lo que el sabor no era exactamente el mismo.

Sin embargo, la "gran sorpresa" de su receta es, precisamente el ingrediente que cualquiera diría que lleva: el whisky. La realidad es que esta tapa no lleva whisky y en lugar de este, lleva brandy de la marca Centenario. A la pregunta de por qué lleva whisky en su nombre, nadie lo sabe y, seguramente, a estas alturas nadie nunca lo sepa.

De tapa a montaditos

La historia no termina aquí. En un primer momento, se decidió que este plato solo se serviría en media o en ración, pues era la única forma de que saliera rentable y se le diera el valor que merecía por la calidad de su producto. Un día, un camarero de la cafetería decidió saltarse las normas y servir el plato en formato de tapa con la intención de ganar más dinero y conseguir que la gente no comiera del mismo plato. Lo que en un principio no le pareció buena idea al propietario acabó convirtiéndose en una tapa muy demanda bajo el nombre de "mantecadito".

Sin embargo, falta una propuesta: el montadito. Si hay algo que le guste a cualquier sevillano eso es un buen montadito. Por ello, un día un trabajador del bar que estaba en un local de la Alameda decidió hacerle la competencia a las hamburguesas de la época con una propuesta de solomillo al whisky entre dos panes, con las patatas y su salsa en el interior.

Hoy, más de 60 años después, los puristas mantienen los ingredientes de su salsa intactos, otros añaden whisky porque desconocen la verdad detrás del plato. Sea como fuere, el solomillo al whisky tiene ADN sevillano aunque ahora, también francés.

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