La imagen de San Judas Tadeo regresará al Silencio en enero: "Tenemos garantías de que quedará intacta"

El 26 de octubre, un accidente con las velas que custodian el altar de la imagen de San Judas Tadeo en la Iglesia de San Antonio Abad, la sede de la Hermandad del Silencio, hizo que el atrio del patio interior donde permanece la figura ardiera en llamas. Así fue como la talla de uno de los santos más queridos y venerados de Sevilla estuvo a punto de calcinarse. Como consecuencia, el patrio sufrió "daños materiales" y la figura quedó totalmente tiznada de negro con las manos especialmente perjudicadas, aunque pudo salvarse "de milagro".

En una conversación con El Correo de Andalucía, el secretario primero de la Hermandad del Silencio, Manuel Ángel Calvo, ha confirmado que la representación volverá a su altar en enero de 2025, tras varios meses sometiéndose a una "dificultosa reparación". "Tenemos garantías de que quedará intacta, como si el incendio no hubiera sucedido", ha asegurado.

La empresa encargada de restaurar la imagen es Restaur Arte SL, un taller sevillano que "por la confianza, la garantía total y el plazo de tiempo" ha encajado con las peticiones de la hermandad. "Hemos sido muy meticulosos con los plazos y el taller de restauración, hemos sopesado unos cuantos antes de tomar la decisión y decantarnos por uno", ha insisto Calvo.

En cuanto al estado de la imagen tras el incendio, el San Judas "sigue manteniendo sus dos manos", aunque una de ellas "se ha deteriorado mucho". "Primero se ha llevado a cabo una fase previa de fijación de los elementos dañados, después se reparará y finalmente se restaurará la policromía", ha resaltado.

El secretario primero de la Hermandad ha reconocido que se trata de una "labor dificultosa", porque es una talla de escayola que ha sufrido daños por alta temperatura, pero su restauración "no es imposible".

Reapertura del atrio para la Inmaculada

Actualmente, el atrio de la iglesia, que da acceso al interior del templo desde la calle Alfonso XII está cerrado al público y las zonas afectadas siguen completamente tapadas desde el día del accidente. Sin embargo, desde el interior de la iglesia sí se puede acceder al patio para llegar hasta la tienda de la hermandad. La intención es, según Calvo, "abrir el atrio parcialmente para el puente de la Inmaculada" una fiesta "muy señalada" para ellos.

En este sentido, "parcialmente" se traduce en que se podrá acceder al interior de la iglesia desde la calle Alfonso XII, pero el altar del santo y las dos columnas que quedaron dañadas por las llamas seguirán protegidas. "Lo que sí esperamos es que cuando las columnas ya se hayan sustituido y el altar esté en buen estado, la imagen de San Judas Tadeo vuelva a su lugar", ha reconocido el hermano.

Un cuadro para los fieles y devotos

A día de hoy se puede acceder al interior de la iglesia por la calle del Silencio, donde permanecen las imágenes de Jesús Nazareno y de la Virgen de la Concepción, titulares de la hermandad, y de 18 a 19 de la tarde, el Santísimo está expuesto.

Aunque el atrio esté tapado, la tienda de la Hermandad ha podido reabrir sus puertas y cerca de donde se encuentra la imagen de San Cayetano, la archicofradía ha puesto un cuadro de San Judas Tadeo provisional hasta que se culminen las obras y la talla esté restaurada. "Son muchos los fieles y devotos que se acercan al cuadro para seguir venerándole, vienen a diario", ha señalado Calvo.

Otra de las obras que quedó totalmente calcinada tras el incendio fue el cuadro de San Diego de Alcalá que presidía el atrio. Se trata de una obra del pintor y escultor Ricardo Suárez que, tal como adelantó este periódico, la hermandad le ha vuelto a pedir al artista y hermano de la archicofradía otra obra del santo. Según Suárez, el cuadro estará listo para principios del año que viene.

Parece que la Hermandad del Silencio afronta la recta final de un accidente que puso en vilo a los devotos de uno de los santos a los que más se encomienda Sevilla. Y aunque los fieles "asumieron la situación con mucha naturalidad", la expectación por volver a contemplar la imagen es cada día mayor.