Virginia Bersabé: "Uno de mis objetivos es lograr un acercamiento físico, artístico y emocional a las mujeres de avanzada edad y a su espacio privado a través de la pintura

Virginia Bersabé es una artista plástica sevillana licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y graduada del postgradoArte: idea y producción. Desde sus inico marca un camino bastante ligado a lo urbano y más actual. Poniendo en el foco la madurez femenina, casi siempre invisible y silenciada, supone un altavoz no solo artistico sino social, encontrando en la madurez no solo belleza sino reivindicación.

Este año, Bersabé ha sido galardonada con el XIX Premio de Artes Plásticas Canal Sur-El Público, así como con la Medalla de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Además, su exposición De dónde tanta fuerza, que tuvo lugar en el Espacio Santa Clara ICAS de Sevilla, fue seleccionada como una de las candidatas al Premio Especial del Público en los prestigiosos Premios EXPONE, organizados por la Asociación de Museólogos y Museógrafos de Andalucía. Por otro lado, la artista también cuenta con una destacada trayectoria de exposiciones en solitario tanto a nivel nacional e internacional, como su muestra asidua en el espacio Paysage immobile en la galería PDP de París, o la exposición colectiva Crossing lines (2019) en la galería PDP Gallery de Los Ángeles

Virginia, tus raíces están en Écija, un lugar cargado de historia y cultura. ¿Cómo ha influido crecer en este entorno en tu sensibilidad artística?

Écija tiene mucho patrimonio artístico e histórico, y sin duda, crecer ahí ha marcado mi forma de ver y relacionarme con el arte. También porque fui muy permeable a todo lo que me rodeaba. Recuerdo ir mucho al museo, a los palacios y a las iglesias para ver su patrimonio. Tenía una libreta donde escribía, pegaba postales, recortes y dibujaba porque quería hacer un libro sobre Écija y su valor artístico. Crecí estando muy obsesionada y enamorada con la historia del arte y la arqueología de mi pueblo, por lo que fue un motor artístico para mí.

¿Qué oportunidades encontraste en Écija para desarrollarte como artista? ¿Algún espacio o persona en particular marcó tu camino?

Desde muy pequeña me recuerdo con colores en las manos, haciendo puzles y maquetas con cartón recortado. En casa no tenía ningún referente artístico, por lo que mis padres decidieron que tomara clases los fines de semana en el estudio de la pintora Mari Carmen Navarro. Aunque era muy pequeña y no era usual, ella terminó aceptando mi entrada al taller. Fue mi maestra, la creadora de mis cimientos como artista. Supo cuidar mi acercamiento a la pintura y guiarme desde que tenía 7 años.

Aprendí a ver, a observar, a utilizar diferentes técnicas, a trabajar del natural y a convivir en el estudio de una pintora. Mari Carmen supo indicarme por dónde ir y sabía como hacer para que la ilusión por la pintura siempre creciera. Su estudio fue el único espacio fuera de la escuela en el que estuve hasta mis 18 años.

Andalucía y especialmente Sevilla y sus pueblos tienen una riqueza cultural inigualable. ¿De qué manera han moldeado tu visión artística?

Buscar esa cultura en otros pueblos y en Sevilla llegó tras mis ganas de ver y aprender más sobre nuestra cultura y territorio. Recuerdo con mucho cariño mi primera vez en el museo de bellas artes de Sevilla y cómo tras ver mucha pintura en un libro del Barroco pude verlas en directo. Pero sobre todo, Andalucía y sus pueblos me han moldeado en la manera de ver a la mujer mayor, a los pilares fundamentales de nuestra cultura, para traducir en pintura la riqueza del patrimonio humano y cultural que nos conforma.

¿Qué opinas sobre los espacios culturales y las iniciativas en Sevilla para apoyar a artistas emergentes? ¿Hay algo que te gustaría ver mejorado?

Sevilla tiene afortunadamente muchos espacios culturales tanto públicos como privados para desarrollar y apoyar la creación artística para artistas consolidados y emergentes. Pero sí es cierto que para los artistas emergentes, pero también, para los jóvenes con inquietudes artísticas de cualquier disciplina siempre son pocos los espacios que ya existan. Sobre todo en ese momento entre los años de facultad y los comienzos como profesional del arte son complejos y a veces se sienten desubicados por no encontrar esos primeros espacios donde comenzar a proyectar su trabajo. Pero sé de primera mano que se están habilitando y recuperando nuevos espacios para el uso cultural, cosa que me llena de alegría.

Tu obra refleja una profunda conexión con las tradiciones, pero también una visión contemporánea. ¿Crees que vivir y trabajar en Andalucía te ha ayudado a encontrar este equilibrio?

Los equilibrios son cuestiones muy personales, pero es cierto que a mí me funciona estar con un pie en Andalucía y otro fuera. Estoy segura de que no hay que irse fuera para tener una visión contemporánea, ni trabajar en el centro de una gran ciudad para que te tengan en cuenta o sepan de ti. Al menos no en la actualidad. Es obvio que podrás tener más contactos, pero no siempre más pureza o calidad artística. Es más una cuestión de estar informados y que el lugar donde desarrollas tu creación sea beneficioso para ti y te ayude a profundizar en la investigación pictórica.

¿Cómo describirías la evolución de tu arte desde tus primeras obras hasta las más recientes como El Lugar de la Ofrenda y De Dónde Tanta Fuerza?

Mis primeros trabajos poniendo el foco en la mujer mayor eran más directos. Nunca fueron miedosos, ni tímidos, pero sí tenían una visión más clásica a la hora de aproximarme a la imagen. Siento que ha sido una evolución natural a lo largo de los años, una cuestión lógica de ir descubriendo cómo enfocar el tema eje vertebral de mi investigación pictórica. Pero es cierto que en los últimos proyectos me he permito jugar más con la poética, los espacios, lo que se ve y lo que no. Aparecen muchos más elementos en la composición y la figura femenina dialoga en un entorno donde no siempre es protagonista principal pero sin olvidar el objetivo.

Con mi investigación quiero establecer un nuevo diálogo, evolución y búsqueda de la representación femenina y las posibilidades técnicas del lenguaje plástico contemporáneo.

¿Qué te llevó a desarrollar estos dos últimos proyectos? ¿Qué mensaje intentas transmitir con estas obras?

Estos dos últimos proyectos son la evolución natural. Siempre hay una revisión de lo anterior que junto a las nuevas búsquedas ayudan a coger impulso en los actuales y siguientes proyectos. Con mi investigación quiero establecer un nuevo diálogo, evolución y búsqueda de la representación femenina y las posibilidades técnicas del lenguaje plástico contemporáneo. No sólo como un desafío estético y personal, buscando la sutilidad y complejidad del discurso, sino que hay una apuesta por la pintura como materia capaz de contener y transmitir emoción, además de construir la forma. A partir de esto, uno de los principales objetivos artísticos es lograr un acercamiento físico, artístico y emocional a las mujeres de avanzada edad y a su espacio privado a través de la pintura.

¿Cuáles han sido los principales retos que has enfrentado como artista a lo largo de tu carrera?

El primero reto siendo pequeña fue adentrarme en el mundo del arte sin venir de una familia que tuviera relación con ello, pero sí me dieron un apoyo e impulso para comenzar la aventura. Otro reto a destacar, fue el momento en el que decidí dedicarme a tiempo completo al arte y obviamente, poner el foco en las mujeres mayores es un reto constante en la pintura actual.

Andalucía proyecta cultura con los andares.

Ganaste hace poco la medalla Santa Isabel de Hungría de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, ¿Qué significó para ti?

Recibir la medalla de la facultad de Bellas Artes de Sevilla es todo un honor. Porque supone un abrazo infinito lleno de apoyo a mi trayectoria por parte de la casa donde me he formado (con las ganas que tenía yo de estudiar en Sevilla), con la larga historia que tiene la facultad y por recoger el testigo de mis compañeros. Es un doble honor haberla compartido con la gran Juana de Aizpuru. Recibir esta medalla significa un gran impulso que me llena de energía para seguir comprometida con la pintura y con el arte.

Ahora estás trabajando en Plazes.24 para una propuesta de arte mural enmarcada dentro de la Agenda Cultural de la Provincia de Sevilla 2024-2025,¿Puedes contarnos más sobre este proyecto? ¿Qué te inspira para llevarlo a cabo?

Plazes.24 es un proyecto que supone un nuevo elemento en el panorama contemporáneo de la provincia de Sevilla. Un proyecto de museo al aire libre a través de pinturas murales en diferentes municipios que promueven y ayudan a mantener la sensibilidad por el arte. Una sensibilidad favorecida por la constante interactuación que tenemos con la gente al ser obras realizadas en espacio público y a pie de calle.

En mi caso, estoy pintando en un silo en El Viso del Alcor. Un espacio muy especial que mira al pueblo y si lo miramos a él, nos encontramos toda la Vega a su espalda. Todo este entorno tan idílico fue clave para hacer el proyecto sobre la mujer recovera. Una figura clave para los visueños y las visueñas. Una figura que conecta directamente con mi investigación pictórica sobre la memoria y la identidad de las mujeres que nos precedieron.

Mirando hacia el futuro, ¿cómo ves la proyección de la cultura andaluza en el arte contemporáneo?

Andalucía siempre ha sido tierra de cultivo y motor de artistas, generador de interés artístico y de maneras de ver la vida y el arte. Sólo hay que echar un vistazo a la actualidad, además de a toda nuestra historia, para darse cuenta que Andalucía proyecta cultura con los andares.

Si tuvieras que dar un consejo a artistas jóvenes de Andalucía, ¿qué les dirías?

Les diría algo que me dijo un buen amigo hace tiempo y que me ha marcado: “no pierdas la ilusión”. Porque va a ser el motor artístico. Y por otro lado, según mi experiencia personal, que sean persistentes y profesionales con sus inquietudes y objetivos. No importa cuáles sean o no los apoyos que tengan.