Las monjas de clausura inauguran la Navidad: arranca la venta de dulces en el Alcázar

Entre todas las tradiciones que embrujan a Sevilla por Navidad hay una que endulza, por excelencia, estas fiestas. Durante cuatro días, al Salón Gótico del Alcázar lo envuelve un particular olor a canela y almendra y las cajas y bandejas de dulces se convierten en las protagonistas de uno de los escenarios más emblemáticos de la ciudad.

Este martes se inaugura la Exposición y venta de dulces de Conventos de clausura, que este año celebra 40 años repartiendo yemas de San Leandro y bollitos de las clarisas de Santa Inés, entre muchas otras variedades de dulces. Las fechas de esta muestra han tenido que adaptarse a las de la Magna, por lo que empezará este martes y concluirá el viernes, a diferencia de otros años, que su inauguración coincidía con el puente de la Inmaculada.

Aunque se trate de un evento que reúne a miles de personas todos los años, lo cierto es que nace de una necesidad: cada vez hay menos vocaciones y cuesta más mantener los conventos. Aun así, la provincia sevillana es, a la vez que Roma, la que más conventos de clausura tiene del mundo con 34 que son el hogar de unas 400 monjas de clausura.

Por eso la muestra de dulces es una de las citas imprescindibles para estas religiosas, que esta edición han preparado 10.000 kilos de dulces artesanales de 293 variedades diferentes. Con los ingresos que consiguen estos días salvan los gastos que tienen durante el año.

De bizcochos a bollos del S.XVI

Claudia Hernández, hija de la fundadora de esta venta de dulces, acaba de terminar de repasar el albarán con todo el género que se va a vender estos días cuando habla con este periódico: “Este año hay mucha oferta de productos con chocolate y han aumentado las opciones sin azúcar, sin gluten y sin lactosa". Las monjas han rehecho recetas antiguas con tal de atender a las intolerancias de hoy en día, que no son pocas.

Además, desde el año pasado, en esta venta también se pueden encontrar bizcochos clásicos, magdalenas y turrones de chocolate. "De eso cada vez hay más", puntualiza Claudia. Sin embargo, el producto estrella cada edición es el bizcocho marroquí y los polvorones, turrones, pestiños y cortadillos de cidra, muchos de ellos con el sello de calidad ‘Ora et Labora’, creado por el Ayuntamiento de Sevilla en 2020 para dar un plus a estos productos.

Hay delicias como la mermelada de albaricoques de las jerónimas de Santa Paula, que se atreven también con unos pimientos morrones en almíbar y todo tipo de dulces con chocolate de las jerónimas de Constantina, que casi siempre "son de las primeras que acaban existencias".

160 voluntarios

Como cada edición, los voluntarios son una pieza clave en la organización de este evento. "Este año vienen 160 personas que participarán como vendedoras, tesoreras, cartoneros, reponedores y vigilantes, entre las principales funciones", ha comentado Claudia.

La voluntaria ha insistido en que este evento no es un mercadillo de Navidad, "es una relación muy intensa con las monjas a lo largo de todo el año".

Horarios y fechas

La venta tendrá lugar desde este martes a las 15 de la tarde hasta el viernes 6 de diciembre a las 18,30 de la tarde. A las 9,30 de la mañana del próximo miércoles se llevará a cabo la inauguración oficial que, al celebrar un aniversario, contará con la presencia del Arzobispo y de algunas de las fundadoras que hace 40 años impulsaron esta iniciativa.

En cuanto a su horario habitual, la muestra de dulces artesanales estará abierta todos los días de 10 de la mañana a las 18,30 de la tarde ininterrumpidamente y se accederá al salón a través del Patio de Banderas.