Sanz pide "responsabilidad" a los hosteleros que le acusan de "unilateralidad"

"Unilaterales" y "desmedidas". Así tilda la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia las prohibiciones que el Ayuntamiento ha impuesto por seguridad durante la celebración de la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. El consistorio prohibirá los veladores en las zonas que vivirán el paso de las cofradías, lo que afectará a un millar de negocios del centro y el barrio de Triana y ha pedido "responsabilidad" a los hosteleros.

Desde la patronal defienden que es "inviable" abrir los negocios durante la Magna por las "desmedidas" regulaciones que el Ayuntamiento ha impuesto para los días de su celebración, y que se extienden entre las 12:00 del día 8 de diciembre hasta las 2:00 del 9, aunque el presidente de la Asociación, Alfonso Maceda, aseguraba en sus críticas que la prohibición se extendía hasta "las 14:00" del día 9.

"En un momento concreto de la tarde se van a mover un millón de personas, pues evidentemente los veladores no pueden estar en la calle", ha argumentado el alcalde, José Luis Sanz, que hay que ser "conscientes de que la previsión se puede desbordar". "Tenemos que tener la vía pública los menores obstáculos posibles", ha sentenciado.

La "prioridad es la seguridad"

La Asociación insiste en que esta es una imposición que el Ayuntamiento ha decidido de forma "unilateral y sin consulta previa". De esta forma, critican que ha generado un "tremendo malestar generalizado" entre los hosteleros sevillanos. "Está completamente fuera de la realidad pensar que un establecimiento con todo el mobiliario perteneciente a su terraza apilado en el interior puede atender de manera adecuada a los clientes en ese mismo espacio", denuncian.

Ante esta situación, que el Ayuntamiento ya ha asegurado a El Correo de Andalucía que no va a cambiar, la Asociación de hosteleros está realizando un sondeo a sus socios para ver cuántos de ellos estarían dispuestos a cerrar el domingo como forma de protestas contra las limitaciones municipales. De hecho, el alcalde ha repetido este martes que "el Ayuntamiento tiene que garantizar en todo momento la seguridad ciudadana". "La prioridad el buscar y el luchar por la seguridad ciudadana", ha insistido.

Estos movimientos no han surtido efecto sobre el consistorio, que defiende su plan de seguridad, al que definen como "imprescindible", ante todo. "El Ayuntamiento es consciente de las molestias y los perjuicios que causa un evento de estas características, se ha tratado de ocasionar el menor daño posible en todo momento pero la seguridad de personas está por encima de todo", sostienen.

Gran afluencia de público

Las explicaciones del equipo de José Luis Sanz no han calmado a los hosteleros que insisten en que las regulaciones adoptadas "hacen inviable poder realizar el trabajo en un día tan señalado". "Precisamente en una zona de la ciudad, el casco histórico, en el que muchísimos de los establecimientos son de escasas dimensiones", han recalcado. Han sostenido además que los motivos de quejas no se reducen "solo una cuestión de merma económica o nula rentabilidad, sino de poder dar un servicio a los clientes en las condiciones adecuadas y de respeto que merecen".

El Ayuntamiento calcula que Sevilla doblará su población en estos días y que el número de visitantes triplicará a un Domingo de Ramos. A esto se suma que, a diferencia de lo que puede ocurrir en Semana Santa cuando las jornadas se reparten por toda la ciudad, en esta ocasión el público se repartirá por un espacio muy reducido. Pese a estas declaraciones, la Asociación, que entiende la importancia de la seguridad por la magnitud de la afluencia de personas que se esperan, subrayan que "es completamente desmedido las imposiciones recogidas en el decreto".

No olvidan los hosteleros el movimiento de "tanques a la calle" que lideró Sanz durante la campaña de las municipales y cómo "condenó las medidas por el anterior ejecutivo". Por ello se muestran "extrañados" de que "no solo las replica, sino que continúa viendo en la hostelería la causa de cualquier hipotético incidente que pueda ocurrir durante las festividades locales".