Sevilla

Los menús de Navidad para los que no tienen qué comer: mesa y mantel para más de 300 personas

Desde hace más de una década, la Fundación Atenea o la Orden de Malta preparan en Nochebuena y Nochevieja cenas "distintas, más especiales", para personas sin hogar y familias vulnerables

Los voluntarios que cocinaron la pasada Nochebuena en el comedor San Juan de Acre.

Los voluntarios que cocinaron la pasada Nochebuena en el comedor San Juan de Acre. / ORDEN DE MALTA

Carlos Doncel

Carlos Doncel

Mientras una buena parte de Sevilla ha pensado ya el marisco que pondrá en Nochebuena, la otra no sabe qué llevarse hoy a la boca. La Navidad en teoría es fiesta, familia y abundancia, y hay quienes no pueden participar de ello. Aunque existen comedores sociales que año tras año cambian su menú habitual para servir una cena diferente, acorde a estas fechas, a aquellos -cada vez más- que no tienen siquiera para comer.

"Hace por lo menos 10 años que abrimos el 24 y el 31 de diciembre. Esos días los voluntarios intentamos ofrecer platos distintos y especiales: en 2023 hubo queso, langostinos, jamón o mazapanes donados por empresas y particulares", cuenta María Torres-Ternero, responsable del comedor San Juan de Acre, perteneciente a la Orden de Malta. "También ponemos música y dejamos que cante y baile quien quiera. A todo el mundo le encanta disfrutar en esta época, y eso es lo que pretendemos con los que vienen", añade.

Algo similar organiza la Fundación Atenea en su local del Polígono Sur, en el que atienden "a personas en grave exclusión social, consumidoras de drogas y con un desarraigo familiar importante", según describe su director territorial, Juan Luis Delcan. "Desde hace más de una década, en Nochebuena y Nochevieja ponemos recetas más elaboradas que las que preparamos a diario. No es que se tire la casa por la ventana, no tenemos dinero para eso, pero sí se modifican", detalla Delcan.

El porqué de estas iniciativas es común a ambas entidades: "Queremos que se normalicen en este sentido: que alguien esté en una situación de vulnerabilidad no significa que el 24 no pueda tomar algo más especial", señala Juan Luis Delcan. "Son fechas en las que nos acordamos de nuestros seres queridos, por eso creamos el ambiente propicio para transmitir esa calidez humana a todo el que acude".

Los mismos que el resto del año

"En Navidad no se nota ni más ni menos gente, es la misma que suele venir el resto del año", declara María Torres-Ternero desde el comedor de la Orden de Malta, muy próximo a la avenida Torneo, en pleno casco histórico de Sevilla. Lo alarmante es que cada vez son más: "Desde hace un tiempo hemos notado un incremento bastante importante de usuarios a los que prestamos este servicio", apunta.

También lo perciben en la Fundación Atenea: "Cada vez que hacemos un conteo comprobamos que van aumentando". En este centro del distrito Sur dan de comer a unas 50 personas, un número menor que el de San Juan de Acre. "Nosotros nunca decimos que no a nadie. El problema es que todo está dimensionado: tenemos una marmita para 300 usuarios, y más de ahí ya no podemos", afirma su directora.

Los datos corroboran esta preocupante situación: la tasa de riesgo de pobreza en Andalucía creció en 2023 hasta el 30,5%, la más alta de toda España, según el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN). "Esta cifra triplica a la más baja, medida en el País Vasco y que es del 10,2%", recoge el estudio. "La maldita comparativa con el norte debe servir a las instituciones para aprender a atajar el problema de fondo, no a parchear la realidad", comenta al respecto Delcan.

La tasa de riesgo de pobreza en Andalucía creció en 2023 hasta el 30,5%, la más alta de toda España

Hombres, extranjeros y jóvenes

"Suerte que hay escudos sociales, porque sin ellos los datos de pobreza en Andalucía serían aún peores", recalca el director regional de la Fundación Atenea. Uno de ellos, estos comedores solidarios, que han visto cómo ha cambiado el perfil de usuario en los últimos años: en 2023, el 58% de los que acudieron en Sevilla al de la Orden de Malta eran extranjeros. "Vemos todos los días muchos migrantes subsaharianos y de Latinoamérica, principalmente colombianos y venezolanos", declara Torres-Ternero.

Según la estadística de esta congregación religiosa, la gran mayoría son hombres -el 87%-, y algo menos de la mitad de estos usuarios viven en la calle (el 47%). Y aquella imagen de la persona sin recursos que supera la sesentena quedó atrás: "Se ha rejuvenecido la franja de edad respecto al periodo anterior, ahora la mayoritaria es de 26 a 35 años", destacan desde la delegación sevillana de la Orden de Malta, que alimentó a unos 211 comensales de media al día.

"En estas fiestas, como vemos centros comerciales y bares llenos, parece que nos va bien a todos. Pero no es verdad", asevera Juan Luis Delcan. La próxima Nochebuena, algunos comedores sociales de la ciudad cambiarán la ensalada y la pasta por sopa de marisco o pollo asado. Es Navidad para todo el mundo. También para ellos.

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