La pareja que se conoció en Sevilla días antes de ganar el Gordo: "Fue el 8 y lo elegimos como terminación"

Como si de una película de Hollywood se tratara. O al menos así lo cuenta José, al recordar cómo hace un año conoció a Miriam, su pareja, y solo unos días después ganaron el Gordo de la Lotería de Navidad de 2023. Los dos compraron, a medias, el número el 88.008 en el estanco de la Plaza del Aljarafe, en Nervión. Él sevillano, y ella cordobesa, se llevaron 400.000 euros. Si ya de por sí que te toque es fruto del azar, de una casualidad, su historia de amor y fortuna se multiplica por mil.

“Fue una casualidad. Ese día estaba con una amiga -entonces- que acababa de conocer", comienza a relatar a El Correo de Andalucía este sevillano, que trabaja en el sector de la aviación. Fue el día 8 de diciembre cuando se vieron por primera vez, un número que sería clave para lo que le depararía la vida.

Entonces pararon en el estanco de la Plaza del Aljarafe, uno de los lugares que repartieron el Gordo en Sevilla el año pasado, para comprar varias cosas. "Yo no quería comprar ningún décimo, pero él se empeñó en hacer la gracia", recuerda Miriam. "Dijimos de comprar uno a medias", continúa José, pero no sabían cuál, entonces acordaron que terminara en '8', el día en el que se conocieron.

Para triplicar la apuesta, de entre todos los números disponibles, la empleada del estanco les dio el 88.008. "No nos gustaba, era muy feo, pero lo compramos", afirma José, "y el resto es historia, nos tocó el Gordo y ahora seguimos juntos como pareja".

"No podía probar que lo habíamos comprado juntos"

Después de aquellos tres días juntos, apenas 72 horas, cada uno siguió con su vida. Ella trabajaba en Córdoba en el sector financiero. Un año después, cae en el error que cometió, por confianza en la persona que había conocido. "No tenía nada para probar que lo habíamos comprado juntos. Además, pagué en efectivo. Me podía haber bloqueado y no responderme", reconoce Miriam, entre risas.

Pero él no falló. Fue el gesto que terminó reafirmó que podían tener una relación. "Me tocaron dos gordos. Todo muy cálido en nuestra historia", cuenta esta cordobesa, con su pareja al lado confirmando que fue así como ocurrió.

Jamás olvidarán aquel día. A José le pilló trabajando: "Tenía el sorteo puesto en el móvil de fondo, y como el número era tan feo se me quedó grabado. Por eso, antes de que dijeran que el Gordo, solo con el número ya salté, y cuando dijeron que eran 400.000 euros me fui a celebrarlo".

Miriam lo vivió con menos confianza. "Era la primera vez que yo jugaba la lotería y de repente me toca. Nunca me había llamado la atención", cuenta a este medio. También estaba trabajando y el número no se le había borrado de la memoria.

Pagar deudas, algún homenaje e invertir en la familia

Ambos explican, al otro lado del teléfono, que no han hecho grandes viajes ni locuras. "Sí nos pegamos un homenaje en la calle Betis. Nos gastamos unos 400 euros y la cuenta ni se despeinó", afirman con la tranquilidad que les dio llevarse el Gordo. Aunque de los 200.000 euros que les correspondía a cada uno, finalmente se quedó en 164.000.

No te quita de trabajar, pero sí para cerrar asuntos pendientes. "Mi hijo no podía estudiar lo que le apetecía porque no tenía dinero para llevarlo a Sevilla. Era una espina clavada. Es un cerebro, una máquina y no podía estudiar para lo que tenía vocación. Ahora no quiere cambiar de carrera, pero hemos guardado el dinero para un máster y se puede especializar en lo que le dé la gana. Mi legado va a ser su formación", explica Miriam.

Consciente de que "el dinero que entra rápido, sale rápido", decidió quitarse las deudas e hipotecas pendientes. "Vivo con una tranquilidad pasmosa. Me siento libre, sin peso, sin equipaje. En el primer año hay que tener la cabeza fría, sin comprarte un Tesla ni irte una semana a EEUU", reflexiona esta ganadora del Gordo hace un año.

"Yo tenía todo pagado, no tenía deudas, pero tampoco quería hacer locuras. No compré coche ni nada. Sí me ha dado posibilidad de comprar una entrada de un piso", afirma José.

Con miles de euros más en el bolsillo, los dos analizan que "es una especie de ascensor social" y "a todos nos tendría que tocar el Gordo". Ya ven difícil que les vuelva a tocar, pero por si acaso han vuelto a comprar varios números para esta lotería de Navidad. Porque nunca se sabe cuándo te puede sonreír la suerte.