El sentimiento único de vender el Gordo en Sevilla: "Conseguimos solucionar la vida de nuestros vecinos"

La hija de José María Nogales y Paloma Rodríguez, un matrimonio sevillano propietario de El Atrapasueños, la administración de lotería del centro comercial Alcampo, en la Ronda del Tamarguillo, lo tenía claro: “Mamá, cuando salga el Gordo tienes que ir a recogerme al colegio". Al llegar, avisó al profesor: "Hoy me voy antes porque mi padre va a dar el Gordo". "Estaba viendo el sorteo en directo en la televisión y estaba convencido de que lo íbamos a dar nosotros", cuenta Nogales a El Correo de Andalucía. Así resume el sentimiento "difícil de explicar" de repartir el primer premio de la Lotería de Navidad en Sevilla.

Este domingo 22 de diciembre muchos sevillanos se tatuarán la fecha en su memoria como uno de los días más importantes de su vida. O no. Lo dirá el azar y lo anunciarán los niños de San Ildefonso. En Sevilla se gasta una media de 55 euros en este sorteo a lo largo de las diferentes administraciones. Los loteros confían en vender el Gordo y los que compran décimos sueñan con ser los elegidos, pero solo unos pocos afortunados pueden contar que han repartido un premio.

El año pasado, en 2023, la suerte hizo parada en Sevilla. El Gordo, el 88.008, se vendió en administraciones y estancos de la calle López de Gomara de Triana, el centro comercial Alcosa, la Plaza Aljarafe en Viapol, la avenida de Eduardo Dato, el Alcampo de la Ronda del Tamarguillo y la calle Extremadura de San Jerónimo.

365 días después, El Correo de Andalucía ha hablado con cuatro administraciones que lograron dar el Gordo en la capital, unos 400.000 euros al décimo premiado, para conocer qué se siente al repartir tanta alegría.

"Se estalla de alegría" (calle Extremadura, San Jerónimo)

Rafael Caro es propietario de la administración de la calle Extremadura de San Jerónimo, al norte de la capital. Allí se vendió una serie completa premiada con el Gordo. Es decir, cuatro millones de euros. "Fue una alegría muy grande en un barrio obrero", rememora Caro, aunque a día de hoy todavía no conoce a quién le tocó porque, aunque se cobró, nadie se presentó.

"Ese día se vive de una forma especial. Se estalla de alegría, es una misión cumplida", cuenta a este medio, tras décadas al frente de la administración con la misma ilusión. "Aquí estamos activos. No me he jubilado aún pero no me queda mucho", confiesa. Suele escuchar el sorteo en directo en la radio, "siempre con confianza" y con la experiencia de haber repartido ya el primer premio en 1996.

La satisfacción de repartir tanto dinero en un mismo día es enorme. "Conseguimos solucionar la vida de muchos vecinos", resume este lotero sobre lo que se consigue. Y este año espera repetir: "Yo creo que lo voy a dar. Jugamos un número en el barrio y espero que salga de nuevo". Además, ha notado "la confianza de la gente en que damos premios, se ha vendido mucho más".

"Hemos facturado un 60% más" (Alcampo, Tamarguillo)

En el centro comercial Alcampo, en la Ronda del Tamarguillo, repartieron el Gordo por segunda vez en cinco años. La primera vez fue en 2019, solo tres años después de abrir la administración de lotería. Explica su propietario, José Nogales, que estaban viendo el sorteo en televisión: "Fue de los últimos en salir. Estábamos muy nerviosos y emocionados". Pero "con mucha confianza de darlo", ya que habían dado antes el quinto premio.

"Fue un salto de alegría muy grande. Estamos alrededor de barrios humildes y trabajadores, no en el centro, y repartir tantos millones es siempre una alegría extra", continúa Nogales, recordando que dieron 40 décimos del Gordo, 16 millones. "No sabemos a quién le tocó, solo vino un chico que había sido chatarrero".

También confía en volver a dar el primer premio. "Tenemos que repetir 100%. Ya tenemos hasta el champagne comprado", asegura. Confiesa que este año se ha facturado un 60% más pese a tener "una clientela muy fiel en el barrio". "Damos premio todos los meses. Somos una administración muy afortunada. Es para flipar", añade.

"Llevábamos solo un año" (Plaza del Aljarafe, Viapol)

Rosa González es propietaria de un estanco ubicado en la Plaza del Aljarafe, en Viapol, pero solo desde febrero de 2023. Unos meses después, vendió el Gordo. "Al principio no nos lo creíamos. Me llamó la chica que trabaja aquí y me dijo que lo habíamos dado. Fue una alegría, como si nos hubiera tocado a nosotros. No se puede explicar, fue un boom", recuerda esta lotera.

"Muchos conocidos vinieron a felicitarnos. Nos trajeron el cartel típico, nos hicimos fotos y lo celebramos mucho", explica a El Correo de Andalucía. Desde entonces, este año han repartido premios en la Lotería Nacional, en la Bonoloto, y afirma González que está "deseando dar un buen premio otra vez". Como el resto de loteros, ha recibido a más gente este año: "Incluso de pueblos me han avisado para que les dé un número. A la hora de hacer caja se está notando".

"Pensábamos que era broma" (Eduardo Dato, Nervión)

En este estanco de la avenida Eduardo Dato (Nervión) no se lo creían. Al vender más cosas y tener tanta gente a la que atender no pudieron ni seguirlo en directo. Cuenta Ana Palanco, trabajadora presente en aquel momento, que se enteraron porque les llamaron de una emisora de radio.

"Lo recuerdo con mucha emoción. No nos lo creíamos, pensábamos que era una broma", explica, ya que ellos no se dedican exclusivamente a vender lotería. "Fue un día más, sin celebración ni champagne, pero sí hubo mucha gente que nos felicitó y nos dio la enhorabuena", continúa, aunque tampoco no llegaron a conocer a quién le tocó. Este año lo vivirán "con mucha emoción".

La cuenta atrás para el sorteo de la Lotería de Navidad se está acabando. Y en Sevilla la ilusión crece a cada minuto que pasa en las administraciones de la provincia por poder repartir miles de euros a sus vecinos.