Provincia de éxito

Con las razas autóctonas de Andalucía por bandera

Sergio Nogales, de profesión veterinario y secretario ejecutivo de la Asociación de Raza Lebrijana, es uno de los iconos de los planes de conservación de la oveja churra lebrijana o el asno andaluz 

Sergio Nogales, junto a un asno andaluz.

Sergio Nogales, junto a un asno andaluz. / El Correo

Bernardo Ruiz

Bernardo Ruiz

Contenido ofrecido por Diputación de Sevilla

Nació en la Ronda de Capuchinos de Sevilla y aprendió a amar el campo desde niño. Completó la carrera universitaria de Veterinaria en Córdoba y desde que era un adolescente se refugió en el anhelo de preservar las razas autóctonas de Andalucía, un objetivo que amplió cuando su brillante tesis doctoral se basó en la figura de la vaca marismeña, uno de los animales de AND andaluz que residen en el Sur de Europa.

Responde al nombre de Sergio Nogales y es uno de los hombres más reconocidos de su sector, ya que es el secretario ejecutivo de la Asociación de Raza Lebrijana, un colectivo que pretende esquivar la sombra de la extinción de la oveja churra lebrijana. En 2015, y fruto de sus continuas investigaciones a pie de campo, se afanó en contribuir a preservar, además de la churra lebrijana, el gallo combatiente cuyo origen se ancla en Sanlúcar de Barrameda, el asno andaluz o las razas bovinas o equinas marismeñas.

Un amante de la churra lebrijana

Su lana basta es una de las principales peculiaridades de una raza que apenas reúne a 650 ejemplares

La oveja churra lebrijana es uno de los emblemas del campo andaluz. Su lana basta es una de las principales peculiaridades de una raza que apenas reúne a 650 ejemplares. “Incluidas las crías”, explica Nogales con desazón. Actualmente, y según los datos censales que obran en poder del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en España conviven 629 especies silvestres en régimen de protección especial.

Nogales, que desde 2021 reside en Cantabria junto a su familia, se ha distinguido por focalizar sus investigaciones y sus planes de conservación en su Andalucía natal, donde la churra lebrijana está catalogada como una raza en riesgo alto de amenaza, una distinción equivalente a la antigua de en grave peligro de extinción. “Yo empecé a interesarme por la churra lebrijana en segundo o tercero de carrera, que es cuando conocí el trabajo que hacía el departamento de genética de la Facultad de Veterinaria de Córdoba”, explica.

Un proyecto pionero

Imagen de un rebaño de ovejas churras lebrijanas.

Imagen de un rebaño de ovejas churras lebrijanas. / El Correo

Fue en Córdoba, una ciudad que grabó a fuego su deseo de contribuir a evitar la extinción de razas autóctonas de Andalucía, donde descubrió a Juan Vicente Delgado Bermejo, un veterinario e investigador que condicionó su carrera profesional. Delgado, que dirigía el grupo de investigación Paidi AGR218 de la Universidad de Córdoba, se había afanado en la conservación de los recursos zoogenéticos de diferentes especies y Nogales fue uno de sus fieles escuderos en aquellos años de juventud y formación.

España es muy rica en ecosistemas, pero las razas autóctonas son más vulnerables porque no son competitivas en el mercado

“España es muy rica en ecosistemas, pero las razas autóctonas son más vulnerables porque no son competitivas en el mercado”, lamenta Nogales. “Por eso es súper importante un trabajo como el que hace el grupo Paidi AGR218”, ensalza. “Desde el principio tuve claro que su trabajo tenía un gran valor y le apoyé mucho. ¿Por qué tenemos tan claro que hay que conservar una catedral y no una raza autóctona?”, cuestiona con vehemencia.

Patrimonio cultural de Andalucía

“Las razas autóctonas de Andalucía son patrimonio de nuestra cultura”, insiste con un mensaje pedagógico. “Hoy predominan los animales súper seleccionados que han perdido resistencia a las enfermedades, al estrés y a las temperaturas desfavorables”, reflexiona antes de lamentar el nuevo modelo de producción. “Estamos criando en intensivo y nos estamos exponiendo a que si sólo tenemos una única línea genética no seamos capaces de adaptarnos, por ejemplo, al cambio climático”, enumera.

La churra lebrijana y el asno como iconos de su proyecto

Un grupo de ovejas churras lebrijanas pastan en libertad.

Un grupo de ovejas churras lebrijanas pastan en libertad. / El Correo

Tres de las razas autóctonas de Andalucía en serio riesgo de extinción son, además de la churra lebrijana, el asno andaluz, en cuya preservación ha tratado de contribuir Nogales, y la vaca cárdena andaluza, con la que no ha mantenido ningún contacto científico. Su proyecto alcanzó en 2019 un punto de inflexión en el éxito o el fracaso de la variedad. Unos años antes, un veterinario hoy jubilado, Antonio Siles, fue el ideólogo de extraer un lote de un último rebaño afincado en Doñana para preservar la raza.

Siles optó por trasladar a un rebaño de ovejas a Cazalla de la Sierra y, gracias a su decisión, el grupo creció en número. “La Diputación de Sevilla y Antonio Siles evitaron la extinción de la churra lebrijana. En el año 2019 conocí a gente implicada en el proyecto y me lo tomé como algo personal. Desde entonces no he parado de trabajar para que la raza no desaparezca”, confiesa. Fue en aquel momento cuando nació la Asociación de Raza Lebrijana de la que es secretario ejecutivo y, con los permisos de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, se integró en un programa de cría y conservación de la raza.

Un crecimiento sostenible

El proyecto fue un éxito, ya que de aquel aislado rebaño de Doñana de unos cuantos ejemplares se gestó un plan de desarrollo al que a día de hoy permanecen unidas nueve ganaderías. Nogales y sus colaboradores se enfrentan a nuevos retos después de haber burlado la inminente sombra de la extinción. “Nos preocupa el aumento de la consanguineidad porque empiezan a aparecer enfermedades de tipo congénito”, lamenta. “Este año hemos inseminado por primera vez un lote de hembras con semen de machos churros de Castilla y León para evitar ese peligro”, reflexiona.

El banco de esperma como esperanza para el futuro

Una de las claves del plan de conservación de la churra lebrijana es el banco de germoplasma de semen que permitirá preservar la especie, un avance en el que se implicó con brillante desarrollo la Diputación de Córdoba. “Al igual que hay bancos internacionales de semillas nosotros conservamos semen en nitrógeno líquido por si en el futuro una catástrofe pusiera en riesgo real de desaparición al animal”, apunta con naturalidad.

Los programas de cría han sido un éxito, aunque el verdadero riesgo del futuro será la mano de obra. “El que está en peligro real de desaparición es el ganadero”, reflexiona con tristeza Nogales. “La burocracia que supone gestionar una ganadería y la guerra de ir a mercados de calidad y no al de precios suponen un verdadero problema”, comenta a modo de despedida antes de continuar con su labor diaria de auténtico ingeniero de la supervivencia. Un veterinario de la Ronda de Capuchinos disfrazado de héroe de la churra lebrijana, una raza autóctona que bala en libertad gracias a un puñado de investigadores y amantes del campo andaluz. 

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