Adela Sanz Angulo: "El feminismo me da información valiosa que me sirve para tener herramientas para analizar mi realidad de manera más justa y completa"

Adela Sanz Angulo, alias Adelapordiosxd en redes, es un ejemplo de cómo apostar por el talento puede transformar una vida. Tras terminar la carrera de Medicina y ejercer como médica de familia, decidió dar un giro radical y dedicarse por completo a la ilustración, su verdadera pasión.

En Madrid, Adela nunca olvida sus raíces en Lora del Río ni a su familia, que han sido una constante fuente de inspiración en su trayectoria. A pesar de la distancia, mantiene un fuerte vínculo con su pueblo natal, donde ha colaborado en proyectos locales como la ilustración de los dibujos de los baños de la caseta de la feria, dejando su huella creativa en eventos emblemáticos de la localidad.

Adela, cuéntanos un poco sobre tus orígenes en Lora del Río. ¿Cómo ha influido tu pueblo natal en tu desarrollo personal y artístico?

Yo nací en Lora y me crié allí con mis hermanos, mi madre y mi abuela. Crecer en Lora me permitió estar muy cerca de mi familia y amigos, poder caminar segura por la calle, ir a la placita con mis amigas, participar en todo tipo de actividades como la escuela de música donde estudié piano y saxofón, clases de lo más diversas como ballet, sevillana, costura, tenis, y formar parte de proyectos y actividades del pueblo.

Mi casa comparte patio con la de mis primos y mi abuela así que he podido pasar mucho tiempo jugando y acompañada. Formé parte de grupos como ADINUT, donde fui profe de edición de video, o la caseta de feria que hemos fundado este año con mis amigos del pueblo. 

Pasaste de ser médica de familia a dedicarte a la ilustración. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión tan drástica? ¿Cómo viviste ese proceso de cambio?

La decisión la tomé porque el nivel de tiempo, estrés e implicación que me requirió la residencia me resultó muy duro. Cuando terminé la residencia no estaba bien y decidí esperar un poco antes de reincorporarme al mundo laboral como médica, y entre tanto ir dedicando mi tiempo a la ilustración, que nunca había priorizado. Y fue ahí cuando me di cuenta de que la ilustración me hacía muy feliz, y de que, por el momento y por suerte, es una opción profesional. No tengo prisa por volver a la medicina ni tampoco descarto que lo haga.

Lora del Río sigue muy presente en tu vida y en tu trabajo. Has colaborado en proyectos como la ilustración de los baños de una de las casetas de la feria. ¿Crees que existen oportunidades artísticas o culturales en tu localidad?

Me mudé a Sevilla con 12 años por el trabajo de mi madre pero sigo volviendo a Lora en vacaciones y algunos findes a visitar a mi abuela. Durante mi infancia, aparte de participar en grupos y actividades, también recuerdo participar en concursos creativos de dibujo y en algún cortometraje. La ilustración del baño de la feria fue una colaboración muy divertida con Malacara y me hizo mucha ilusión.

Hace poco se presentó la posibilidad de colaborar en un proyecto en Lora y, aunque al final no pudo ser por temas de tiempo, me encantará poder hacerlo en un futuro y poder seguir colaborando y siendo parte de mi pueblo. Lora ofrece muchas cosas interesantes y ojalá ofrezca cada vez más.

¿Podrías destacar a alguien o alguna experiencia en Lora del Río que te inspirara para seguir adelante como artista?

Destacaría a mi madre, Marián Angulo, que estudió Bellas Artes, es pintora, y recuerdo toda la vida ir a sus exposiciones en el Bailío y jugar por allí mientras los mayores charlaban. También a Raúl Montes, que fue mi profe de pintura durante un tiempo y también lo recuerdo con cariño

El feminismo tiene un papel central en tus ilustraciones. ¿Cómo buscas transmitir el empoderamiento femenino a través de tu trabajo?

Todas mis ilustraciones y diría que decisiones, están atravesadas por el feminismo. El feminismo me da información valiosa que me sirve para tener herramientas para analizar mi realidad de manera más justa y completa que si solo tuviera a mano la información que me proporciona la visión patriarcal.

En mi trabajo, intento transmitir que no es necesario cumplir ciertas normas solo por ser mujer.

Me hace más libre y dueña de mi misma y me protege de situaciones injustas. En mi trabajo, intento transmitir que no es necesario cumplir ciertas normas solo por ser mujer, y que tenemos derecho a quejarnos y rebelarnos contra eso. A hacer ruido aunque pueda resultar incómodo para quien no quiere que la realidad cambie. 

Estamos en el mes contra la violencia de género, un día clave para la reivindicación feminista. ¿Qué papel crees que juega el arte en la lucha contra la violencia de género y en la defensa de los derechos de las mujeres?

Diría que el arte es importantísimo en cualquier lucha, porque proporciona un lugar seguro para plantear perspectivas y analizar lo que pasa sin necesitar complacer ni obedecer a nadie. Del arte se espera que te zarandee, que te haga sentir y pensar más allá, y no le debe nada a nadie (o así debería ser). Así que es terreno fértil para el crecimiento, tanto individual como social.

En la violencia machista, el arte ha servido como altavoz y apoyo, somos muchas las ilustradoras que tratamos este tema diariamente (y cómo no hacerlo), es nuestro día a día y al fin podemos y debemos hablar de ello. 

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¿Sientes que encuentras menos oportunidades o que se te abren espacios y diálogos más reducidos por el simple hecho de abordar temas como el feminismo o la salud mental en tus ilustraciones’

Creo que hasta hace relativamente poco el feminismo era un movimiento más marginal pero en los últimos años ha tomado un papel protagonista y positivo en el diálogo social, y que en la actualidad tener una perspectiva feminista es un valor positivo. Así lo he sentido yo hasta ahora la mayor parte del tiempo.

Lo mismo siento que ha pasado con la salud mental. Cuando a mi me dio el primer ataque de ansiedad, no conocía a ningún ser humano al que le hubiera pasado, y mucho menos a uno que hubiera ido al psicólogo. Ahora todo el mundo habla de ello, a muchas amigas les ha pasado y lo cuentan, y la mayoría de mis amigas han ido al psicólogo en algún momento y lo dicen abiertamente. Por suerte estos temas en los últimos años están más presentes y normalizados.

Si pudieras dar un mensaje a las jóvenes de tu pueblo que sueñan con dedicarse al arte o seguir un camino poco convencional, ¿qué les dirías?

Les diría que muchas veces las cosas parecen más lejos de lo que en realidad están. Es un efecto óptico. Que una tiene toda la vida para quedarse con lo aceptable y seguro, y seguramente tengamos que hacerlo y adaptarnos en algunos momentos porque la vida es difícil y no siempre la circunstancias acompañan. Pero que para que pasen cosas inesperadas y poco convencionales, hay que exponerse a ellas. Que cambiar de opinión es muy divertido y que merece la pena intentar muchas cosas distintas e ir probando, independientemente de que funcionen.