Clara Grima: “Decir que hacer cuentas es todo lo que abarcan las matemáticas es como decir que Picasso solo limpiaba pinceles”

Además de su destacada labor académica, es una de las divulgadoras más influyentes de las matemáticas en España, acercando esta ciencia a todos los públicos con pasión y claridad.

Clara ha llevado su amor por las matemáticas al ámbito nacional, demostrando que el conocimiento científico puede ser accesible, útil y fascinante. Su trabajo ha contribuido a fortalecer el interés por esta disciplina, posicionando a su localidad como cuna de talento y excelencia académica. 

¿Cómo influyeron tus raíces en Coria del Río en su camino hacia las matemáticas?

Yo creo que mucho, ya que yo estudié en el colegio público San José, y luego estudié BUP y COU. Cuando estaba en el colegio, no quería ser matemática, no conocía a nadie que fuera matemático ni nadie que hubiera ido a la universidad. Yo quería ser como Lola Flores, o tener una mercería como cuando mi abuela iba a comprar botones.

Una de las cosas que quería ser era escritora. Vivía en Coria, en la barriada de La Paz, que estaba lejos de la biblioteca. Tenía que escribir mis propios cuentos. Escribí uno llamado "Papá, ¿qué es la paz?", con la temática del día de la paz. Ese fue mi primer premio a nivel provincial, otorgado por el arzobispo de Sevilla, el cardenal Vallejo.

Me encantaba hacer problemas de matemáticas durante el verano y escribía poesía. Todo el mundo creía que iba a ser escritora. En el instituto, siempre me gustó mucho la literatura, pero no fue hasta que me dio clase Antonio Hurtado, de filosofía, que descubrí mi pasión. Lo recuerdo con un cariño absoluto, ya que él fue el influencer de mi vida.

Gracias a él, decidí que quería ser filósofa. Cuando estaba en COU, en segundo de bachillerato, él me preguntó a qué me iba a dedicar. Aunque mis padres insistían en que fuéramos a la universidad, Antonio Hurtado me guio hacia las matemáticas, destacó mi talento, y me ayudó a escoger una carrera con salidas. Así también podía ayudar económicamente a mis padres.

¿Siempre supiste que quería dedicarse a la docencia y la investigación en matemáticas, o fue un interés que desarrolló con el tiempo?

Yo creo que mucho, ya que yo estudié en el colegio público San José, y luego estudié BUP y COU. Cuando estaba en el colegio, no quería ser matemática, no conocía a nadie que fuera matemático ni nadie que hubiera ido a la universidad. Yo quería ser como Lola Flores, o tener una mercería como cuando mi abuela iba a comprar botones.

Una de las cosas que quería ser era escritora. Vivía en Coria, en la barriada de La Paz, que estaba lejos de la biblioteca. Tenía que escribir mis propios cuentos. Escribí uno llamado "Papá, ¿qué es la paz?", con la temática del día de la paz. Ese fue mi primer premio a nivel provincial, otorgado por el arzobispo de Sevilla, el cardenal Vallejo.

Antonio Hurtado, de filosofía, que descubrí mi pasión. Lo recuerdo con un cariño absoluto, ya que él fue el influencer de mi vida.

Me encantaba hacer problemas de matemáticas durante el verano y escribía poesía. Todo el mundo creía que iba a ser escritora. En el instituto, siempre me gustó mucho la literatura, pero no fue hasta que me dio clase Antonio Hurtado, de filosofía, que descubrí mi pasión. Lo recuerdo con un cariño absoluto, ya que él fue el influencer de mi vida.

Gracias a él, decidí que quería ser filósofa. Cuando estaba en COU, en segundo de bachillerato, él me preguntó a qué me iba a dedicar. Aunque mis padres insistían en que fuéramos a la universidad, Antonio Hurtado me guió hacia las matemáticas, destacó mi talento, y me ayudó a escoger una carrera con salidas. Así también podía ayudar económicamente a mis padres.

En 2018, formó parte del equipo que describió por primera vez el escutoide, una nueva forma geométrica. ¿Podría explicarnos qué es esta figura y cómo surgió este fascinante hallazgo?

El hallazgo nos involucró a Alberto Márquez y a mí, Luisma Escudero, biólogo celular de la US. Nos consultó porque veía que en los libros de texto se decía que las células que recubren los epitelios estaban formadas por células con forma de prisma, pero observó cosas muy raras que no podían ser prismas.

El grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide también observó esta forma en los epitelios del pez cebra y en los epitelios de los vertebrados.

A partir de lo que los biólogos nos enseñaron, sacamos unas ecuaciones que explicaban lo que estábamos viendo. Gracias a estas ecuaciones, los bioinformáticos realizaron un diseño por ordenador, y apareció esta nueva forma. Los biólogos confirmaron su existencia en el tubo salivar de la mosca de la fruta. Fue allí donde Luisma Escudero determinó que no podían ser prismas.

Nos hicimos muy populares. Lo más sorprendente que nos ha pasado es que en Marvel, en un cómic de los Cuatro Fantásticos, se menciona el escutoide como una forma geométrica descubierta en 2018.

Es experta en Teoría de Grafos y Geometría Computacional, ¿podría explicarnos en términos accesibles en qué consisten estas áreas y por qué son relevantes en la actualidad?

La teoría de grafos es un área de las matemáticas que se dedica a estudiar los elementos matemáticos llamados grafos. Se trata de representar problemas y situaciones reales usando puntos y rayas.

Una red social es un grafo: cada usuario de Facebook se representa con un punto, y uno o dos puntos se conectan si son amigos en Facebook. Se estudian no solo las redes sociales virtuales, sino también las redes sociales fuera de la red.

Imagina una empresa de logística: los puntos son las casas donde tienes que llevar los paquetes, y las rayas son los caminos entre las casas. El objetivo es salir de tu empresa, repartir los paquetes, volver, y hacerlo por el camino más corto.

Enseñamos a los ordenadores a ser lo más eficientes posible.

Por otro lado, la geometría computacional es un área de las matemáticas que enseña cómo usar la geometría para dotar de intuición a los ordenadores. Por ejemplo, si le damos a una persona un folio lleno de puntos distribuidos aleatoriamente y preguntamos qué punto está más cerca, un ordenador lo resolvería más rápido, aunque inicialmente mediría todas las distancias. Enseñamos a los ordenadores a ser lo más eficientes posible.

Las imágenes de los videojuegos son posibles gracias a la geometría computacional: el pelo y el agua en los dibujos animados se generan gracias a estas técnicas.

Tasmear es una palabra de origen portugués, que significa encajar patrones en un tejido de forma que se aproveche la menor cantidad de tela posible. Esto es un ejemplo de optimización geométrica.

Como presidenta de la Comisión de Divulgación de la Real Sociedad Matemática Española, ha liderado iniciativas importantes. ¿Qué desafíos ha enfrentado al acercar las matemáticas al público general y qué satisfacciones le ha dado este rol?

La dificultad más grande es el miedo social y cultural que la gente le tiene a las matemáticas. Es una ansiedad no subjetiva: estudios con escáneres cerebrales han detectado sensaciones ligadas al miedo y al dolor, es decir, ansiedad. No son opiniones, son datos.

Hace poco me enviaron un libro de divulgación científica para niños, y la única referencia a las matemáticas era que son difíciles. Es muy fácil abarcar otras áreas del conocimiento, pero al mencionar matemáticas, parece que se levantan muros entre las personas.

Cuando consigues romper esa barrera, la gente descubre que sí les gustan las matemáticas. A todo el mundo le gustan, pero no saben qué implican realmente. Decir que hacer cuentas es todo lo que abarcan las matemáticas es como decir que Picasso solo limpiaba pinceles.

He dado charlas en la cárcel de Sevilla con Solidarios.org, y aunque muchos internos tienen reticencias, al terminar están muy agradecidos. Cuando logras convencer a las personas de que no son "malos" en matemáticas y se dan cuenta de que no lo son, su sorpresa es mayor que cualquier otra cosa.

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 Su blog Mati y sus mateaventuras y los libros como Hasta el infinito y más allá Y Mati y los matemonstruos son proyectos inspiradores. ¿Cómo surgió la idea de acercar las matemáticas a los niños? ¿Qué impacto cree que tienen estas iniciativas en despertar vocaciones científicas?

La idea de acercar las matemáticas surgió hablando de matemáticas con mis hijos, Salvador y Ventura, cuando tenían 8 y 6 años. Es cierto que yo hablaba poco de mi trabajo y de mi ámbito profesional, no se me ocurría que podía contárselo a la gente.

Empecé a contarles cosas de mates, y se sorprendían mucho. Ventura me miró al hablar del número pi y me preguntó si era una mesa o una portería. Le expliqué que era un número entre el 3 y el 4. Comenzamos a debatir sobre números infinitos. Pi es el "3 y una mijita". Si no supiéramos que existe pi, no podríamos medir los círculos. Por eso, las pizzas se llaman así, porque son redondas.

Yo tenía un blog personal, que usaba como terapia y donde solo hablaba de viajes o escribía algún cuento. Empecé a inventar cuentos para mis hijos y a enseñarles matemáticas a través de ellos. Alguien lo vio, lo compartió en redes, y llegué hasta Radio Nacional. En ese boom de popularidad, Raquel García Ulldemollins me contactó para ilustrar mis historias.

En cuanto al impacto, me he encontrado con chicos y chicas en facultades de matemáticas que empezaron su interés con mis cuentos. Inicialmente, los hacía para las familias, para compartir un rato con los niños, pero el retorno más importante fue de profesores de primaria y secundaria, que comenzaron a utilizarlos en clase.

El miedo a las matemáticas desanima a la gente a descubrir el método científico. Que te gusten las matemáticas no implica que vayas a ser científico, pero que no te gusten sí determina que no lo serás.

¿Cómo percibes el estado actual de la investigación matemática en España? ¿Cree que se le da la importancia y los recursos necesarios?

La investigación matemática en España siempre ha sido muy buena. Está presente en todos los rankings. Aquí contamos con el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla, donde trabajan muchos investigadores con impacto mundial.

Evidentemente, desde que tenemos el nuevo gobierno de coalición, se están intentando mejorar las inversiones en ciencia, pero todavía estamos arrancando, ya que acumulamos muchos años de retraso en este sentido, comparados con otros países europeos. Diana Morant lo está intentando.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que desean iniciarse en el mundo de la investigación, especialmente en áreas como las matemáticas?

La investigación es muy chula, es el mejor trabajo del mundo, y creo que eso es muy importante en la vida. No cansa, ya que es un trabajo que se hace por vocación. Es una carrera para mí apasionante, pero el problema de la investigación es que no puede competir con la empresa.

Hay otras áreas donde tienes opciones de un trabajo en la universidad, pero las empresas pagan mucho desde el inicio y, por eso, se nos van los investigadores.

Para tener un sueldo aceptable, hacen falta muchos años. Esto es lo que se debe trabajar. Tiene que ser más fácil alcanzar un sueldo digno. Esto desalienta a la gente. 

Coria del Río es tu tierra natal. ¿Crees que tu pueblo tiene oportunidades suficientes para fomentar talentos en ciencias? ¿Qué iniciativas crees que podrían potenciarse allí?

Las oportunidades están en los centros educativos y dependen de la Junta, como aumentar las horas de ciencias en las aulas. A nivel de ayuntamientos, el señor Modesto podría llevar a cabo eventos relacionados con este sector.

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Una experiencia que viví en el pueblo y que ahora estoy viviendo en el aula de la experiencia de la universidad, cuando fui profesora allí, la gente flipaba mucho. El acercamiento con eventos menos formalistas, hacerlo más cercano.

Si a los abuelos les gustan las matemáticas, a los niños también. La teoría de la abuela dice que el ser humano ha prosperado gracias a la abuela. Dice que las mujeres vivimos mucho tiempo con menopausia, como no tenemos regla, no tenemos estrés, lo que nos ha hecho más sabias. Gracias a nuestras abuelas, que como no tenían que parar, se dedicaron a enseñarnos cosas que habían aprendido.

¿Qué retos y oportunidades ve para el futuro de las matemáticas, tanto en el ámbito académico como en su impacto en la vida cotidiana?

En 2019, una alerta de la Comunidad Europea indicó que faltaban matemáticos en Europa, debido a la oferta de matemáticas. Para formar a matemáticos y matemáticas necesitamos docentes.

La gente le tiene miedo a los robots y a la IA, pero ¿y si soy optimista y pienso que no vienen a quitarnos el trabajo, sino a mejorarnos y aliviarnos de tareas? Seguimos teniendo trabajos intensos que no nos dejan tener una vida.

Yo siempre digo que nuestros primos negros salieron de África sin antibióticos y llegamos a repoblar toda la tierra. Muchos recursos y mejorar nuestra calidad de vida significativamente.