Viviendas en ruinas y un entorno degradado: los motivos para derribar cuatros bloques de la Junta en Polígono Sur

Al sur del Polígono Sur, frente a una carretera que hace las veces de muro, está Martínez Montañés. O Las Vegas, como también se conoce a una de las zonas más degradadas del barrio más pobre de España. Un lugar en el que ahora la Junta de Andalucía ha propuesto derribar por primera vez varios bloques para levantar un gran espacio verde, dentro de un plan urbanístico que contempla también construir viviendas sociales y rehabilitar otros tantos inmuebles.

En concreto, los cuatro edificios que se plantean derruir pertenecen al conjunto ocho de Martínez Montañés, donde hace años ya se tiraron unos comerciales anexos. Cuando se realicen estas demoliciones, "se llevarán a cabo las modificaciones urbanísticas necesarias para transformar esos edificios degradados en espacios urbanos con zonas verdes abiertos a la carretera de Su Eminencia para el disfrute y la convivencia de todos", según detalló este martes el Ayuntamiento de Sevilla.

Aunque estos derrumbes no serán inmediatos: "Lo primero es edificar las nuevas viviendas para poder trasladar a los residentes, y cuando estos hogares estén construidos y se hayan trasladado a estas personas, se procederá a la demolición de los cuatro bloques", aclaran desde la Consejería de Fomento, que tiene la titularidad de todos los inmuebles de Martínez Montañés a través de la agencia pública AVRA.

Infraviviendas en condiciones "penosas"

Pero ¿por qué se van a derruir estos bloques situados en la calle Rojo y Negro? ¿Por qué estos y no otros que están vacíos? Uno de los principales motivos que justifican desde la Junta de Andalucía es "el avanzado estado de deterioro en que se encuentran". "Están absolutamente degradados. Estuve hace poco allí y nunca los he visto tan mal", asegura Mar González, que fue comisionada para el Polígono Sur desde 2013 a 2019.

"Fue un conjunto que no se reformó en las últimas rehabilitaciones porque siempre estuvo en el horizonte echarlo abajo. Y ahora están en unas condiciones penosas, terribles", afirma González a El Correo de Andalucía. "Son bloques altos, sin ascensor, con los cables al aire, las cañerías rotas… No deberían estar habitados porque no reúnen las condiciones mínimas para ello, son una vergüenza de vivienda pública".

"Es cierto que hay otros edificios cerrados que podrían tirarse con más facilidad, pero también están mejor encajados", cuenta la excomisionada. "Al final de Martínez Montañés, por ejemplo, hay uno cerrado, pero ese bloque es muy rehabilitable y se ubica además en un entorno habitable, con mejores condiciones. Y aunque los del conjunto ocho podrían reformarse, no veo mal que los destruyan, teniendo en cuenta el aspecto deplorable que presentan".

"Se liberará un espacio muy amplio"

Otro de los argumentos que exponen desde la Consejería de Fomento para efectuar la primera demolición de bloques en el Polígono Sur es el espacio en que se localizan, al sureste del barrio. "Con los derrumbes, se liberará un espacio muy amplio que, unido a un terreno triangular a su lado, podrá dar lugar a unas amplias zonas verdes y de uso terciario, abiertas a la carretera de Su Eminencia", defienden desde el departamento de Rocío Díaz.

"Por otro lado, es importante conocer el hecho de que tres de los edificios que se van a construir están muy cerca", apuntan desde Fomento. "Esto permitirá a los vecinos permanecer en la zona de la ciudad en la que viven hasta ahora pero en hogares absolutamente nuevos", insisten. Según el proyecto presentado por la Junta y el Ayuntamiento, en la segunda fase de la actuación se levantarán 62 viviendas en tres bloques clausurados en la actualidad.

"La estimación temporal está entre cuatro y cinco años para la finalización del procedimiento completo", tal como señalan fuentes de Fomento. En este plazo tendrían que estar terminadas un total de 92 nuevas viviendas, reformas en otras 512, unas pistas deportivas y las zonas ajardinadas (tras el correspondiente derribo de los cuatro bloques). Un ambicioso plan que supone, según la consejera Rocío Díaz, "acometer una transformación profunda" en esta zona. Una de los más degradadas del barrio más pobre de España.